Los españoles que eligieron Venezuela hace décadas como su nuevo hogar se van retirando paulatinamente del país... del país donde nacieron sus hijos, donde crecieron sus familias. La dura política de Hugo Chávez está marcando este exilio forzado. El Confidencial ha vivido de cerca los problemas de la población española en este país.
Empresarios, comerciantes y representantes de distintos sectores sociales de los estados de Falcón y Carabobo coinciden en su dictado: “El rey nos hizo flaco favor enfrentándose a Chávez. Desde que le mandó callar, la consigna hacia los españoles es secuestrar y asesinar como clara represalia”. Curiosamente, el viernes se ha sabido que Chávez vendrá a Madrid la próxima semana y que se reunirá con Su Majestad y Zapatero.
“La situación en Venezuela se ha hecho insostenible”, nos explica el empresario Ricardo V. M., cuya esposa fue secuestrada hace unos meses. “Si antes la consigna eran unas agresiones medidas a nuestra comunidad, ahora se han triplicado y no nos dejan en paz. Niños con doce años portan pistolas y nuestras vidas valen el precio de unas Nike”.
Estas duras declaraciones parten del cabeza de familia de una dinastía hispana que lleva varios años instalada en el estado de Carabobo. Hace unos meses su esposa fue secuestrada y sus dos hijas, Sandra y Rebeca, quedaron traumatizadas. “A la pequeña le dijimos que su madre estaba de negocios en Nueva York. Solo yo sabía que mi esposa estaba encañonada por unos ‘malandros’ que le daban de comer una arepa una vez al día”.
Se calcula que más de 40.000 españoles han abandonado paulatinamente el país caribeño bajo el mandato de Hugo Chávez. Rodrigo Fragua, que lleva desde los años 50 en Caracas, ha hecho el atillo y dice que se vuelve a Orense: “Aquí lo tenemos todo para vivir bien... todo menos la libertad y la seguridad en nuestras vidas que, al fin y al cabo, lo es todo. A mi hija Loreto la tuvieron 30 días retenida hasta que pagamos. No queremos sufrir esa tortura una vez más, ir por la calle siempre mirando para atrás. Por eso nos vamos”.
El 23 de noviembre, los venezolanos acuden a las urnas a votar a sus alcaldes en los diferentes estados. “Este sería un momento perfecto para que se produzca una rebelión federal, el gobierno está dando un golpe de estado a la constitución y debe ser castigado. Nosotros, gracias a Dios, ya no estaremos” recalca Fragua.
Empresarios españoles secuestrados
“Los turistas ya no quieren venir a esta Tierra de reyes”, recalca Ricardo. El paseo de un turista por los estados de Carabobo, Anzóategu, Yaracuy o Falcón es un juego de ruleta rusa. Según el Cuerpo de Investigaciones Científicas y Criminalísticas de Venezuela, más de doscientas personas mueren un fin de semana en Caracas tiroteadas en plena calle. Juan Carlos Benítez Armas, un empresario español que viajó a Caracas el pasado 24 de junio, no quería ser un número más en las estadísticas de asesinatos y desde el aeropuerto de la capital venezolana se trasladó por seguridad al estado de Anzóategui. A pesar de intentar driblar el mal fario, su destino ya estaba marcado. Dos delincuentes le secuestraron en Anaco.
Los secuestradores ya se han puesto en contacto con la familia del canario pidiendo un rescate por su liberación. Se trata de una cuantiosa suma de dinero que aún no han reunido.
Éste no es el único caso de empresarios españoles secuestrados en Venezuela en lo que va de año. Raimundo Reinoso, gallego de 57 años afincado en Caracas, fue capturado a finales de febrero cuando se dirigía a su taller. Jesús Ovidio Domínguez y Maximino Manuel Brito, también residentes en el país venezolano, desaparecieron el 3 de marzo y fueron liberados dos semanas después.
En estos dos últimos casos, la intervención de agentes venezolanos y españoles especialistas en casos de secuestros y extorsiones fue decisiva para la liberación sin que se tuviera que pagar rescate.
No tuvieron la misma suerte J.M.P. y M.P.P., dos niños de 10 y 12 años, que viajaron desde Torrent Valencia a Venezuela para disfrutar de unas vacaciones con su tío, David Barreto. Los niños fueron secuestrados junto a su familiar.
El caso de Héctor Fernández, que publicaba recientemente El Confidencial, se viene a sumar a las denuncias de españoles residentes en Venezuela que han visto confiscadas sus propiedades y tierras por parte de presuntos grupos chavistas. Cada día son más los que protestan por las reformas que lleva adelante el régimen. Los representantes de la casa de España en Venezuela han pedido que el Ministerio de Asuntos Exteriores intervenga ante el agravamiento de los problemas con sus propiedades y tierras, invadidas, intervenidas y confiscadas de forma "ilegal y violenta" por grupos seguidores del presidente Hugo Chávez.
Casas abandonadas
Este empresario español puntualiza que ha habido una propuesta para que varios de los representantes de la Casa de España en Venezuela se presenten ante el Senado de nuestro país para exponer sus casos y pedir el cumplimiento del acuerdo bilateral para la promoción y protección recíproca de inversiones. Ese pacto "garantiza" la propiedad y legalidad de las doscientas fincas e inmuebles invadidos. Los afectados quieren que se respeten sus tierras o, en caso de expropiación, que reciban una indemnización acorde”.
Todo ello, tras las continuas amenazas que ha venido lanzando Hugo Chávez desde que la Unión Europea aprobó en junio la llamada ‘directiva de retorno de inmigrantes ilegales’, que afectará a millones de personas.
Un buen número de empresas estadounidenses y europeas ya están abandonando el país por el aumento de impuestos y los procesos de nacionalización emprendidos por su Gobierno en algunos sectores, como el siderúrgico y el petrolero. La única represalia que podría tomar Chávez sería un aumento de las tasas por inversión. No obstante, las experiencias relatadas por los españoles residentes en aquel país demuestran que los ánimos están caldeados.
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