jueves, junio 14, 2007

¿LAS ARMAS DE CHÁVEZ, JUGUETES PARA LA INTIMIDACIÓN O LA GUERRA?







Mientras se inauguraba exitosamente la XVII Cumbre Andina de Naciones en Bolivia, con la sensible y notable ausencia del también país andino Venezuela, en reunión de los hermanos países andinos, con los integrantes Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, y el más reciente incorporado, Chile, el Sr. Chávez se mostró indiferente a ese importante foro internacional sub regional, y en cambio prefirió regodearse en Cuba pronunciando extensos discursos ideológicos a los cubanos, de tinte socialista, reflexionando sobre el acontecer universal junto a su “-taita o padre político”- Fidel Castro, pero anunciando más recientemente al mundo, la compra de nueve submarinos rusos que le cuestan a Venezuela una millonada en dólares, y que -según él- servirían en su lucha irreductible contra la posibilidad de una presunta futura agresión extranjera.

Es curioso, que mientras en Suramérica los presidentes Álvaro Uribe, Evo Morales, Rafael Correa, Alan García y Michelle Bachelet, hacen denodados esfuerzos por resolver los más urgentes problemas que aquejan a la región andina, persiguiendo la integración y la mutua cooperación, el Sr Chávez ande comprándole a Rusia más armas, ahora serán nueve submarinos, alegando razones de soberanía y seguridad, dizque para preveer una eventual agresión estadounidense que nunca llega, y muy probablemente jamás sucederá. ¿Será que los EEUU están esperando que termine de armarse convenientemente para luego invadirnos y quitarnos las armas apropiándoselas?

En distintas ocasiones en varios de sus discursos, el Sr Chávez ha expresado esta frase para justificar la cuantiosa adquisición de armamentos: “Si deseas la paz prepárate para la guerra”. Conocidas son sus denuncias sobre los "presuntos" planes intervencionistas del imperio norteamericano para “presuntamente” desestabilizar a Venezuela y derrocarlo; planes que posiblemente sean ciertos, pero que en todo caso no justificarían la desatención de otras obligaciones que el estado venezolano también tiene, más allá de la esencial y lógica defensa de la soberanía y seguridad nacional.

Deberes y obligaciones obviamente soslayados por el gobierno, que ha sido muy incompetente para atender las distintas emergencias nacionales surgidas por diferentes circunstancias y motivos; en primer lugar por el inusitado auge de la delincuencia desatada, que está haciendo estragos impunemente contra la gran mayoría de ciudadanos trabajadores y honestos que son víctimas del crimen diariamente. Hay muchísimos muertos todos los días y en todas partes del país, los fines de semana los numerosos asesinatos con armas de fuego nos hacen lucir en pañales al lado de países que están en guerra, las listas son prácticamente verdaderos partes de guerra. El gobierno debería actuar sin dilación, y declararse en emergencia por la obvia inseguridad ciudadana.

La inseguridad en el país es un problema prioritario, que el estado debería abordar con absoluta urgencia, pero prefiere ignorarlo inexplicablemente, distraido en otras actividades.

También es inaudito e insólito, que mientras el Sr. Chávez anda por el mundo asumiendo el papel protagónico de redentor altruista, muy artificial y populista, distribuyendo sin restricciones ni controles institucionales, a la luz del TSJ, La Fiscalia, La Asamblea Nacional y La Contraloria, multimillonarias donaciones a diestra y siniestra a otros países, persiguiendo quimeras y sueños de integración continental, ignorando indiferente a La CAN y comprando sofisticados y costosísimos armamentos para eventualmente afrontar hipotéticas guerras asimétricas que sólo existirían en sus ya preocupantes delirios que lo distraen de lo primordial, con el dinero proveniente de la multimillonaria renta petrolera que en teoría es de todos los venezolanos, ignorando y olvidando imperdonablemente e injustificadamente los gravísimos problemas internos, que continúan agravándose muy preocupantemente, sin que el gobierno reaccione adecuada, oportuna y eficazmente ante los crecientes reclamos y demandas de la población, que ya comienza a resentir y a padecer la negligencia, impericia e incapacidad de los organismos oficiales, y del distraido Sr Chávez, que no cumplen como corresponde con sus deberes con el pueblo.

No es la nuestra una simple actitud oposicionista a ultranza, sino crudo y sincero reclamo, al contemplar impotentes tan censurable y deplorable desgano e inacción, por la displicente e irresponsable actitud de Chávez y su displicente gobierno, que cada día pareciera estar más distraído en el combate ideológico, y en sus claros objetivos de dominación política de toda la sociedad, mediante la implementación de un proyecto totalitario muy mal disimulado.

