DEPORTACIÓN RÉCORD DE INMIGRANTES ILEGALES EN EEUU

Deportación récord de inmigrantes ilegales

KETTY RODRIGUEZ

En eL 2006 fueron expulsados del país 195,024 indocumentados.

Mientras cientos de organizaciones pro inmigrantes realizan manifestaciones y vigilias en todo el país, para pedir a las autoridades un cese de las redadas y deportaciones, el Buró de Inmigración y Aduanas (ICE), en contraste, ha desarrollado una superpotente maquinaria para ubicar, detener y sacar a miles de indocumentados en una cantidad nunca antes vista.

En los últimos dos años, el número de deportaciones ha crecido de una manera sin precedentes, según el ICE.

El año fiscal 2006 fue un ''año récord'' con 195,024 deportaciones a nivel nacional, un incremento del 11.6 por ciento con respecto al 2005. De este grupo, 88,662 eran personas con historial delictivo. En la Florida, la cifre fue de casi 5,000.

En lo que respecta al año fiscal 2007, los números siguen subiendo. En tan sólo el primer trimestre, ya la cifra de deportados nacionalmente era 125,405, y en la Florida, 1,895.

Esta labor que hace la Oficina de Detención y Deportación adjunta al ICE omite en algunos casos la tragedia y el dolor humano que conllevan las separaciones familiares, alegaron activistas y grupos que están presionando al Congreso para que apruebe una reforma inmigratoria, la cual podría eventualmente, legalizar a millones de indocumentados.

''Nosotros tenemos un mandato congresional que cumplir. Nosotros no hacemos las leyes. Sólo las hacemos cumplir. Es el pueblo estadounidense el que hace las leyes de la nación a través de sus oficiales electos'', respondió la portavoz de ICE de la Florida, Bárbara González.

A la vez, la vocera confirmó que el ICE contaba ahora con más recursos y personal para aumentar los arrestos y deportaciones de indocumentados, aunque está claro que nunca llegará a la meta de deportar a los 12 millones de inmigrantes ilegales que se calcula viven en Estados Unidos.

El presupuesto del 2006, calculado en $40,600 millones, representa un incremento del 6.3 por ciento frente al 2005, y el correspondiente al 2007 tiene un incremento del 25 por ciento, confirmó González.

Explicó también que dentro del grupo de deportados era importante mencionar a los delincuentes, los cuales el ICE está obligado a sacar del país una vez que hayan cumplido su condena.

Estos logros en el 2006, según el ICE, se deben a medidas como:

• La eliminación de la práctica ejercida por varios años en la frontera conocida como ''atrapado y dejado en libertad''. La misma favorecía a los inmigrantes que no fueran mexicanos, y ''fue uno de los grandes impedimentos del control fronterizo'', dijo González.

• Un aumento en el número de camas disponibles en los centros de detención de inmigración. En el 2006, se agregaron 6,300 camas para completar un total de 27,500 en toda la nación.

• Casi se han triplicado en el país los Equipos de Operación de Fugitivos, que han pasado de 18 unidades a 50. Estos son los grupos encargados de localizar, detener y deportar principalmente a los inmigrantes que han delinquido.

• La creación de un Centro Nacional para coordinar deportaciones de extranjeros en prisión ha sido otra de las iniciativas que han engrosado las cifras.

En el 2005 sólo había capacidad para llevar el control de 30 prisiones, pero en la actualidad el Centro revisa los casos en las 119 cárceles federales del país. Una vez que los inmigrantes cumplen la condena, son referidos al ICE para que sean deportados.

''Estas deportaciones son una tragedia para las comunidades en todo el país. Dividir a las familias, llevarse a las personas sin darles tiempo a arreglar sus cosas y que vean con quién dejarán a sus hijos, es algo muy preocupante y que pone en evidencia que nuestro sistema migratorio está desarticulado'', dijo Douglas Riviln, del Foro Nacional de Inmigración (NIF), un grupo con sede en Washington DC que se opone a las deportaciones.

Karen López, una hondureña de 32 años y madre de tres menores de edad, está sumida en una profunda tristeza desde que inmigración detuvo a su esposo, en octubre del 2006, para deportarlo.

''Nos destruyeron la vida de un día para otro'', dijo entre llantos la mujer que, por un lado, está lidiando con los problemas de sus hijos y, por el otro, está bajo la presión de perder la casa que compraron hace pocos meses.

''La niña grande de 14 años sufre sola y no dice nada. La otra de 11 años no quiere comer, ha perdido el apetito y bajado mucho de peso. Y el menor, un varón de 9 años, tiene problemas en la escuela y ha bajado las notas'', dijo López, anegada en lágrimas, a la salida del Hospital Miami Children, a donde acudió buscando ayuda psicológica para sus hijos.

Es una incertidumbre lo que pasará con Osmín Carías, el esposo de López. Este hondureño de 34 años ha estado detenido varios meses y ha sido trasladado a centros donde sus familiares no pueden visitarlo. En estos momentos se encuentra en una prisión en Nuevo México, después de haber estado en El Paso, Texas, y en Miami.

''Es muy triste. Mi esposo no es ningún delincuente, no es un terrorista y lo tienen encerrado. Mis hijos están destruidos'', dijo López, quien reconoció que Estados Unidos es un país de leyes, ``pero a veces es injusto. Si [mi esposo] no ha hecho nada, ¿por qué tienen sufriendo a mi familia?''.

Fuente: elNuevoHerald.com