sábado, abril 26, 2008

"Dedo con reumatismo" ("Chávez tiene reumatismo")


POR:FAUSTO MASÓ.


Chávez tiene reumatismo, lleva diez años mandando. Cometió la locura de convocar unas elecciones internas en el PSUV y a continuación imponer una dirección nacional. Confundió al PSUV con el PCURSS o el 26 de julio, olvidó que sus líderes salieron de la nada gracias a las perdidas virtudes mágicas del dedo de Chávez, pero ya poseen vuelo propio: no lo obedecerán. ¿Para qué continuar siendo chavistas? se pregunta una legión de oportunistas.


Chávez utilizó a los chavistas, los chavistas rechazan ser títeres de Miraflores. Les pidieron votar en unas elecciones internas, rechazan los candidatos a dedos. Tomaron en serio las elecciones. Empiezan las trompadas estatutarias de que hablaba Gonzalo Barrios, los silletazos y hasta las amenazas con pistolas. La anarquía del país irrumpió en el movimiento revolucionario. En mala hora Chávez organizó un partido, sin adivinar que las autoridades internas tomarían en serio sus cargos, pedirían compartir las decisiones: cualquier día exigen reunirse una vez a la semana en Miraflores con el presidente, como hacía el CEN de AD. Los partidos venezolanos mandan al diablo a sus fundadores, como les ocurrió a Caldera y a Betancourt.


El PSUV es una super Convergencia con más recursos y muchos militantes que se cambiarán la franela roja. Son los votantes infieles de que habla Lucy Gómez. Chávez se burló de los resultados de las elecciones internas. Tardíamente está comprendiendo que cuando el PSUV se organice perderá el control del partido y hasta del gobierno. Si impone candidatos le saldrá la criada respondona, como está ocurriendo en Aragua, Lara, Yaracuy y hasta en Caracas. Ya Chávez no mete miedo y la chequera no alcanza para todo el mundo. Al quitarle atribuciones a gobernadores y alcaldes, Chávez les está regalando la bandera de la descentralización. Los nuevos gobernadores serán los líderes de sus estados en lucha contra el poder central y hasta los apoyarán los mismos chavistas.


La oposición en los referéndum perdió un millón de votos entre los que marchaban sin haberse inscritos, o los que creyeron que no votando le ganaban las elecciones a Chávez. Imaginemos que los candidatos de oposición visitasen casa por casa a los venezolanos para que se inscribieran, o comprobasen que están registrados correctamente. Sólo con imagen no se ganan elecciones y menos se gobierna. Cuando se apaga el televisor desaparecen ciertos líderes. Obama cuenta con una imagen y una promesa de cambio en un país asfixiado por la guerra de Irak y la crisis económica. En noviembre, algunas elecciones locales se ganarán por pocos votos, los resultados dependerán de la obra de los alcaldes y gobernantes en el poder y de la credibilidad que despierten los candidatos de oposición. Ésta, además, será una elección poco polarizada.


Un tsunami político amenaza a Chávez, puede repetirse el fenómeno de que los chavistas no voten por sus candidatos. En el revocatorio, al chavismo lo ayudó una campaña gigantesca de entregar cédulas y pasaportes, en algunos casos a extranjeros con pocos meses en el país, pero aquellos que conseguían una cédula o un pasaporte gratis agradecidos votaban a favor de Chávez. Las estrellas inclinan, pero no obligan. ¿Quién meterá más la pata? NO ganará en noviembre el mejor sino el menos malo.


No hay comentarios.: