En cualquier sitio donde me consigo con alguna persona amiga, conocida o relacionada, la pregunta que me hacen es siempre la misma: ¿Qué va a pasar en Venezuela?, me la hacen en el trabajo, la calle, el metro, el autobús, el taxi, en una fiesta o cualquier otro evento social, en la mesa de la casa con la familia, en el despacho, al contestar el teléfono. No puedo intimar con nadie sin correr con el riesgo de que me lancen en la cara esa despiadada interrogante. Luego en privado, he debido mirarme al espejo y ver si encuentro algún rasgo en mi rostro que denote que sea pariente de Nostradamus, o el mago Merlín, pero no, nada insinúa que mi aspecto físico sea el de algún hechicero con su bola de cristal, entonces me he preguntado: ¿por qué me preguntan a mi?.
El portugués del abasto, el panadero, el pregonero de periódico, el dependiente de la farmacia, el chofer del transporte, mis vecinos, el mecánico, mi odontólogo, mi médico, mi terapeuta, el sacerdote, la madre superiora, el limpiabotas, el arepero, el perro calentero, el vigilante del estacionamiento, mis colegas, los empleados de los tribunales, ministerios y oficinas públicas, las secretarias, la señora que hace el mantenimiento, el buhonero, el motorizado, el cajero del banco, el chichero, los mesoneros de restaurantes, el barman, el policía conocido, el fiscal de tránsito, los militares conocidos, los profesores y maestros de mis hijos en la Universidad o en el colegio , el portero de la escuela, los compañeros de juego en el club, los amigos de infancia, todos con quienes de algún modo me relaciono, me ven, y al conversar, de inmediato me preguntan: ¿Qué va a pasar en Venezuela ?.
Confieso que es difícil responderles, tampoco he tenido uniformidad en las respuestas que he debido darles a todos por cortesía, para asumir semejante experiencia verídica, porque no es una ficción, es absolutamente real, esta no es una sátira literaria, sino que se trata de una insólita situación que debo vivir a diario. Trato de imaginar que debo tener en mi aspecto físico, o en mi apariencia personal, en mi normal y habitual naturaleza, algo que le haga pensar a mis congéneres que debo poseer algún tipo de particular característica, que me haga parecer conocedor de ciertas circunstancias, tal vez por mi oficio, pero no, mi vanidad humana no llega a tanto. Inmediatamente concluyo, en que la pregunta en cuestión es el tema cotidiano para todo el mundo sin excepción, y que no me la hacen porque crean que sepa la respuesta, sino que estamos todos sumergidos en una especie de neurosis colectiva, en una paranoia masiva en la que deliberadamente nos han metido.
Sin embargo, a pesar de reconocer esa realidad, hoy he decidido responderme a mi mismo esa controversial interrogante: ¿Qué va a pasar en Venezuela? Antes, he de describir algo que me ocurrió exactamente en el mes de noviembre pasado, a sólo días del acto electoral del 3 de diciembre. Es el caso, que encontrándome en mi hogar aguardando que entrará un despachador doméstico, a penas me vio, preguntó: ¿Y que va a pasar en esta vaina?; enseguida noté en su tono cierta preocupación, porque lo expresó como si estuviera afirmándolo y no preguntándolo, es decir, capté en su pregunta una actitud de predicción morbosa, como si insinuara, que en el país iba a suceder algo terrible, trágico y lamentable. En ese instante sabía por qué lo decía de esa manera, él temía como muchos, que en Venezuela se desatará un serio conflicto interno el día de las elecciones presidenciales y sobran las explicaciones. Pero el asunto es, que le respondí, como si estuviera poseído de un superior conocimiento –que no puedo tener-: “En esta “vaina” simplemente no va a pasar nada, quédese usted tranquilo”. El ansioso amigo, me miró como si sintiera un gran alivio, respiró y volvió a interrogarme: ¿usted cree, está seguro de eso? "No estoy seguro y si lo creo, quédese tranquilo, aquí lo que va a pasar es que el pueblo va a imponer lo que hay que hacer y punto" -sentencié- ¿Pero, por qué le respondí así, si no sabía qué iba a ocurrir? No fue por un acto de soberbia, tampoco por caridad cristiana, en el fondo intuía aquello, era el olfato que llaman, pero a alguien a quien no conozco se lo dije, sin ninguna presión y compromiso que mediara entre ambos.
