Las pesadillas del subversivo de Miraflores

POR:ARCANGEL VULCANO.

La propuesta del Sr Chávez de que “las FARC no sean consideradas como terroristas, sino como una organización beligerante con un proyecto político bolivariano respetado” están teniendo un impacto inusitado. De allí que es importante analizar no sólo las consecuencias que puedan producir la propuesta del caudillo llanero, sino explorar sus probables auténticas causas y motivaciones; es esencial indagar entonces en profundidad, para responder algunas preguntas que muchos se hacen, como por ejemplo: ¿Por qué el Sr Chávez a pesar de saber que las FARC son consideradas por buena parte de los países del mundo como terroristas, y de conocer sus desmanes, insiste en nadar contra la corriente? ¿Es acaso esta conducta producto de una patológica personalidad; es algo anormal; es por ingenuidad; es sencillamente un torpe error político u obedece a una estrategia que facilita la ejecución de un plan político perfectament articulado y deliberado?

Para responder a estas interrogantes debemos explorar y escarbar en el pasado, en las viejas actitudes asumidas por el dirigente político audaz, habilidoso, maniobrero y manipulador que en realidad ha demostrado ser Chávez. Jamás ha de olvidarse que a Chávez sus adversarios lo han emblematizado como a un dictador, un militar cuartelero; se le ha creado a su alrededor una imagen de invencible, se ha fraguado el mito de que no entregaría el poder jamás pacíficamente por la vía electoral, de que es irreducible, y que no negociaría políticamente jamás con sus jurados adversarios, de que no se rinde, otorgándosele facultades casi sobre humanas y sobrenaturales, como si fuera omnipotente y omnipresente, ocultando sus fragilidades casi inadvertidamente; en fin, se ha edificado una imagen del caudillo eterno que será, pero los acontecimientos han demostrado exactamente lo contrario, veamos:

Los hechos han demostrado que Chávez aunque hace alarde de ser un aventajado y diestro militar, termina casi siempre actuando como un dirigente político avezado y taimado. Sobran los ejemplos de los difíciles momentos que le ha correspondido vivir con relativo éxito; sólo mencionaremos algunos de los más significativos: -El 4 de febrero de 1.992, todos lo vimos rendirse y entregarse a los militares institucionales que cumplieron con su deber, de sostener el Gobierno legítimamente elegido del presidente Carlos Andrés Pérez; conocido es ese episodio en el que como un teniente coronel golpista insurrecto pronunció su discurso político de aparente rendición, lanzando su proclama emblematizada con su ya célebre “por ahora”; pero allí actúo como un dirigente político, capaz de aceptar su derrota, de diferir el momento adverso, para esperar y conquistar nuevas ocasiones y reemprender la lucha política, como más tarde supo también asumir.

-Luego pudimos apreciar como el Sr Chávez asumió con toda la seriedad que pueda esperarse de un dirigente político, convertirse en un líder de partido, organizando, y desplegando toda una serie de actividades propias del difícil trajinar político partidista, desde la fundación de una organización política, hasta la participación electoral, para así conquistar el poder. Pero ha sido durante el ejercicio de su cargo, cuando Chávez ha demostrado que siempre actúa como un avezado y frío y calculador dirigente político; basta recordar, el trágico capítulo que le tocó sufrir el 11 de abril del 2002, cuando en virtud de sus errores y precipitaciones –después reconocidos- debió renunciar obligado por la misma crisis de ingobernabilidad que deliberadamente confesó provocar en la industria petrolera, y que produjo luego de una multitudinaria manifestación dirigida hacia el palacio de Miraflores por algunos impacientes adversarios, que desencadenó en una trágica y sangrienta confrontación entre sus partidarios y opositores, que concluyó con el desconocimiento de su autoridad y la desobediencia de buena parte del alto mando militar, que le exigieron su forzada salida temporal del poder.

-Vimos a Chávez maniobrar y negociar políticamente, debidamente asistido por sus habilidosos operadores políticos durante el paro económico y la crisis petrolera, auspiciando la denominada mesa de diálogo, con el auxilio y la intermediación del Secretario General de la OEA de entonces el ex presidente colombiano Dr. César Gaviria; igualmente, mediante la facilitación y el concurso del ex presidente estadounidense Carter, liderando e integrando al proceso de negociación a la crisis política desatada luego de los sucesos del 11 de abril, al Centro Carter; así como con la participación de prestigiosos veedores internacionales, que produciría una salida democrática, constitucional, pacífica y electoral que desencadenó en la solución política del referéndum revocatorio del 15 de agosto. Chávez a pesar de su lenguaje amenazante y belicoso, siempre terminó sus agrios conflictos con la sociedad democrática mediante la solución política; es decir, actúa desde que asumió el poder “casi siempre” (hay excepciones, como las del 4 de febrero del año 1.992, cuando actúo alzado en armas en rebelión militar) como lo que es, un dirigente político.

