Senado argentino rechaza polémico impuesto agrario
BUENOS AIRES --El Senado rechazó el jueves el proyecto oficial sobre un nuevo esquema de gravámenes a la exportación de granos que desde hace más de cuatro meses mantiene enfrentados al gobierno y al sector agropecuario, en una votación que se definió con el inesperado voto del vicepresidente Julio Cobos.
BUENOS AIRES --El Senado rechazó el jueves el proyecto oficial sobre un nuevo esquema de gravámenes a la exportación de granos que desde hace más de cuatro meses mantiene enfrentados al gobierno y al sector agropecuario, en una votación que se definió con el inesperado voto del vicepresidente Julio Cobos.
La votación de la iniciativa, que ya contaba con la media sanción de la Cámara de Diputados, había quedado empatada en 36 votos, y Cobos -que en su condición de vicepresidente es también titular del Senado- tuvo que definir la suerte del proyecto oficial tras más de 17 horas de debate.
"Hoy creo que debe ser el día más difícil de mi vida. Dicen que tengo que acompañar (al gobierno) por la institucionalidad ... mi corazón dice otra cosa. Que la historia me juzgue, mi voto no es positivo, es en contra", dijo Cobos al justificar su decisión.
Cobos ya había expresado sus discrepancias con el esquema móvil de retenciones (gravámenes), que sujeta la tasa del impuesto a la cotización de los granos en el mercado internacional. El proyecto fue dispuesto en marzo por el gobierno y luego enviado por la presidenta Cristina Fernández al Congreso con la esperanza de que fuera ratificado.
Desde que fueron anunciadas hace poco más de cuatro meses, las retenciones desataron la reacción del campo, uno de los sectores económicos más poderosos de Argentina que realizó cuatro huelgas y bloqueos de carreteras que causaron desabastecimiento de alimentos.
Antes de la votación, el gobierno adelantó que respetaría la decisión del Congreso.
El voto de Cobos fue una decisión extrema, pues la Constitución estipula que el vicepresidente no tiene derecho a voto a menos que haya un empate.
"Yo sé que formo parte de este gobierno y que vengo de otro sector del campo político y por ahí esto me permite disentir o diferir en algunas cosas. Esa es la pluralidad", dijo Cobos sobre su voto que podría desencadenar una crisis institucional en el seno del gobierno.
El vicepresidente pertenece a la centenaria Unión Cívica Radical, históricamente opositora al peronismo, pero aceptó integrar la fórmula presidencial en el marco de la concertación plural de partidos que promovió el anterior presidente, Néstor Kirchner.
El ex presidente, esposo de la actual mandataria, emprendió la concertación con la intención de ampliar su base de apoyo político.
El prolongado conflicto agrario desató la primera crisis para el gobierno de Fernández, que asumió en diciembre, además de que provocó un fuerte descenso en la popularidad de la mandataria.
Fernández remitió el proyecto al Congreso a principios de julio con el argumento de que la intervención parlamentaria dotaría de mayor "institucionalidad" la resolución del gobierno.
La presidenta ha sostenido que las nuevas retenciones son una herramienta de redistribución de la riqueza porque impiden que se traslade al mercado local el aumento internacional en el precio de los alimentos, a la vez que pone un freno a la "sojización" del país en perjuicio de otros cultivos como el trigo y el maíz.
"Las retenciones móviles constituyen la única política viable para que los alimentos estén al alcance de toda la población", sostuvo el senador oficialista Eric Calcagno durante la sesión.
A precios corrientes, las nuevas retenciones implican un alza de más del 10% en la tasa a la venta al exterior de soja, de la que Argentina es el tercer productor mundial.
Para los productores, el impuesto que se aplica sobre la renta bruta "es confiscatorio". Este fue el argumento más escuchado entre los legisladores que votaron en contra.
"La resolución 125 (del Ejecutivo que dispuso las nuevas retenciones) es inconstitucional, regresiva, confiscatoria, pone en peligro a los pequeños y medianos productores", afirmó el senador Juan Agustín Pérez Alsina, perteneciente a un partido provincial.
La incógnita sobre el desenlace de la votación se mantuvo hasta el final. En un clima expectante, centenares de partidarios del gobierno montaron una vigilia frente al Congreso.
En el barrio de Palermo, donde el martes el campo había reunido a más de 200.000 personas en un acto contra las retenciones, los productores rurales siguieron el debate en vivo a través de una pantalla gigante montada al aire libre. También se registraron algunos "cacerolazos" en los barrios del norte de la ciudad.
