domingo, agosto 03, 2008

El imperio del estómago


POR:ARCANGEL VULCANO.

A la gran mayoría de los venezolanos nos importan poco en realidad los devaneos ideológicos del Sr Chávez, sus largas disertaciones sobre el combate y sus batallas virtuales artificiales contra el imperio estadounidense. A los venezolanos nos importa en general es el imperio del estomago.

No existe en Venezuela absolutamente ninguna persona cualquiera sea su condición social, racial, religiosa, sexual, política ideológica, que no sufra las consecuencias y los perniciosos efectos de la actual inflación y el alto costo de la vida. La gran mayoría de los venezolanos -salvo contadísimas excepciones- estamos actualmente muy seriamente afectados por los problemas básicos que padece nuestra sociedad, pero especialmente nos preocupa saciar dignamente las más elementales necesidades que exige el imperio de nuestros respectivos estómagos, al que cuesta cada día más satisfacer adecuadamente. Simplemente porque el menguado presupuesto no nos alcanza a la mayoría, para sostener un nivel de consumo básico y elemental. Es el imperio de nuestros estómagos el que en verdad gobierna el mundo, todos los días debemos alimentarlo aunque no queramos.

Los temas y problemas que el realidad más nos preocupan, son los que nos afectan en mayor grado, como por ejemplo: sobrevivir dignamente; la inseguridad personal; los constantes asesinatos y robos que sufren miles de venezolanos víctimas del hampa desbordada, incontrolable e irrefrenable, por la insuficiencia de políticas de seguridad eficaces; el alto costo de la vida; el desempleo; le escasez de productos esenciales del consumo masivo; la carencia de viviendas; el deterioro creciente de los principales servicios públicos esenciales que necesitamos consumir a todo evento como son los de electricidad, agua teléfono, transporte; nos preocupan en grado superlativo la paupérrima situación de algunos centros de salud pública, por la insuficiente dotación de indispensables y necesarios insumos médicos, medicamentos e instrumental quirúrgico; su inocultable deterioro, por la evidente falta del adecuado mantenimiento de las principales obras de infraestructura del estado, como autopistas, carreteras, puentes, calles, escuelas, universidades, hospitales, dispensarios, módulos policiales, centros de atención pública en general, estadios, canchas deportivas, en su gran mayoría venidas a menos por la displicencia y el descuido gubernamental en general (gobierno nacional, regionales y locales), que no atienden oportuna y adecuadamente sus obligaciones y deberes, si no que prefieren ocuparse de combatir en guerras virtuales, artificiales, en las que no se dispara jamás un tiro, sino pura pacotilla verbal, que en nada ayuda a los venezolanos a encontrar verdaderas soluciones a sus problemas vitales, esenciales, habituales y cotidianos; los gravísimos problemas a los que debe enfrentar a la buena de Dios, porque el gobierno obligado a hacerlo vive distraído y ocupado en otros menesteres (comprar armas en Rusia), ignorando los verdaderos problemas que más nos importan y aquejan diariamente a todos los venezolanos y que el caudillo en una oportunidad llamó infelizmente, como los "problemas menudos del pueblo", es decir, menudencias sin importancia.

Problemas vitales, esenciales y habituales del pueblo venezolano y que el gobierno deliberadamente soslaya, por estar torpemente ocupado en su combate virtual y verbal con el maluco imperio norteamericano, que supuestamente nos amenaza con invadirnos con su cuarta flota, pero que no termina de hacerlo jamás, porque ni nos invade, ni nos hace nunca absolutamente nada, sino que por el contrario, nos paga religiosamente y puntualmente la cuantiosa factura petrolera que nos financia como nación, y entre otras cosas ayudan a costear los devaneos ideológicos y el proyecto político expansionista dizque bolivariano, del seudo líder revolucionario que dice que nos gobierna desde hace diez años.