-Más recientemente, el Sr Chávez, debió actuar aún más apegado a los códigos de la política profesional (oficio), y le correspondió -aunque amargamente- reconocer públicamente su derrota y descalabro electoral del pasado dos de diciembre, cuando la mayoría esperaba que no lo hiciera y le diera una patada a la mesa desconociendo el resultado. Pero hay que admitir que aunque le debió costar muchísimo, supo asumir con dignidad el veredicto que dio el pueblo venezolano en las urnas. En ese instante, todo el mundo vio que Chávez podrá hacer alardes de fuerza –guerra psicológica- pero actúa en los momentos cruciales, como un dirigente político, con clara vocación de poder, claro está.

En tal virtud, es que nos atrevemos a insinuar, que al Sr Chávez actualmente debería estar sufriendo recurrentemente de dos motivos muy serios para las pesadillas que lo atormentan, y no hay que ser adivinos para deducirlas; esos motivos los reduciremos mediante dos sencillas frases que se convierten en temas habituales de sus pesadillas. La primera de ellas es muy simple, y se conforma de dos palabras que no lo dejarán dormir durante los próximos cinco años, que son: “RENDIR CUENTAS”. La segunda frase, la confesó inadvertidamente más recientemente desde el cuartel San Carlos con motivo de la instalación del Congreso fundacional de su partido Socialista unido, se trata esta vez únicamente de tres palabras y son estas:”VENDRÍAN POR MI”, en clara alusión a que si la oposición gana varias alcaldías y gobernaciones, irían por él .

La primera de las frases implica el espeluznante temor que debe padecer Chávez y que le recorre todo el espinazo, de “RENDIR CUENTAS” algún día de su gestión de gobierno frente al pueblo y la historia, al dejar el poder, momento que ya le ha marcado obligado en el almanaque el glorioso y libertario pueblo venezolano, estampándole un atemorizante indeleble sello de caducidad en plena frente; es decir, que Chávez desde que comenzó su ya imparable declive político intuye y lo sabe, que en algún momento deberá rendir cuentas ante su pueblo frente a la justicia, por sus excesos y desvaríos administrativos y gubernamentales, lo cual debe ser muy preocupante y angustiante –sin duda- para él.

La segunda de las frases, está estrechamente ligada a la primera, y refleja otros de los terribles temores que atormenta al Sr Chávez, y que suponen, aparte de rendir cuentas, tener que soportar que sus enemigos políticos vengan por él, ¿vengan por él a qué? –nos preguntamos- porque cabrían toda clase de especulaciones que preferimos obviar –por el momento- pero bastaría escudriñar el destino político de algunos descomedidos gendarmes en la historia de la humanidad que han antecedido al Jefe supremo de la revolución bolivariana para intuir su destino -no sabemos, nadie sabe- Pero el temor de que la oposición retomé el poder, y venga por él, no sabemos a qué, está confeso.

Así que, estimamos que estando ya probado que Chávez actúa “casi siempre” como un dirigente político avezado, siempre negocia políticamente; actualmente dirige -como es lógico y era de esperarse- toda su energía hacia varios objetivos políticos concretos: Uno de ellos -entre otros- es sin duda, consolidar su proyecto político de poder interno, lo cual supone en esencia estructurar, organizar y fortalecer su partido político socialista unido, -lo cual supondría un extenso análisis que no abordaremos hoy-

Pero Chávez sabe que necesita con urgencia hacia lo interno, revisar, rectificar y reimpulsar su diferido proyecto político socialista; esas tres R, en realidad no son para todo el país, son para quienes él considera su gente; se trata de ejecutar un repliegue táctico; así que, pudiera haber una lectura equivocada de las presuntas intenciones del comandante; él no pretende rectificar para gobernar –como se espera- a todo el país, él sólo trataría de corregir las fallas que frenaron su reelección, y otras de que adolece su proyecto político partidista sectario y excluyente de corte castro comunista, para así tratar de consolidarse y afianzarse como líder revolucionario nacional e internacional; para tales fines, hará “todo” para lograrlo, no lo duden; pero si tuviera que dejar el poder precipitado por las circunstancias, intentará seguramente convertirse en una referencia política obligada por la que deban pasar sus seguidores y adversarios a rendir pleitesías, para tratar de imponer a su sucesor, o en el peor de los casos, atornillarse aún muy joven en la jefatura del poderoso aparato político partidista, que sabrá preparar, para así poder pasar a ejercer el oficio de regulador protagonista de la futura oposición; y tal vez pensar en adoptar un papel parecido al de los viejos caudillos democráticos como Betancourt, Caldera, Villalba o Pérez. Ser el heredero del legado de Fidel, no un jarrón chino, ni el usuario habitual de un chinchorro en el Arauca.