En junio, la Corte Suprema de Justicia se declaró competente en una demanda de inconstitucionalidad contra las retenciones y otros impuestos federales que fue promovida por la provincia de San Luis. El gobernador provincial, Alberto Rodríguez Saá, es un peronista de derecha muy crítico de la presidenta y de su esposo.
Sin embargo, el fallo del máximo tribunal podría demorar hasta un año.
Información Complementaria: (Reseña Diario El país de España)
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INFORNACIÓN COMPLEMENTARIA
El Senado argentino tumba la polémica ley de los aranceles
El presidente de la Cámara y vicepresidente del país, Julio Cobos, rompe el empate técnico a favor del 'no' tras un debate de más de 17 horas.- El peronismo recibe un duro golpe
ELPAÍS.com/AGENCIAS - Madrid / Buenos Aires - 17/07/2008
El Gobierno argentino vuelve a tambalearse en su tira y afloja con los agricultores. El Senado, con el voto del vicepresidente del país, Julio Cobos, ha tumbado la polémica ley de aranceles que quería aprobar la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que suma otro fracaso en el conflicto social con el campo argentino que se ha prolongado durante meses.
El conflicto del campo colapsa Buenos Aires
El Gobierno de Fernández se agrieta por el conflicto rural
Crispación argentina
Un fantasma vuelve a Argentina
El campo argentino endurece la huelga
La huelga del campo provoca escasez de alimentos en las ciudades argentinas
Argentina
A FONDO
Capital: Buenos Aires. Gobierno: República. Población: 39,144,753 (2004)
El golpe le ha llegado a la presidenta sobre la campana y por donde menos lo esperaba. Tras un maratoniano y decisivo debate, que ha durado más de 17 horas debido al empate técnico en la Cámara Alta, ha sido el presidente del Senado y vicepresidente del país, Julio Cobos, quien ha inclinado la balanza a favor del no. Sobre el presidente de la Cámara caía todo el peso de la crisis. De él dependía el último voto, después de que Gobierno y oposición llegaban a la medianoche con el mismo número de apoyos, 36 senadores cada uno, de un total de 72.
"Es el momento más decisivo de mi vida. Estoy tratando de expresarlo con mis sentimientos. Es una decisión difícil. Quiero que la presidenta y los argentinos entiendan que la ley no es la solución a este conflicto", ha dicho Cobos, en un discurso pausado y asumiendo la trascendencia del momento. "La historia no se cómo lo juzgará, pido perdón si me equivoco, pero espero que me vean como un hombre de familia y como todos ustedes, que asumo la responsabilidad en este caso. Actuo conforme a mis convicciones", ha añadido. Aún así, y aunque ha frenado en seco el proyecto gubernamental, Cobos ha anunciado su intención de seguir hasta el final de su gestión junto a la presidenta argentina y ha pedido la elaboración de un nuevo proyecto.
Ruptura en el Gobierno
La decisión del número dos de Cristina Fernández ha sido sorprendente, aunque su distanciamiento con respecto a la cúpula del Ejecutivo era cada vez más acusado. Cobos procede del radicalismo mientras la presidenta es peronista. La tensión social ha sacado a relucir la tensión política de un Gobierno formado bajo mínimos. Es una realidad que el Ejecutivo argentino se agrieta. Antes que el vicepresidente, algunos gobernadores del mismo partido que los Kirchner han anunciado su voto negativo.
El rechazo supone un duro golpe para el kirchnerismo, que había hecho una fuerte apuesta a favor del proyecto. La polémica ley sobre los aranceles a la exportación de la soja (el principal cultivo del país), el trigo y el girasol, es un asunto que ha desatado el conflicto social en los últimos cuatro meses en Argentina, con cortes de carreteras, desabastecimiento en las ciudades y marchas multitudinarias en apoyo de la propuesta gubernamental o en apoyo del campo, contrario a ella.
Pero el resultado en el Senado ha sacado a las calles a los agricultores y dirigentes de las patronales rurales, mientras los cientos de simpatizantes del oficialismo han regresado a casa tras esperar durante horas frente a las puertas del Congreso. Los cacerolazos y bocinazos que se escucharon en barrios acomodados de Buenos Aires a últimas horas del miércoles contra el Gobierno y a favor de las posturas de los productores agrarios se repitieron tras conocerse el resultado de la votación.
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