Hoy haré lo mismo, intentaré responderme ahora sí, esta pregunta: ¿Qué va a pasar en Venezuela? Me respondo: La pregunta ya está respondida me diría, ¿qué es lo que pasará? no es lo importante realmente, sino lo que ha pasado, está pasando y seguirá ocurriendo. ¿O es que te parece poco lo que ha pasado, está pasando y seguirá pasando?. Fijémonos: A sólo días de ganar las elecciones -28 de diciembre- el Sr Chávez en vez de llamar al país a la paz, el sosiego colectivo, al trabajo creador, el dialogo entre oposición y gobierno para procurar el indispensable entendimiento, el acuerdo político, la convivencia, la coexistencia pacífica, la concertación, el consenso necesario para que entre todos saquemos al país hacia adelante, prefirió desenterrar el hacha de la guerra, y la emprendió a insultos contra los directivos de un conocido canal de televisión –que denomina como oligarquía nacional- para anunciar la no renovación de su concesión y prácticamente someterla al cierre.
Pero es que no contento con semejante exceso y arbitrariedad, que nos dio a todos los venezolanos como regalito de año nuevo, apenas a unos días, en el mes de enero, nos entregó como obsequio de reyes magos más sorpresitas, se apareció iracundo y agresivo a enrostrarnos la genialidad que había producido en sus días de reflexión navideña y año nuevo, el invento de los “cinco motores revolucionarios” -¿donde está eso en la Constitución?- para acelerar su revolución, anunciándole al país varias perlitas, entre otras, la estatización o nacionalización de la empresa de telecomunicaciones CANTV, y de energía, como la de la electricidad de Caracas; igualmente, le ordenó prácticamente al poder legislativo nacional, ser facultado para gobernar por decreto mediante la aprobación de una ley habilitante, cercenándole parcialmente el derecho a la Asamblea Nacional de legislar, y asumiendo indirectamente poderes dictatoriales.
Pero como si esto fuera poco, durante estos apenas cinco meses que han transcurrido desde el 3 de diciembre, el Sr chávez, conformó una comisión a dedo, integrada por subalternos incondicionales afectos a su proyecto político, sin consultar al país ni a la Asamblea Nacional, para realizar entre gallos y media noche un proyecto de reforma constitucional en secreto, de espaldas al país, lo cual es inaceptable en un régimen democrático. Proyecto de reforma constitucional que pretende aprobar en referéndum popular, con el aval de un CNE muy controversial, para imponernos la reelección indefinida, entre otros posibles aspectos que ya ha insinuado, como por ejemplo: El nuevo reordenamiento territorial; la regulación de la propiedad privada sujeta a los objetivos socialistas; el cambio de nombre de la Fuerza Armada Nacional; y el establecimiento del nombre de República Socialista Bolivariana de Venezuela, eso es lo que viene.
Además, el Sr Chávez en su anunciada y acalorada carrera que ha emprendido en lo que ha llamado la radicalización revolucionaria, también ha ejecutado varias acciones e iniciativas muy reveladoras que nos indican hacia donde es que va Venezuela, y que es lo que va a pasar aquí, como por ejemplo: Ha establecido ya, las pautas y lineamientos concretos de lo que será el partido unido socialista, que en el fondo es la instauración de un partido político revolucionario a la vieja usanza comunista, y no otra cosa como pretende edulcorarla. Sistemáticamente ha iniciado un proceso de purga de la Institución de la Fuerza Armada Nacional, con la convicta y confesa intención de ideo logizarla, adoctrinarla en la filosofía socialista, para plegarla obediente e incondicionalmente como instrumento político al servicio ilegal de su proyecto político personalista. Lo ha hecho desafiando a todos los profesionales de carrera, violando abiertamente la Constitución y las leyes, sin que ningún órgano del poder público cumpla con su deber de recordarle que está obligado a cumplir y hacer cumplir esa Constitución y leyes de la república. Lo cual sugiere presumiblemente, que lo hace descarada e impunemente, con la complacencia, el visto bueno y la complicidad del resto de los poderes públicos del estado. Lo cual es gravísimo.