Mientras este proyecto político cívico-.militar de corte socialista colectivista avanza gradualmente, el país y la población ven impotentes como se deteriora sensiblemente su nivel de vida. En Venezuela hay un alto índice de inflación que ha tocado niveles insospechados, pese a los magros resultados, el gobierno empecinado con sus recetas comunistas, continúa implementando políticas económicas restrictivas de la actividad empresarial, coartando derechos económicos e imponiendo una severa persecución contra productores del campo, industriales y comerciantes, todo para intentar implementar un modelo económico socialista, que defiende el cooperativismo, la propiedad colectiva y comunitaria. Pero mientras lo hace sin previsiones, irresponsable y criminalmente ha afectado y lesionado seriamente el aparato productivo nacional. Lo ha podido hacer en virtud de los altos precios petroleros y los multimillonarios recursos económicos de que ha dispuesto, pero afectando severamente las posibilidades reales de producción, diversificación y de creación de empleos, comprometiéndonos a todos los venezolanos el futuro.

De allí que Venezuela nos luce como un pariente que de repente se volvió rico, ganando un multimillonario e inesperado premio de lotería; pero en vez de adoptar una actitud prudente, previsiva, de ahorro, reinversión adecuada de la riqueza, se envaneció, ufanándose de su suerte, enloqueció y comenzó a gastar a diestra y siniestra en cuanta cosa se le antojara, hasta quedar en riesgo y amenazado, por sus excesos y falta de precaución. La Economía es una ciencia que no perdona errores, y no pocas veces, le pasa factura a quien desafíe torpe e irresponsablemente sus leyes inexorablemente rigurosas.

Es incomprensible e inexplicable para muchos expertos analistas, cómo es posible que un país como Venezuela, con altísimos ingresos de divisas producto de su importante renta petrolera, mantengan agravados problemas tan delicados luego de más de 8 años de gobierno del Sr Chávez, que afectan directamente a la población más pobre. Increíble resulta constatar que a pesar del reivindicativo discurso en favor de los pobres del mundo, aún en Venezuela mueren niños de hambre, existen miles de menores abandonados en las calles, sin ninguna atención oficial, pululan indigentes en todas las grandes y pequeñas ciudades viviendo bajo los puentes, en parques, aceras y calles, insólito es que haya todavía mucha gente en estado de total miseria buscando comida en los basureros, que el desempleo persista y haga estragos convirtiendo las ciudades en mercados de buhoneros, en el país han reaparecido enfermedades endémicas que se creían controladas como el dengue, paludismo, malaria, fiebre amarilla, tuberculosis, sarampión, meningitis, y rebrotado las enfermedades venéreas, etc.

Mientras Chávez sigue pronunciando emotivos discursos liberadores del imperialismo, viajando en su avión ultramoderno por el mundo, en muchos hospitales colapsados no hay suficientes insumos, material quirúrgico, oxígeno, medicinas, y los pacientes deben comprar hasta las jeringas, porque la salud pública sigue siendo deficitaria, a pesar de programas emblemas del régimen, como “barrio adentro” implementado con parciales resultados exitosos con la participación de numerosos contingentes integrados por médicos cubanos, pero sigue siendo la mejoría de asistencia hospitalaria una necesidad impostergable, que hay que atender con mayor énfasis , al punto de que muchos venezolanos mueren por falta de atención medica oportuna y adecuada.

Es inaudito que con el dinero del pueblo venezolano, un solo hombre que se cree el nuevo gendarme necesario de la humanidad, el adalid de la lucha contra el imperialismo estadounidense, el redentor de los pueblos oprimidos del universo, el nuevo líder continental socialista del siglo XXI, se construyan hospitales, viviendas, puentes, carreteras, obras de infraestructura, se hagan millonarios regalos, se presten helicópteros, aviones y equipos en otros países, mientras en nuestro país la gran mayoría de la población venezolana padece de grandes carencias y necesidades, sufriendo injustificadamente calamidades ¡no hay derecho!

Por eso es que las más recientes encuestas de mayor prestigio en el país, que indicaban hace apenas seis meses que el Sr. Chávez disfrutaba de un altísimo índice de popularidad, muestran un sensible cambio, y hoy no asombra que esas mismas encuestas nos muestren una súbita y brusca caída en su otrora antigua aceptación popular. Tal circunstancia indica el altísimo y mayoritario desencanto hacia la magra gestión del Sr Chávez, que se está produciendo en la mayoría de la población, ante los garrafales errores y el rumbo equivocado y autoritario que éste impone, resintiéndolo agudamente todo el pueblo, quien rechaza medidas arbitrarias y confiscatorias de los derechos civiles, y actuaciones en detrimento de las libertades ciudadanas, y que amenazan seriamente el futuro de la economía nacional.

Medidas absolutamente antidemocráticas y de un altísimo costo político, como por ejemplo la no renovación de la concesión y posterior salida forzada del aire de la emblemática planta de televisión independiente RCTV, que ha generado la repulsa colectiva mundial de los foros internacionales democráticos de mayor renombre, influencia y prestigio, jamás vista en la historia de la humanidad. Colocando al señor Chávez sin caretas artificiales de seudo demócrata, que se había convenientemente colocado, para dejarlo desnudo ante la comunidad internacional y su país, como lo que realmente es, un aprendiz de dictador legalizado por su camarilla o facción de cómplices político-militares, aspirante a tirano totalitario, que hoy prefiere usar las armas como si fueran sus juguetes intimidatorios contra su propio pueblo, ¿o será tal vez, que los quiere en verdad para la guerra interna o con sus vecinos? Pienso que para intentar eternizarse en el poder.

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