POR:JUAN ANTONIO MULLER.
El pueblo venezolano se encuentra a merced de un gobierno forajido que actúa al margen de la ley. Cuando ese gobierno anuncia expropiaciones como en el caso de Radio Caracas, Ávila Mágica, Sidor, y las plantas de cemento, pero pasados varios meses no se concretan las negociaciones ni se cancelan por los activos su precio justo, está actuando como Forajido.
De idéntica manera actúa como Forajido cuando obliga al poder legislativo, violando a la constitución, a habilitarlo por tiempo excesivo, para legislar en materias que no son de su competencia.
Forajido es el gobierno que apoyado en un Sistema Judicial sumiso viola los derechos humanos cuando mantiene presos sin el debido proceso por años a ciudadanos inocentes como es el caso de los comisarios y policías de la PM.
También actúa como Forajido cuando pone a la Contraloría de la República a inhabilitar administrativamente a dirigentes de la oposición mientras se hace de la vista gorda frente a la ratería rampante de funcionarios públicos.
El gobierno Forajido secuestra los otros poderes para que actúen en función de sus intereses. El TSJ o la Procuradoría aceptan sin chistar el mamotreto de 26 leyes por la Habilitante en abierta violación a la constitución y las leyes. Indignación produce lo que ha hecho el gobierno Forajido con nuestras Fuerzas Armadas, que ponen las armas al servicio de intereses políticos, relegando la sagrada defensa de la soberanía nacional.
Ejecutivo hipócrita el que califica al rey de España de fascista para después abrazarse con él o el que acusa al presidente colombiano de ser lacayo del imperio norteamericano para luego sellar con acuerdos comerciales sus diferencias. Hipócrita cuando invita a los empresarios a invertir mientras crea un cerco legal para que no puedan operar libremente o cuando habla de prensa libre pero impide el trabajo de periodistas en las dependencias públicas.
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1 comentario:
Yon Goicoechea // El "mandamás"
Contra el militarismo creo en la palabra, contra el miedo creo en la libertad
El presidente Chávez ha modificado nuestra vida sin consultarnos. Publicó 26 leyes, que expresan la transformación deseada para Venezuela: convertirla en una finca en la que el "mandamás" imponga lo bueno, lo malo y todo lo que se deba ser, hacer, pensar o sentir.
Estos decretos pretenden imponerse como leyes, con fundamento en una habilitación legislativa que es inconstitucional desde el primer día. Rescatan la reforma constitucional de contrabando y, lo que es peor, impone el socialismo maltrecho y prostituido de una revolución que se ha convertido en un criadero de ladrones y esclavos.
Pero el pueblo no es esclavo de nadie, simpatizar con Chávez no es igual a quedarse callado ante el militarismo. Estas leyes carecen de lo que los abogados llamamos "validez social", nadie creerá en ellas y, al cabo de un tiempo, tampoco creerán en quien las dicta ¿Y cómo se aplica lo que nadie conoce o cree? ¿Qué ley es más fuerte que toda la cultura?
Lo que sí hace muy bien el Presidente es jugar con los tiempos, publicó estas leyes en medio del complicado proceso de unidad que vive la oposición, el cual neutraliza todo. Esto le ha permitido postergar las reacciones sociales adversas, que de otro modo se producirían de inmediato. No hay que seguir este trapo rojo, la única manera de combatir a Chávez es ganando espacios de poder, sin desesperarse. Estos días son para concertar la unidad y no hay artimaña que la tumbe, estamos "claritos".
Puede que este artículo se plantee un dilema ético ¿Qué es más importante, las elecciones o las leyes? Humildemente, pienso que si no ganamos las elecciones tendremos que soportar muchas más leyes como estas y, además, la reelección indefinida.
Contra el militarismo creo en la palabra, contra el estatismo creo en la sociedad, contra el miedo creo en la libertad ¿Cuántos venezolanos creen como yo? Cuantos están dispuestos a crear la fuerza vencedora de noviembre de 2008. Empecemos la avanzada, hemos defendido demasiado.
goicoechea.yon@gmail.com
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