domingo, julio 06, 2008

Enfermero de Ingrid Betancourt, Willian Pérez recibido con júbilo en Riohacha


POR:PAOLA BENJUMEA BRITO.

Multitudinario recibimiento en Riohacha para el cabo William Pérez, enfermero de Ingrid Betancourt,

Automóviles, motocicletas y gente de a pie salió a las calles para darle la bienvenida al soldado guajiro que estuvo 10 años en poder de las Farc.

Pérez fue liberado el pasado miércoles junto con otros 14 secuestrados.

Calle de honor y celebración en el hogar.

El cabo Pérez llegó al aeropuerto Almirante Padilla de Riohacha, su tierra natal, a las 11:30 de la mañana en un vuelo comercial, procedente de Bogotá, en compañía de su madre, Carmen Medina, y de algunos de sus hermanos.

Ya en la pista, los soldados del batallón Cartagena le hicieron una calle de honor, mientras que familiares, amigos y conocidos lo abrazaban y le daban la bienvenida a la libertad.

El trayecto del aeropuerto hasta su residencia, en el barrio Cooperativo, que normalmente se hace en cinco minutos, se demoró cerca de dos horas.

A bordo del camión de bomberos voluntarios, el cabo Pérez, que vestía suéter azul, bluyín y tenis, hizo el recorrido por las principales calles de Riohacha, a donde automóviles, motocicletas y gente de a pie se volcaron para recibirlo con aplausos, banderas y pañuelos blancos.

En el barrio Cooperativo, sus vecinos lo esperaban con pancartas en las se leían mensajes como: "Bienvenido al seno de tu familia", "El Cooperativo te recibe con los brazos abiertos", "tu libertad es el mejor regalo que has recibido, felicidades".

"Estoy sorprendido y muy orgulloso de todo el pueblo guajiro, de la solidaridad, la gente en las calles, me siento muy contento por eso", dijo el cabo Pérez y pidió que le permitieran estar unos minutos a solas con su familia, con quienes apenas ha podido hablar.

La sala de su casa estaba decorada con globos y serpentinas, y en una mesa estaban un pastel y dos botellas de champaña. Pero no hubo tiempo de brindar. Después de un corto saludo con sus hermanos, tíos y sobrinos, William agradeció el efusivo recibimiento y se encerró en una habitación para descansar.

Aunque su madre Carmen y sus hermanos viajaron el pasado jueves a Bogotá para reencontrarse con él, solo han podido estar juntos pocos minutos. "Ese día llegamos a la 1:45 de la tarde y vimos a William a las 3:00. Estuvimos con él como 20 minutos porque se los llevaban a cada rato para hacerle exámenes. Al día siguiente, lo vimos otros 20 minutos y no lo volvimos a ver más hasta hoy", contó doña Carmen, quien durante todos estos años no perdió la esperanza de ver regresar a su hijo.

El cabo Pérez, de 33 años, fue secuestrado el 3 de marzo de 1998 en la toma a la base de El Billar (Caquetá). Durante su cautiverio murió su padre, Pedro Pérez, de un infarto, y el pasado viernes, a tan solo 48 horas de estar en libertad también falleció su abuelo materno, Anselmo Medina, quien no alcanzó a reencontrarse con él tras su rescate.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por su parte, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha salido al paso de las informaciones de una radio suiza que asegura que la operación de rescate en realidad fue una entrega a cambio de dinero. "Por ahí hay unos amargados que están tratando de desacreditar esa operación. Es que esos amargados conocen a Colombia de lejos. Por allá en un frío europeo, ellos qué van a saber del ingenio colombiano. Ellos creen que el ingenio colombiano son los matones de las FARC", ha afirmado Uribe desde Aguadas, en el departamento de Caldas, en declaraciones recogidas por Caracol Radio.

El presidente colombiano ha reiterado su agradecimiento al Ejército por el éxito de esa operación. "Los colombianos sentimos por la Fuerza Pública de la Patria algo muy grande, que lo resumimos en dos palabras: gratitud y esperanza".

Uribe ha afirmado que aunque se logró el rescate de 15 personas, aún siguen secuestrados 27 civiles y militares. "Aquí nos quedan dolores. No hemos podido lograr la liberación del doctor Lizcano y hay 700 o 750 colombianos secuestrados por las FARC en los últimos diez años, que no han vuelto a sus hogares. Pero vamos a seguir esta tarea. Y hay con quien", dijo.