El portugués del abasto, el panadero, el pregonero de periódico, el dependiente de la farmacia, el chofer del transporte, mis vecinos, el mecánico, mi odontólogo, mi médico, mi terapeuta, el sacerdote, la madre superiora, el limpiabotas, el arepero, el perro calentero, el vigilante del estacionamiento, mis colegas, los empleados de los tribunales, ministerios y oficinas públicas, las secretarias, la señora que hace el mantenimiento, el buhonero, el motorizado, el cajero del banco, el chichero, los mesoneros de restaurantes, el barman, el policía conocido, el fiscal de tránsito, los militares conocidos, los profesores y maestros de mis hijos en la Universidad o en el colegio , el portero de la escuela, los compañeros de juego en el club, los amigos de infancia, todos con quienes de algún modo me relaciono, me ven, y al conversar, de inmediato me preguntan: ¿Qué va a pasar en Venezuela ?.
Confieso que es difícil responderles, tampoco he tenido uniformidad en las respuestas que he debido darles a todos por cortesía, para asumir semejante experiencia verídica, porque no es una ficción, es absolutamente real, esta no es una sátira literaria, sino que se trata de una insólita situación que debo vivir a diario. Trato de imaginar que debo tener en mi aspecto físico, o en mi apariencia personal, en mi normal y habitual naturaleza, algo que le haga pensar a mis congéneres que debo poseer algún tipo de particular característica, que me haga parecer conocedor de ciertas circunstancias, tal vez por mi oficio, pero no, mi vanidad humana no llega a tanto. Inmediatamente concluyo, en que la pregunta en cuestión es el tema cotidiano para todo el mundo sin excepción, y que no me la hacen porque crean que sepa la respuesta, sino que estamos todos sumergidos en una especie de neurosis colectiva, en una paranoia masiva en la que deliberadamente nos han metido.
Sin embargo, a pesar de reconocer esa realidad, hoy he decidido responderme a mi mismo esa controversial interrogante: ¿Qué va a pasar en Venezuela? Antes, he de describir algo que me ocurrió exactamente en el mes de noviembre pasado, a sólo días del acto electoral del 3 de diciembre. Es el caso, que encontrándome en mi hogar aguardando que entrará un despachador doméstico, a penas me vio, preguntó: ¿Y que va a pasar en esta vaina?; enseguida noté en su tono cierta preocupación, porque lo expresó como si estuviera afirmándolo y no preguntándolo, es decir, capté en su pregunta una actitud de predicción morbosa, como si insinuara, que en el país iba a suceder algo terrible, trágico y lamentable. En ese instante sabía por qué lo decía de esa manera, él temía como muchos, que en Venezuela se desatará un serio conflicto interno el día de las elecciones presidenciales y sobran las explicaciones. Pero el asunto es, que le respondí, como si estuviera poseído de un superior conocimiento –que no puedo tener-: “En esta “vaina” simplemente no va a pasar nada, quédese usted tranquilo”. El ansioso amigo, me miró como si sintiera un gran alivio, respiró y volvió a interrogarme: ¿usted cree, está seguro de eso? "No estoy seguro y si lo creo, quédese tranquilo, aquí lo que va a pasar es que el pueblo va a imponer lo que hay que hacer y punto" -sentencié- ¿Pero, por qué le respondí así, si no sabía qué iba a ocurrir? No fue por un acto de soberbia, tampoco por caridad cristiana, en el fondo intuía aquello, era el olfato que llaman, pero a alguien a quien no conozco se lo dije, sin ninguna presión y compromiso que mediara entre ambos.
Hoy haré lo mismo, intentaré responderme ahora sí, esta pregunta: ¿Qué va a pasar en Venezuela? Me respondo: La pregunta ya está respondida me diría, ¿qué es lo que pasará? no es lo importante realmente, sino lo que ha pasado, está pasando y seguirá ocurriendo. ¿O es que te parece poco lo que ha pasado, está pasando y seguirá pasando?. Fijémonos: A sólo días de ganar las elecciones -28 de diciembre- el Sr Chávez en vez de llamar al país a la paz, el sosiego colectivo, al trabajo creador, el dialogo entre oposición y gobierno para procurar el indispensable entendimiento, el acuerdo político, la convivencia, la coexistencia pacífica, la concertación, el consenso necesario para que entre todos saquemos al país hacia adelante, prefirió desenterrar el hacha de la guerra, y la emprendió a insultos contra los directivos de un conocido canal de televisión –que denomina como oligarquía nacional- para anunciar la no renovación de su concesión y prácticamente someterla al cierre.
