miércoles, junio 27, 2007

¿CHÁVEZ POR QUÉ APAGASTE LA LUZ?


Chávez nos ha resultado ser un buen estratega pero un muy mal táctico, porque siempre nos muestra las costuras, lo cual nos ha quedado en evidencia muchas veces, pero se nos ha hecho especialmente notorio más recientemente, específicamente con motivo del evento inaugural de la Copa América, cuando junto a sus colaboradores, apagó la luz en pleno discurso. Chávez por qué apagaste la luz?, explicaremos por qué.

Habíamos anticipado, identificado y determinado claramente su táctica para distraer y confundir a la oposición, antes del juego inaugural, al previamente difundir el rumor de su “huida a Rusia”. Necesitaba garantizarse la expectativa para quedar como un valiente, al concurrir a un estadio con 40 mil espectadores que se suponían integrantes de una ciudad como San Cristóbal considerada como mayoritariamente opositora al gobierno, en vista de que en las pasadas elecciones presidenciales, así se había evidenciado, al perder en esa importante capital andina, además de que en el último encuentro preparatorio de la selección vino tinto, donde el gobierno no controló las entradas al estadio, se pudo escuchar el estruendoso abucheo del público asistente, entonando el ya emblemático cántico dirigido al comandante, que le debe resultar tétrico: “y va a caer este gobierno va a caer”, el cual seguramente lo petrifica.

En ese marco previo, era lógico que Chávez, herido en su orgullo, en virtud de su conocida personalidad egocéntrica, a todo evento debía plantearse una estrategia que le garantizara evitar recibir en cadena nacional, una reacción del público asistente de las mismas proporciones y características, considerando que su prestigio, imagen y su ego estarían expuestas riesgosamente ante el mundo.

El temor de Chávez en ese estadio, aparte de la posibilidad de sufrir un atentado, que ha denunciado hasta la saciedad, también le aterraba la posibilidad de recibir el más terrible daño que se pudiera proferir a un líder: el rechazo de su pueblo ante el mundo, la desaprobación de su gestión, recibir el repudio colectivo frente a las cámaras, temía recibir un daño a su inflado ego, además de que no puede soportar las críticas de nadie sin sufrir evidentes explosiones de ira.
Pero su temor más grande era que durante la transmisón del evento lo abuchearan en masa ante las cámaras quedando en evidencia por su caida en la popularidad; es por lo que debía traerse al estadio a sus partidarios, para evitarlo y no dejar nada al azar; se preparó adecuadamente como corresponde, previendo los detalles mínimos, incluso el de acaparar las entradas, para así garantizarse seleccionar a los invitados a su fiesta, debió decirse a si mismo: "Transmitiré lo que necesite transmitir y tengo todo para hacerlo, televisoras, logística, recursos, soy el dueño del estadio, de la seguridad, tengo las entradas, a mi favor al técnico, el equipo, soy el novio de la madrina, tengo todo a mi favor, entonces verán y oirán lo que a mi me convenga. (Estrategia lógica) . Diré que no estaré y me iré a Rusia (je,je) para distraerlos y confundirlos, mientras lo preparo todo, y llego de improviso, con Maradona y Evo (la táctica).

En tal virtud, Chávez junto a su equipo íntimo, asistido debidamente por el poderoso aparato logístico, propagandístico y publicitario del que dispone sin límites, debieron articular y ejecutar un plan para garantizarse lucir ante el mundo como un jefe de estado querido y aceptado incondicionalmente por su pueblo, aparentar ser un líder incontrovertible, lo cual no es verdad.

Dijimos al principio, que Chávez nos resultaba buen estratega pero un mal táctico, porque siempre terminan viéndosele las “costuras”, es decir, concluye cometiendo serios errores en la aplicación de las tácticas, que dejan al descubierto la estrategia. Cuando eso pasa, la estrategia también al ser develada, se evidencian las intenciones y el plan queda descubierto restándole efectividad. Podríamos decir que la estrategia usada en este caso era buena y la táctica escogida la correcta, pero el plan fue mal ejecutado, porque no fallaron las tácticas sino quienes debían ejecutarlas, y por eso no fueron totalmente efectivas, aunque su elección fuera la apropiada.

