POR ARCANGEL VULCANO
Venezuela necesita mucho más que la unidad para superar exitosamente la crisis que la acecha y atraviesa. Se requiere, es verdad, de la indispensable unidad de la oposición democrática; pero eso no basta, para vencer los serios desafíos que enfrentaremos en el complejo futuro nacional. Para encarar con relativas probables posibilidades de éxito en las próximas elecciones regionales, es esencial lograr la unidad de la oposición; pero también nos preocupan muchísimos otros temas no menos importantes, como por ejemplo, el tema de la revisión del registro electoral; la ausencia de transparencia e imparcialidad por parte de la mayoría de los integrantes de la directiva del CNE; la injustificable e inaceptable actitud displicente y tolerante del organismo electoral, con respecto a la abusiva y grotesca adelantada campaña electoral que despliega a destiempo y fuera del lapso electoral el ejecutivo, a través de todos los medios de comunicación del estado y también los privados, a los cuales les impone por vía legal la obligación de transmitir desproporcionadas e ilimitadas cuñas publicitarias y sus interminables cadenas presidenciales, para promocionar de manera ventajista su parcialidad política; pero además, y no menos grave,es muy preocupante, la evidente connivencia, la anuencia, complicidad y el visto bueno de todas las instituciones del estado hacia el gobierno, que están obligadas a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la república, quienes tienen el deber de garantizar la vigencia del estado de derecho, así como también la obligación de controlar, fiscalizar, supervisar, restringir, impedir, sancionar, penalizar y castigar a los infractores y abusadores; instituciones controladas por el régimen, como los son el resto de los poderes públicos del estado, que lo integran, los poderes, judicial, legislativo, y el ciudadano, penosamente sumisos y arrodillados a los designios del gobierno. Tenemos a Ministros,Gobernadores, Alcaldes y a toda clase de funcionarios públicos de distinto nivel (impedidos por la ley) haciendo cínicamente, delictivamente, campaña propagandística publicitaria electoral, con el descaro más absoluto; y por supuesto el caudillo presidente impartiendo cátedra a sus aduladores; ¡qué cinismo! ¿Dónde están los órganos del poder público obligados a impedírselos?
Asistimos con estupor a un injusto y desequilibrado escenario preelectoral, en donde con absoluta impunidad desde el poder ejecutivo, dirigido por un caudillo inmoral antidemocrático, desde el ejercicio abusivo de su cargo comete toda clase de excesos, arbitrariedades, delitos y atropellos, sin ningún tipo de escrúpulos y limitaciones; pero lo más grave, sin que los entes del estado obligados a impedírselo efectivamente muevan siquiera un dedo para controlarlo. A la luz pública, Chávez comete peculado de uso de los bienes del estado para hacer campaña electoral en beneficio de su partido y sus candidatos;comete igualmente malversación de fondos, intentando comprar conciencias, manipulando, traficando con el dolor ajeno, malbaratando,regalando y disponiendo lo que no le pertenece a manos llenas, empleando los multimillonarios recursos financieros y logísticos provenientes del fisco y el estado nacional sin controles; y además, delinque cometiendo tráfico de influencias; esto es sencillamente intolerable e inaceptable.¿Dónde está el Contralor General de la República ? -inhabilitando a la disidencia- ¿Dónde está la Fiscalía General de la República? -enjuiciando a los presos políticos- ¿Dónde está la defensoría del Pueblo? -defendiendo siempre al gobierno y sus mercenarios- Es muy preocupante su actitud de desvergonzada complicidad con el caudillo; algún día el pueblo venezolano se los sabrá cobrar; serán tildados como esbirros .
La oposición democrática, a parte de las naturales dificultades que debe enfrentar para lograr articular una plataforma electoral unitaria, necesita igualmente poder conformar, integrar, promocionar y saber proyectar un liderazgo colectivo con un nuevo perfil, que lo muestren ante el país como honesto, auténtico, preparado, dinámico, vigoroso, refrescante, novedoso, no contaminado, ni corrompido, sin ataduras hacia el pasado, auspicioso, esperanzador, motivador, organizado, movilizado y muy eficaz -nada fácil la tienen-.