A propósito entonces de los más recientes acontecimientos con la hermana república de Colombia, algunos periódicos como El Tiempo de Bogotá advierte, en su editorial, los riesgos de pasar de la retórica a los hechos:

“Si bien es grave y serio que el presidente de una nación diga que las Farc no deben ser consideradas terroristas, sino beligerantes, lo que verdaderamente debe preocupar es si Hugo Chávez está dispuesto a pasar de la retórica a los hechos. Una cosa es que ’sugiera’ al gobierno colombiano darles uno u otro tratamiento. Otra, muy distinta, sería que, por considerarlas un ‘proyecto bolivariano’ afín al suyo, les diese apoyo y refugio. Esto tendría en el conflicto un impacto mucho peor que cualquier etiqueta”.

“Por hechos se entienden aspectos tales como algunos de los que han sido mencionados en los últimos días:
- Apoyo a los campamentos - Apertura de una oficina de las FARC en Caracas- Apoyo a crear una especie de Gobierno en el exilio “

Sin embargo, siendo consecuentes con lo antes expuesto, pensamos que Chávez desarrolla una guerra psicológica en lo interno y lo internacional para intentar infundir temor, porque necesitan transmitir la perniciosa imagen de que él y las FARC mantienen siempre el dedo en el gatillo para negociar; por eso amenaza siempre con una eventual guerra civil, pero su verdadero propósito conduce hacia lo electoral, él quiere ser un líder democrático reconocido e intervenir abiertamente en el destino y procesos electorales de los colombianos y otros países (requieren expandirse).

Igualmente, pensamos que a pesar de lo aparentemente insólita de su proposición, no está reñida con la coherencia estratégica y táctica que ha mantenido el llamado eje del mal (el eje comunista), junto a sus aliados ideológicos, porque Chávez no es sólo, él es el punta de lanza político, la estrella mediática, el mayor y mejor financista, proveedor de recursos; él ha demostrado ser muy habil y se ganó ese derecho a comandarlos por el gran poder que detenta en la región; pero lo secunda un numeroso equipo de políticos e intelectuales de izquierda y comunistas trasnochados muy diestros y efectivos; pero también es dirigido por una elite política mundial, la que integran junto a varios cerebros entre otros Fidel Castro, quien ejerce la tutoría con su reconocida experiencia.

Creemos que Chávez finge crear las condiciones para la liberación de los secuestrados, con una mano da y con otra quita; pero si busca abrir el espacio para una negociación política que le permitan desplegarse con mayor efectividad en sus planes expansionistas. Está convencido de que puede usar a las FARC y a otros grupos insurrectos -que alienta- como escudos protectores en lo interno por si sufre algún intento desestabilizador, y como medios de presión internacional; pero realmente desea transfigurarla en una fuerza política que auspicie y promueva su proyecto bolivariano expansionista en Colombia, igual como lo hace en Bolivia; Ecuador, Nicaragua etc, Por eso le expresa en público a ‘Marulanda’: “Yo estuve con un fusil en la mano, pero es posible buscar el camino de la política” pero manteniendo el dedo en el gatillo. Es algo así como insinuarle al vecino: Tengo unos perros rabiosos, con espuma en la boca, de guardianes de mi casa pero alojados en tu patio. Anunciarle que los perros son muy feroces y que podrían morderlo; pero que los mantiene encadenados bajo su control, pero a sus órdenes; así manda este amenazante mensaje: que nadie pase a donde estoy sin mi permiso, porque les suelto los perros; ellos son inofensivos cuando los amarro y los alimento, así sólo ladran, pero pueden morderte si no les pasas la mano y los aceptas, me vas a obligar a soltártelos.

Chávez, actúa en este instante como un político confesamente subversivo alojado en Miraflores, fingirá y simulará actuar como un democrata; pero atormentado por sus dos peores pesadillas intentará maniobrar para obtener siempre ventajas estratégicas, que le garanticen su supervivencia política en el tiempo, por su ambición de poder y su presunto apetito de hacer historia; por eso no sería bueno subestimarlo, desea negociar con ventaja, es truquero.