En el caso que nos ocupa, ya sabemos cual era la estrategia central para que Chávez pudiera garantizarse un resultado exitoso, que no era otro que pudiera asistir al estadio y pronunciar un discurso sin ser abucheado y herido en su ego, y así poder hacer la transmisión televisiva en cadena, que sería vista por millones de personas. La táctica, era la correcta también, como la hemos develado ayer, en otras entregas. ¿Qué le falló?

Le falló la ejecución del plan por un imponderable que ocurrió –siempre algo le sale mal, como en el viaducto- y que todo el mundo vio. Debió apagar la luz principal que iluminaba las tribunas del estadio en pleno discurso; pero además, durante su inusual brevísima intervención, sus organizadores comenzaron a lanzar fuegos artificiales, ruidosas explosivas bombas pirotécnicas, y a regular sin profesionalismo el sonido de la propia transmisión, terminó siendo tan pésimo el audio, que no se escuchaba nítidamente lo que decía el público, pero tampoco lo que hablaba el orador, lo cual obviamente fue deliberado y se notó (las costuras). Pero al caudillo infalible, omnipotente que se siente, eso no pareció importarle, pensamos que su objetivo esta vez no era ser escuchado por el público asistente en el estadio, al que seguramente consideraba minúsculo -40 mil almas- comparado con el que aspiraba tener en el mundo, por eso ignoró al público irrespetándolo, dejándolo a oscuras -que no los vean, les dió a entender- le preocupaba sin duda eran los millones de personas que lo verían y escucharían por la transmisión televisiva en cadena, tal y como quedó evidenciado; todo lo tenía muy bien pensado, pero nada le sale bien.

Nos preguntamos entonces: ¿Por qué apagaron la luz que iluminaba al público en las tribunas, por qué lanzaron sonoras bombas y fuegos artificiales en pleno discurso de un presidente que nunca tolera ni soporta -cuando “les está hablando el líder”- ningún tipo de interrupciones, ni siquiera se los permite a sus propios fanáticos seguidores en sus largas cadenas televisivas?.

Las respuestas son varias: Porque el público no oficialista que logró adquirir esforzadamente las entradas, - el gobierno las restringió y acaparó- con gran valentía, coraje y dignidad, a riesgo de ser apresados por los cuerpos de seguridad, o tal vez hasta agredidos por la mayoritaria concurrencia partidaria del oficialismo, en una ciudad considerada opositora como lo es San Cristóbal, comenzó a gritar: “Libertad, libertad” y a abuchearlo. Pita que mereció.

Por eso los fuegos artificiales sonoros, para intentar en vano ahogar los gritos pidiendo libertad del democrático e indoblegable pueblo venezolano, para así desesperadamente tratar de sobredimensionar y adornar hacia el exterior a un presidente ególatra, maquillando su devaluada imagen de jefe de facción autocrático, personalista y narciso, que cada día buena parte del pueblo rechaza, porque sufre en la pasmosa realidad sus más recientes medidas conculcadoras de sus derechos ciudadanos, creciendo el desencanto colectivo de la población, y a eso le teme.

Podríamos responder a la pregunta ¿Chávez por qué apagaste la luz? diciendo que Chávez apagó la luz, de las tribunas intentando en vano, sin lograr acallar el grito rebelde de libertad y dignidad del pueblo venezolano, para impedir que el mundo lo escuchara y los viera manifestándolo en vivo y en directo en su cadena nacional universal, golpeándole su ego ilimitado.

Decimos los vieran, porque desde las tribunas cuando la luz permaneció encendida se pudieron apreciar algunas reacciones de buena parte del público, haciendo distintos gestos de desaire al orador, reflejando su descontento, y eso había también que tratar de borrarlo de la transmisión, cosa que hicieron burdamente, al cortar la iluminación bruscamente, enfocando sólo al presidente, y dejándonos a oscuras. Primero intenta callarnos y nos cierra a (RCTV), ahora nos quiso también tapar los ojos –así habrá sido el estado de nerviosismo y estrés que debieron experimentar tanto Chávez como sus taimados colaboradores, que cometieron la burda equivocación de apagar la luz, ¡por favor! no se puede ser tan torpe sin sufrir las consecuencias, todo el país y el mundo se dieron cuenta.

Por eso fue que los organizadores creyendo que estaban haciendo lo adecuado, la transmisión debieron abruptamente cortarla, porque se equivocaron, y el tiro les salió por la culata, pues la gente de las tribunas al no sentirse amenazada en la oscuridad, se relajaron seguramente, pensaron estar más protegidos por instinto (los guardias no podían ver quien gritaba) como sucede por ejemplo en una sala de cine cuando se va la luz, y toda la concurrencia empieza a gritar quejándose y a hacer bulla, al constatar que nadie los ve –¡que torpes! fueron en verdad los directores de la transmisión- se les produjo un efecto contrario, y los aficionados opositores entonces fue cuando más gritaron.

