Por: Pablo Medina.
La sociedad venezolana se halla seriamente preocupada por la desmedida adquisición de armas por parte del gobierno de Hugo Chávez, creando un desequilibrio de equipamiento castrense entre los países suramericanos, y generando una suerte de carrera armamentista no justificable por cuanto no existe ninguna amenaza de invasión de potencia militar alguna que ponga en peligro la soberanía de nuestras naciones. De no frenar estos impulsos, Suramérica pudiera llegar a ser una zona explosiva.
Presidente Vladimir Putin el régimen venezolano ha contratado con su administración varios miles de millones de dólares en armamentos convirtiendo a su gobierno en el principal proveedor de armas para Venezuela, hecho paradójico por cuanto ustedes realizan conversaciones con Estados Unidos y otros países para el control de armas nucleares y misilísticas.
Congresistas inquieta la información del diario de negocio ruso “Kommersant” donde anuncia una nueva visita del Teniente Coronel a Moscú a objeto de firmar un convenio preliminar con su gobierno para la compra de cinco submarinos a diesel Proyect 636 del tipo Kilo y luego otra adquisición de cuatro modernos Proyect 677 del tipo Amur hasta completar nueve unidades, donde “Los Perros de la Guerra” deben estar nuevamente frotándose las manos.
Putin usted, como socio militar del gobierno venezolano está en el deber de tener conocimiento acerca de la política autoritaria que adelanta este gobierno, el cual se encamina en cierta forma a lo ocurrido en su país en el régimen de Joseph Stalin, lo que fue alertado por brillantes intelectuales de la época. Su amigo el Teniente Coronel avanza en la construcción del Partido Único sobre la base del miedo y el chantaje.
Crímenes de Estado parecidos al de KIROV, la colectivización de la economía, la militarización de la vida nacional, la hegemonía comunicacional oficialista, la restricción de La Libertad de Expresión, de las libertades públicas y reiterados fraudes electorales.
Alertamos a la Comunidad Internacional de la publicitada guerra asimétrica de Chávez contra el pueblo venezolano. Con la carrera armamentista desafía a los ciudadanos y es dirigida para mantenerse en el poder. Utiliza el antiimperialismo como coartada. Son públicas y notorias las arengas contra el gobierno de Estados Unidos, aunque con la doble moral de conservar relaciones diplomáticas y aumentar considerablemente las importaciones con ese país.
No es la primera ni la última circunstancia que grupos militares en nombre de la soberanía de sus respectivos países ejecutan maniobras castrenses para superar crisis internas y afianzarse en el poder.
Actualmente el pueblo venezolano y sus estudiantes protagonizan una hermosa batalla por La Democracia y La Libertad, a consecuencia de que el autócrata ordenó el cierre del pionero y principal canal de televisión acusándolo de “golpista”.
Presidente Putin, su socio por poseer el control de todos los Poderes Públicos, fue complacido por el Tribunal Supremo de Justicia el cual dictaminó una sentencia amañada que hasta despojó a RCTV de sus equipos.
El acusa de golpista al canal de TV, siendo Chávez quien estimuló la crisis del 11 de abril de 2002 para dar un autogolpe de Estado. Así queda reflejado cuando confiesa ante La Asamblea Nacional el 15 de enero de 2004, que fue él quien provocó esa crisis.
En Venezuela durante estos ocho años de “Patria Socialismo o Muerte” se ha acentuado la criminalidad y la violencia, cuya cifra roja está por el orden de cien mil muertos, mientras usted contribuye a armar a este régimen militarista con pretensiones genocidas, como ocurrió el 11 de Abril de 2002. Entonces los venezolanos preguntamos ¿No hay quien frene la locura armamentista en Venezuela y los países del Sur?Ante este peligro Presidente Putin y Señores del Congreso los exhortamos a examinar el momento político venezolano para que evalúen las ventas de armas al gobierno de Hugo Chávez.
Asimismo, es oportuno exhortar a las Naciones Unidas a la apertura de un debate sobre la paradójica situación de los países que integran La Unión de Naciones del Sur que hablan constantemente de integración y simultáneamente se equipan de armas en un mar de derroche de dinero, mientras los pueblos se hunden en la miseria.
Fuente: noticieroDIGITAL.com
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