JAY WEAVER
The Miami Herald.Elsa Alvarez.Convicta de un delito relacionado con el gobierno de Castro, Elsa Alvarez se despidió de su familia ayer antes de dirigirse hacia el centro de la Florida para comenzar su condena de tres años de prisión.
La ex consejera de Florida International University (FIU), que recientemente se operó de un tumor en un hueso del cuello, fue conducida por amigos a la prisión federal de media seguridad al sur de Ocala.
Alvarez, de 57 años, citó una serie de enfermedades en los récords de la corte buscando posponer, sin éxito, la fecha de su entrega hasta mediados de julio.
''Esto ha sido una verdadera batalla para ella'', dijo Javier Alvarez, uno de sus cinco hijos, agregando que el tumor se diagnosticó benigno.
Ella y su esposo, el ex profesor de FIU, Carlos Alvarez, fueron lanzados bajo los reflectores de criminalidad en enero del 2006 cuando fueron arrestados por cargos de ser agentes no inscritos del gobierno comunista cubano de Fidel Castro. Más tarde se declararon culpables por cargos menores.
Elsa Alvarez fue convicta por ocultarle a las autoridades el delito de su esposo de conspirar para convertirse en agente cubano.
La fiscalía dijo que éste recopiló información sobre la comunidad de exiliados cubanos de Miami, incluyendo el presidente de FIU, Modesto ''Mitch'' Maidique, y de compartirla con el servicio de inteligencia cubano. Sin embargo, no hubo secretos de estado involucrados.
Carlos Alvarez, de 62 años, que confesó sus actividades clandestinas a los agentes del FBI en la creencia de que no lo acusarían a él y a su esposa, fue sentenciado a cinco años de prisión.
Continúa detenido en la prisión federal del downtown de Miami porque aún no ha sido asignado a una institución de la Oficina de Prisiones.
El matrimonio está luchando con la fiscalía federal de Miami por su derecho a apelar sus condenas. En las sentencias de febrero los fiscales recomendaron un máximo de cinco años para Carlos y 21 meses para Elsa. En su lugar, el juez de distrito, K. Michael Moore le dio a ella el máximo de tres años de condena.
Su propuesta para una apelación está pendiente ante Moore.
El primer magistrado, Barry Garber, permitió que sus abogados privados, Steven Chaykin y Jane Moscowitz, se retiraran del caso después de darles a sus clientes el derecho de apelación. Garber determinó que sus estipendios y gastos legales habían sido razonables en vista de la complejidad del caso y de la tremenda cantidad de trabajo que hicieron sus abogados.
Garber después nombró nuevos abogados pagados por los contribuyentes porque los Alvarez mostraron que no tenían suficiente dinero para sus apelaciones.
La vida de los Alvarez fue destruida por los cargos federales, porque eran prominentes en la comunidad de exiliados y en su iglesia católica. El pasado otoño vendieron su casa de un acre en Sunset Drive por $850,000.
Más de la mitad de ese dinero liquidó dos hipotecas sobre la casa y los impuestos sobre la venta, dijeron los familiares. La mayor parte del dinero restante se gastó en costos legales.
Fuente: elNuevoherald.com.
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