Quienes transmitían el evento, cortaron la transmisión en vivo, para repetir escenas, fue obvio que no se le quería dar más tiempo al público para que continuara impunemente desbaratándole más el desinflado ego al debilitado pretendido gendarme continental universal.

Vimos en el evento muchas otras cosas que desfiguraron develando las tácticas avisadas del régimen, como por ejemplo: Muchísimos partidarios del gobierno provenientes de todos los municipios del estado Táchira debidamente uniformados con franelas color vinotinto, contentivas de publicidades alusivas a las distintas alcaldías, a quienes presumiblemente transportaron para aupar a Chávez.

Igualmente, fue descarado escuchar y ver a la barra humana preparada previamente, quienes mostraron imagenes del caudillo y gritaban al unísono consignas ensayadas a favor de Chávez, en el preciso instante de las pitas en su contra, con el propósito obvio de esconder o disimular los estruendosos abucheos.

Por otra parte, se ha filtrado la información de que el gobierno nacional, regional y los gobiernos municipales repartieron y regalaron a granel miles de entradas entre sus partidarios, fanáticos, aficionados al deporte o no, al parecer fueron conminados a participar, según ellos mismos habrían confesado. Esto de ser cierto es una grosera discriminación e irrespeto contra el resto de la fanaticada que no es incondicional al gobierno, y que no habría podido acceder al evento, teniendo el derecho de comprar la entrada, ¿las agotó el gobierno para sus incondicionales?

No vimos al gobernador del estado Táchira Ronal Blanco, nos extrañó mucho que no estuviera en el palco de honor. Hubo si, muchos cubanos y muy pocos bolivianos; militares a borbotones; nos pareció que San Cristóbal cada día es más opositora al gobierno de Chávez, y por eso les apagó la luz para que no se notará, pero se notó, y mucho, muy a su pesar, por eso nos resultó ser muy buen estratega pero muy mal táctico.

De paso y para peor desventura de los aficionados concurrentes, como consecuencia de la aprensión presidencial y sus confesos temores al “magnicidio”, el gobierno decretó ley seca en el estadio, y el público no tuvo ni una cervecita para refrescarse, quitarse el ratón moral, ni de pasar el trago amargo del postrero y desafortunado empate, y debimos recibir el consabido baño de agua fría del gol lapidario del empate boliviano, pudiendo haber ganado los tres puntos, ¡qué pava macha! Muy mala táctica, debió haber consuelo (¡cerveza!-¡beer!), pero ni eso…prefirió apagarnos la luz, y ahora sabemos exactamente por qué.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Usurpación en Pueblo Nuevo


Es increíble como la política puede llegar a manchar algo tan sagrado para el Táchira como lo es el fútbol, como el gobierno con sus artimañas logró apoderarse del templo sagrado el día de el acto inaugural de la tan esperada copa América, dejando por fuera a personas que han entregado toda su vida al deporte rey.

Era de esperarse que esto sucediera, que el estadio de pueblo nuevo se convirtiera en un circo en donde el señor presidente fue el dueño de la función, como suele hacer buscando protagonismo en todos los ámbitos… el deporte no se salvo, en este caso el fútbol fue victima de la politización, y los sacrificados directos fueron los aficionados tachirenses, los cuales se caracterizan por ser la hinchada con mas ganas y aguante del país.

Nunca se vio un partido tan amargo en este estadio, el ambiente se asemejaba a un partido de tenis o de béisbol (con todo el respeto a estos deportes) pero es que el fútbol es fiesta, y la fiesta fue saboteada… el gobierno se apodero de la mayoría de las entradas entregándolas a los empleados públicos, militares, gente de las Misiones y personas cercanas al proceso.

Gorras rojas con títulos alusivos a instituciones gubernamentales, así como una camiseta vinotinto fabricada por cooperativas especialmente para disfrazar a estos “personajes” los cuales en su mayoría mostraban actitud aburrida como si no tuviesen ganas de estar ahí, desde la entrada del estadio se veían personas identificadas con el gobierno repartiendo dicha franela, con una lista en mano y cantando consignas a favor de la revolución.

