EN ESPAÑA RAJOY PIDE EL VOTO A LOS DEFRAUDADOS DE ZAPATERO

Rajoy abre su discurso con la garantía de defender la «gran nación que es España»

Reivindica a Sarkozy en la Plaza de Colón y pide el voto a todos los defraudados con Zapatero

C. Morodo

Madrid- El jefe de la oposición inauguró anoche la campaña de las elecciones autonómicas y municipales convencido, como nunca, de las posibilidades de su partido de ganar esta batalla al PSOE y, a continuación, la de las generales de dentro de un año. Esa seguridad en sí mismo, que debe mucho a la crisis nacional del proyecto socialista, es de esperar que se refleje en el tono de su mensaje y en sus maneras, teniendo en cuenta que el líder popular ha perfeccionado notablemente su estilo mitinero desde las generales de 2004.

Ayer dio el pistoletazo de salida a la caravana que le llevará a recorrer 14.000 kilómetros en dos semanas con un acto en la madrileña Plaza de Colón cargado de simbolismo, tanto por la impresionante bandera de España que en ella ondea, y que la caracteriza, como por el hecho de que este rincón de la capital se ha convertido en la parada de la mayoría de las protestas ciudadanas contra la política antiterrorista del Gobierno. Si ya se dio un baño de multitudes en la manifestación que convocó personalmente contra la decisión del Ejecutivo de conceder la prisión atenuada al etarra José Ignacio de Juana Chaos, anoche sintió el apoyo de la militancia en el acto organizado por el PP de Madrid para hacer la pegada de carteles virtual de Esperanza Aguirre, por la Comunidad, y Alberto Ruiz Gallardón, por el Ayuntamiento -a quien Rajoy y Aguirre felicitaron por su debate con Miguel Sebastián.

Por su propio pie y flanqueado por sus dos candidatos se acercó hasta la plaza ya cercana la medianoche y lo que se encontró allí fue un ambiente festivo, triunfal, con mucho joven, casi como si su partido estuviese celebrando la victoria del día 27 de mayo. El escándalo que ha afectado al candidato socialista se ha convertido en un revulsivo para los populares madrileños, especialmente para Gallardón, pero también, por la inercia, para Aguirre, y ese refuerzo llega cuando las encuestas que manejaban ya les daban la mayoría absoluta. «Vamos a ganar estas elecciones y también las generales. Lo veo, lo palpo», proclamó el jefe de la oposición exaltando al graderío.

Aún coleteando las Presidenciales francesas, Rajoy abrió su campaña reivindicando su compromiso con una «España como nación de ciudadanos libres e iguales», con una «España fuerte, próspera y segura», como recalca en el vídeo electoral que ha grabado con sus candidatos y en el que se centra en la idea de ofrecer «confianza» sin entrar en el debate político o la acción del Gobierno. Su lenguaje recordó al de Nicolás Sarkozy, al que citó expresamente en Colón (también a la canciller Merkel), ya que apeló a la «ambición», a la «seguridad», a la «ilusión»..., con la vista puesta en las generales y en la necesidad de atraer hacia su partido, el de la «moderación», a los defraudados con la política socialista, a quienes tendió expresamente la mano y pidió su voto. «Nosotros vamos a asumir nuestra responsabilidad ante el conjunto de los españoles, no vamos a mirar al pasado sino hacia el futuro, y nuestro objetivo es trabajar para que nuestro país desempeñe en el mundo el papel que le corresponde y estemos orgullosos de ser esa gran nación de ciudadanos libres e iguales que es España», defendió.

No olvidó incluir entre sus compromisos lo que llama las «preocupaciones reales» de los ciudadanos, las necesidades en materia de educación, de sanidad, de empleo, de vivienda o de infraestructuras, es decir, las cuestiones programáticas que determinarán en buena parte la decisión de los votantes cuando vayan a elegir a su presidente autonómico o al alcalde de su pueblo. En su recorrido por todas las autonomías paseará con el carné de «centro-liberal» en la mano y haciendo gala de una defensa férrea de los «principios» y de las «convicciones».

Antes del acto de Colón, Rajoy dedicó la jornada a visitar la Ciudad Autónoma de Melilla, desde donde denunció la «demonización del adversario» por falta de ideas que hace el PSOE en su vídeo electoral, en el que se retoman cuestiones de hace tres años como la participación de España en la guerra de Irak o los atentados del 11-M en Madrid.

Fuente:La Razón.es (españa).