La ruleta rusa entre Colombia y Venezuela.

POR:ARCANGEL VULCANO.

La inapropiada, inadecuada y abierta injerencia del Sr Chávez en los asuntos internos de la hermana república de Colombia, no sólo constituye un abierto desafío al gobierno legítimo del vecino país, por violar flagrantemente los más elementales principios de derecho internacional que garantizan la autodeterminación de los pueblos; sino que también atentan criminalmente contra las necesarias sanas relaciones diplomáticas y de hermandad entre ambas naciones, lo cual constituye una injustificable e inaceptable provocación ilegítima, por cuanto revelan un deliberado intento por desestabilizar la política interna colombiana, al inmiscuirse arbitrariamente y sin invitación, en la vida política de todos los colombianos, afectándonos muy negativamente también a todos los venezolanos, quienes naturalmente requerimos mantener excelentes relaciones, no sólo con nuestros hermanos colombianos, sino que también con el resto del mundo.

Los recientes acontecimientos provocados por las destempladas intervenciones del Sr Chávez aparentemente de manera deliberada, no parecen conducir a nada positivo entre dos países hermanos, que no sólo por tradición histórica, sino que también por importantes lazos afectivos inquebrantables que se han mantenido invariablemente en el tiempo; de tal manera que, resultan criminales los excesos del descomedido e imprudente Sr Chávez, quien no pareciera medir las nocivas consecuencias de sus excesos verbales y sus actitudes ilegales.

Es importante resaltar, que con toda seguridad, la gran mayoría de los venezolanos y colombianos pacíficos y democráticos, que aspiramos vivir en paz, rechazamos categóricamente todas las iniciativas del Sr Chávez que nos conduzcan a la absurda división y enemistad entre nuestros amados países, por eso nos negamos rotundamente, a respaldar conductas impropias, que nos enrumban desquiciadamente a la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales entre dos maravillosos pueblos, estrechamente ligados en lo psíquico, afectivo, emocional, espiritual y también en lo económico.

Nada justifican las recientes aseveraciones agresivas del Sr Chávez contra Colombia y su gobierno democrático, que sólo nos precipitan hacia el abismo del conflicto y la guerra fraticida. Tanto los venezolanos como los colombianos, necesitamos mantener excelentes relaciones en todos los órdenes de la vida cotidiana, y que hemos mantenido siempre, a pesar de nuestras naturales diferencias y dificultades, que hemos sabido hasta ahora, afrontar con sabiduría.

Debemos evitar convertir la presente difícil coyuntura política que vivimos, en una olla en ebullición explosiva, eso sería francamente criminal; debemos entonces empinarnos con gran nobleza y voluntad por encima de las dificultades para dirimirlas como corresponde, con gran dignidad, decoro, hermandad, fraternidad, desprendimiento, sacrificio mutuo, tolerancia, comprensión, solidaridad y sabiduría. Nuestro destino como pueblos vecinos, que nos unen inexorablemente nos exige hoy más que nunca de afrontar los problemas que sufrimos con gran patriotismo, responsabilidad y hermandad cristiana.

Hacer lo contrario sería jugar de manera desquiciada y criminal a la ruleta rusa; pareciera que Chávez juega peligrosamente a la ruleta rusa, al tratar irresponsablemente, de forma casi suicida, las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia.Chávez parece comportarse como un elefante descontrolado y enfurecido en una cristalería.Hay que procurar bajar el tono y encontrar la serenidad para lograr el equilibrio.Se necesitan mucha ponderación, conocimiento y sabiduría para abordar con éxito las dificultades por venir.