La ausencia de las barras aurinegras, de las típicas banderas pegadas en las rejas de la tribuna y otros elementos normales en el estadio hicieron que la zona sur la cual se caracteriza por ser el carnaval y la fiesta se convirtiera en un teatro, viviendo momentos de silencio sepulcral.

“esta no es la gente del fútbol” … “¿Dónde esta la barra?” … frases que se les escuchaba decir a las pocas personas consecuentes del fútbol que lograron entrar a la inauguración, realizando colas de hasta 3 días para poder así obtener el boleto, esas personas que perdieron días de trabajo y clases para poder gozar de ese 20% que el gobierno dejo para los que no tenían tarjeta de crédito y no podían acceder a comprar por Internet (medio por el cual se vendió mas del 70% de las entradas… cosa que suena absurdo y atenta contra la inteligencia humana tomando en cuanta que la mayoría del pueblo venezolano no cuenta con tarjeta de crédito y a sabiendas de los problemas que presentó el sistema)

Cabe destacar que la empresa encargada de la boletería quedó mal con muchas personas a la hora de la entrega de entradas dejándolos por fuera del partido inaugural.

¡Felicitaciones! Usted lo advirtió antes...

Anónimo dijo...

El gran engaño:

La Asociación Nacional de Barras también fue victima del circo, quedando excluida del evento y engañada groseramente por el Instituto del Deporte Tachirense (IDT) el cual les había prometido desde hace ya algunos meses la facilitación de entradas a los juegos de la selección venezolana para los partidos de la copa América, así como la indumentaria necesaria (bombos, trompetas, redoblantes) las cuales jamás llegaron a manos de los barristas.

Un día antes de la inauguración, en horas de la noche se había previsto la entrega de las entradas a las barras por parte del mismísimo ministro del deporte, Lic. Juana Suárez. La cual hizo esperar a los muchachos hasta la 1 de la mañana en sede del IDT, para luego salir y decirles que no les tenía entradas y con el descaro de invitarlos a ver el encuentro en pantallas de televisión alegando que ni ella tenía boleta... ¡Por dios que cara dura esta señora!

Las barras no solo fueron engañadas, sino también utilizadas obligándolos a pegar la numeración de silla en el estadio con el chantaje de las supuestas entradas.

Como es posible que estos funcionarios se burlen de esta manera de personas fieles al deporte seres que entregan su tiempo, dinero y esfuerzo a realizar lo que mas les gusta y llenar de alegría a su equipo alentándolo en las buenas y en las malas… personas que viajaron largas horas desde distintas partes del país (Caracas, Maracaibo, Maracay, Valencia, Valera) pasando momento de hambre y angustia con la ilusión de poder apreciar a su selección en vivo y confiando en la palabra de “personas serias” que a la final no serian capaz de cumplir dejándolos “en la calle”

La gente de las barras pide justicia con indignación e impotencia, del engaño que vivieron y mediante este escrito quieren que todas las personas se enteren de los tristes momentos que les hicieron pasar, así en un futuro la política no vuelva a manchar el deporte y la incompetencia de algunos no implique perjudicar a otros.


Gabriel González

Anónimo dijo...

Muy bueno este post. La verdad que lo que vimos en cadena nacional fue otra imagen para la colección de costuras y desaciertos, por ser benévola, del sr. Presidente.

El Pueblo Nuevo no fue el Pueblo Nuevo y eso se notó también. No animó como siempre a la vinotinto, como en los célebres encuentros que en el templo sagrado se han disputado. La mayoría de gente que ahí estaba simplemente no le importaba el fútbol ni la selección.

Parece que la GN no deja pasar ni una pancartica de nada. Por el mismo miedo, por supuesto, de que alguien muestre algo contrario al gobierno.

Esperemos que en el juego del 30 de junio, el empuje del público de Pueblo Nuevo sí sea el de las grandes ocasiones, porque la vinotinto lo va a necesitar.

Por mi parte, sigo esperando las entradas que compré el 10 de mayo... Lo peor es que me temía que todo esto iba a pasar, pero aún así me arriesgué.

Saludos
Elsa Pilato

Anónimo dijo...

Por cierto, sería bueno que Richard Páez dijera nuevamente que la política no deba mezclarse con el fútbol, pero que lo diga también para el gobierno, no sólo para la oposición. El primero que politizó la copa fue el gobierno.
Elsa