Venezuela necesita mucho más que la unidad para superar exitosamente la crisis que la acecha y atraviesa. Se requiere, es verdad, de la indispensable unidad de la oposición democrática; pero eso no basta, para vencer los serios desafíos que enfrentaremos en el complejo futuro nacional. Para encarar con relativas probables posibilidades de éxito en las próximas elecciones regionales, es esencial lograr la unidad de la oposición; pero también nos preocupan muchísimos otros temas no menos importantes, como por ejemplo, el tema de la revisión del registro electoral; la ausencia de transparencia e imparcialidad por parte de la mayoría de los integrantes de la directiva del CNE; la injustificable e inaceptable actitud displicente y tolerante del organismo electoral, con respecto a la abusiva y grotesca adelantada campaña electoral que despliega a destiempo y fuera del lapso electoral el ejecutivo, a través de todos los medios de comunicación del estado y también los privados, a los cuales les impone por vía legal la obligación de transmitir desproporcionadas e ilimitadas cuñas publicitarias y sus interminables cadenas presidenciales, para promocionar de manera ventajista su parcialidad política; pero además, y no menos grave,es muy preocupante, la evidente connivencia, la anuencia, complicidad y el visto bueno de todas las instituciones del estado hacia el gobierno, que están obligadas a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la república, quienes tienen el deber de garantizar la vigencia del estado de derecho, así como también la obligación de controlar, fiscalizar, supervisar, restringir, impedir, sancionar, penalizar y castigar a los infractores y abusadores; instituciones controladas por el régimen, como los son el resto de los poderes públicos del estado, que lo integran, los poderes, judicial, legislativo, y el ciudadano, penosamente sumisos y arrodillados a los designios del gobierno. Tenemos a Ministros,Gobernadores, Alcaldes y a toda clase de funcionarios públicos de distinto nivel (impedidos por la ley) haciendo cínicamente, delictivamente, campaña propagandística publicitaria electoral, con el descaro más absoluto; y por supuesto el caudillo presidente impartiendo cátedra a sus aduladores; ¡qué cinismo! ¿Dónde están los órganos del poder público obligados a impedírselos?
Asistimos con estupor a un injusto y desequilibrado escenario preelectoral, en donde con absoluta impunidad desde el poder ejecutivo, dirigido por un caudillo inmoral antidemocrático, desde el ejercicio abusivo de su cargo comete toda clase de excesos, arbitrariedades, delitos y atropellos, sin ningún tipo de escrúpulos y limitaciones; pero lo más grave, sin que los entes del estado obligados a impedírselo efectivamente muevan siquiera un dedo para controlarlo. A la luz pública, Chávez comete peculado de uso de los bienes del estado para hacer campaña electoral en beneficio de su partido y sus candidatos;comete igualmente malversación de fondos, intentando comprar conciencias, manipulando, traficando con el dolor ajeno, malbaratando,regalando y disponiendo lo que no le pertenece a manos llenas, empleando los multimillonarios recursos financieros y logísticos provenientes del fisco y el estado nacional sin controles; y además, delinque cometiendo tráfico de influencias; esto es sencillamente intolerable e inaceptable.¿Dónde está el Contralor General de la República ? -inhabilitando a la disidencia- ¿Dónde está la Fiscalía General de la República? -enjuiciando a los presos políticos- ¿Dónde está la defensoría del Pueblo? -defendiendo siempre al gobierno y sus mercenarios- Es muy preocupante su actitud de desvergonzada complicidad con el caudillo; algún día el pueblo venezolano se los sabrá cobrar; serán tildados como esbirros .
La oposición democrática, a parte de las naturales dificultades que debe enfrentar para lograr articular una plataforma electoral unitaria, necesita igualmente poder conformar, integrar, promocionar y saber proyectar un liderazgo colectivo con un nuevo perfil, que lo muestren ante el país como honesto, auténtico, preparado, dinámico, vigoroso, refrescante, novedoso, no contaminado, ni corrompido, sin ataduras hacia el pasado, auspicioso, esperanzador, motivador, organizado, movilizado y muy eficaz -nada fácil la tienen-.
Debe ser un liderazgo moderno y muy eficaz que logre sistemáticamente aglutinar a una nueva mayoría nacional, en torno a un proyecto de país alternativo al decadente, totalitario, militarista, autocrático, ególatra, mesiánico, populista, demagógico y seudo revolucionario impulsado por la inescrupulosa, inmoral y cínica camarilla oficialista que ejerce desvergonzadamente e ilegítimamente el poder hegemónico; un liderazgo emergente que sea verdaderamente democrático, humanista, incluyente, progresista, amplio, sin barreras ideológicas, que permitan de nuevo enamorar, seducir, persuadir, convencer y encausar al país mediante nuevos ideales y paradigmas que lo nutran y revitalicen, para así poder realizar efectivamente los indispensables cambios económicos, políticos, sociales y culturales urgentes que estamos necesitando y reclamando para reencausar a la nación hacia un mejor camino de progreso, paz, seguridad, estabilidad y óptimo mejoramiento colectivo.
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