El reino primitivo de Chávez.

POR: ARCANGEL VULCANO.

Los recientes anuncios del Sr Chávez, especialmente el referido a la adquisición del banco de Venezuela puede naturalmente encuadrarse dentro de los abiertos y confesos objetivos políticos del régimen, que se enmarcan dentro de varios objetivos estratégicos del gobierno, que persigue invariablemente en la ejecución, consolidación y consumación de un proyecto político personalista, autocrático y totalitario, de dominación absoluta y hegemónica de toda la sociedad democrática venezolana, que persiguen la defenestración del orden democrático, que en teoría facilitarían y permitirían la instauración de un nuevo orden político denominado como socialista del siglo XXI pero que no es tal, y que en realidad podría definirse como un modelo sociopolítico en el que funcionaría un verdadero capitalismo de estado, sustentado por un régimen con evidentes tendencias fascistas, inspirado en ideas obsoletas, sostenido artificialmente por un líder a través de sus hábiles manipulaciones, su decadente demagogia y populismo, que difunde la absurda y engañosa imagen de que es providencial, único, predestinado; pero en realidad es un caudillo antidemocrático, cínico e inmoral, sostenido con las facilidades que provee el cuantioso manejo irregular y discrecional de los multimillonarios recursos financieros del fisco y de la intimidante fuerza militar armada de que dispone.

Es muy grave, lo que está ocurriendo en Venezuela; no contento con el anuncio de la medida arbitraria y sorpresiva de nacionalizar el banco de Venezuela, apenas ayer el Sr Chávez entre gallos y media noche, se burla del pueblo venezolano y sin consultar a nadie aprobó y promulgó 26 decretos leyes que nadie conoce; lo ha hecho el último día en el que expiraban sus poderes habilitantes; tal actitud reflejan claramente las ambiciosas malas intenciones del régimen, que ha asfixiado sistemáticamente y selectivamente a las empresas privadas venezolanas.

El Sr Chávez no se detiene en sus planes de imponerle a los venezolanos su visión política primitiva y hegemónica de la sociedad, y no escatima en gastos, ni ahorra en esfuerzos para desplegar y ejecutar sus fines y objetivos políticos; por lo que la sociedad venezolana luce a la defensiva.

No hay que olvidar que el Sr Chávez ha confesado que la actitud política preferida que suele adoptar en el combate político es “el contraataque”, sobre todo cuando se siente acorralado, es lo que mejor cree saber hacer al parecer. Hoy tenemos la impresión luego de escucharlo atentamente que ya en Venezuela no vivimos en una democracia, ni estamos regidos por un estado de derecho, sino que pareciera que hemos retrocedido a épocas pasadas, y ahora viviéramos en un viejo reino feudal, en el que gobierna una especie de dinosaurio, una suerte de rey ortodoxo, periclitado y obsoleto, que no entiende lo que es la democracia. Es el reino primitivo de Chávez.