Mientras el bocazas seudo revolucionario pronuncia diariamente sus interminables peroratas para arremeter con lo que él considera su enemigo a muerte, la gran mayoría de los venezolanos, dueños de la más gigantesca riqueza petrolera (que nunca vemos ni en sueños) jamás imaginada por nuestros libertadores, debemos conformarnos y resignarnos con librar la inevitable batalla diaria para sobrevivir y poder medio comer, así como librando la constante batalla, pero no contra el imperio gringo, sino contra el hampa desbordada que anda con el moño suelto matando, robando, delinquiendo, acechándonos y amenzándonos con enviarnos con boleto sin retorno al cementerio.
Libramos una verdadera batalla por sobrevivir; pero además ya nos es muy difícil poder costear suficientemente nuestras más elementales necesidades, nos crecen geométricamente nuestras carencias, mientras el Jefe supremo invierte multimillonarios recursos del fisco en financiar a sus socios ideológicos y sus proyectos políticos en otros países a costillas de nuestras necesidades más elementales diferidas, que nunca son suficientemente satisfechas como deberían.

Hoy en Venezuela hay el reaparecimiento de enfermedades endémicas que se creían superadas y dominadas, como por ejemplo la malaria; pero también existen según confiesan voceros oficiales más de 27 mil casos de dengue al año, y han rebrotado increíblemente temibles enfermedades ayer combatidas efectivamente, como el mal de chagas, la lessmaniasis , igualmente, acechan a nuestra población inocente, indefensa e impotente, padecimientos infecto contagiosos como la parotiditis (paperas), la meningitis, la neumonía, la tuberculosis, el sida, diarreas, etc.

Nuestras principales ciudades están colapsadas por montañas de basura, creciendo así la insalubridad y los riesgos a toda la población. La seudo revolución mal llamada bolivariana ha fracasado en el combate de estas patéticas realidades que la muestran tal cual es, como un inmenso y gigantesco engaño al pueblo, una enorme mentira, sustentada en cuantiosas y costosísimas propagandas, difundida por el brutal aparato de comunicación que maneja discrecionalmente a su antojo el régimen oprobioso, manipulador, cínico y desvergonzado que nos quiere meter gato por liebre, y que emplea principalmente para intentar en vano mantener el gran engaño, el infinito fraude que es en verdad; porque durante su pésima gestión gubernamental de diez largos años, el país está colapsado de problemas irresolutos, mientras el omnipotente faccioso seudo líder incesantemente repite historias y fábulas, desentierra glorias pasadas de los héroes nacionales, y nos habla sin parar de las batallas que libra contra el “amenazante” imperio gringo.

El indoblegable pueblo Venezolano libra es una lucha contra el imperio del estómago hambriento, ese es el que rige sus acciones ayer, ahora y siempre, él es un imperio invencible que nunca cesa de exigir que le den oportunamente lo suyo; ese imperio no perdona, no entiende de discursos edulcorados, ni de retórica barata, ni de fechas históricas gloriosas extraídas con pinzas, el imperio del estómago exige y ya; pero impone el ritmo de los acontecimientos presentes y futuros. El imperio del estómago puede mover montañas, moviliza a las masas y ejecuta las verdaderas revoluciones. El imperio del estómago votará en noviembre exigiendo que le den lo suyo, y ese día le importarán un comino las batallas virtuales contra el imperio yanqui, y sólo atenderá a las razones de peso, las reales, a los chillidos que se pronuncian desde la boca del imperio del estómago, los inocultables e insuperables aullidos del monstruo de millones de cabezas, integrados por millones de almas dueñas de estómagos pegaos al espinazo -léase barrigas vacías- el imperio del estómago vencerá, sin gritar “patria, socialismo o muerte”,simplemente porque sabrá sobrevivir, vivirá a pesar de, tragará grueso, engullirá y digerirá a quienes se le opongan, los molerá con sus corrosivos eficaces jugos gástricos, sin atender a explicaciones ideológicas. El imperio del estómago será siempre el triunfador y sabrá imponer sus leyes, pasará por encima de cualquiera, no se conformará con comer mariposas; ignorará sabiamente potes de humos, trapos rojos, habilidosas y artificiosas maniobras distraccionistas subliminales, para comer completo; se tragará a los fraudulentos engañadores de oficio, hará su digestión, y ya sabemos al final en lo que convierte el aparato digestivo todo lo que ingiere y digiere.

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