Pero es que no contento con semejante exceso y arbitrariedad, que nos dio a todos los venezolanos como regalito de año nuevo, apenas a unos días, en el mes de enero, nos entregó como obsequio de reyes magos más sorpresitas, se apareció iracundo y agresivo a enrostrarnos la genialidad que había producido en sus días de reflexión navideña y año nuevo, el invento de los “cinco motores revolucionarios” -¿donde está eso en la Constitución?- para acelerar su revolución, anunciándole al país varias perlitas, entre otras, la estatización o nacionalización de la empresa de telecomunicaciones CANTV, y de energía, como la de la electricidad de Caracas; igualmente, le ordenó prácticamente al poder legislativo nacional, ser facultado para gobernar por decreto mediante la aprobación de una ley habilitante, cercenándole parcialmente el derecho a la Asamblea Nacional de legislar, y asumiendo indirectamente poderes dictatoriales.
Pero como si esto fuera poco, durante estos apenas cinco meses que han transcurrido desde el 3 de diciembre, el Sr chávez, conformó una comisión a dedo, integrada por subalternos incondicionales afectos a su proyecto político, sin consultar al país ni a la Asamblea Nacional, para realizar entre gallos y media noche un proyecto de reforma constitucional en secreto, de espaldas al país, lo cual es inaceptable en un régimen democrático. Proyecto de reforma constitucional que pretende aprobar en referéndum popular, con el aval de un CNE muy controversial, para imponernos la reelección indefinida, entre otros posibles aspectos que ya ha insinuado, como por ejemplo: El nuevo reordenamiento territorial; la regulación de la propiedad privada sujeta a los objetivos socialistas; el cambio de nombre de la Fuerza Armada Nacional; y el establecimiento del nombre de República Socialista Bolivariana de Venezuela, eso es lo que viene.
Además, el Sr Chávez en su anunciada y acalorada carrera que ha emprendido en lo que ha llamado la radicalización revolucionaria, también ha ejecutado varias acciones e iniciativas muy reveladoras que nos indican hacia donde es que va Venezuela, y que es lo que va a pasar aquí, como por ejemplo: Ha establecido ya, las pautas y lineamientos concretos de lo que será el partido unido socialista, que en el fondo es la instauración de un partido político revolucionario a la vieja usanza comunista, y no otra cosa como pretende edulcorarla. Sistemáticamente ha iniciado un proceso de purga de la Institución de la Fuerza Armada Nacional, con la convicta y confesa intención de ideo logizarla, adoctrinarla en la filosofía socialista, para plegarla obediente e incondicionalmente como instrumento político al servicio ilegal de su proyecto político personalista. Lo ha hecho desafiando a todos los profesionales de carrera, violando abiertamente la Constitución y las leyes, sin que ningún órgano del poder público cumpla con su deber de recordarle que está obligado a cumplir y hacer cumplir esa Constitución y leyes de la república. Lo cual sugiere presumiblemente, que lo hace descarada e impunemente, con la complacencia, el visto bueno y la complicidad del resto de los poderes públicos del estado. Lo cual es gravísimo.
Otros claros indicios de hacia donde pretende conducir a Venezuela el Sr Chávez, son sus amenazas de estatizar o nacionalizar empresas privadas como los frigoríficos de alimentos, –ya ha tomado militarmente algunos- las clínicas privadas, y otros rubros privados, pero continúa amenazando con confiscar empresas y bienes a los particulares que no se plieguen a las disposiciones dictadas por decretos ilegales, injustos y confiscatorios de los derechos económicos previstos en la Constitución que viola sistemáticamente. Son también ejemplos claros de sus intenciones, sus más recientes amenazas de nacionalizar la banca privada nacional, y la industria siderúrgica de Sidor.
Lo más grave que en Venezuela está ocurriendo y seguirá ocurriendo en el sector económico interno, es la pérdida de la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, porque se ha logrado ahuyentar a los inversionistas nacionales y extranjeros, y se ha creado artificialmente un clima de miedo, vértigo, desconfianza, porque el gobierno privilegia sus proyectos cooperativistas y colectivistas, identificados con sus causas socialistas y revolucionarias comandados por activistas políticos afectos al régimen, en detrimento de los derechos del resto de los ciudadanos. El Sr. Chávez progresivamente está asfixiando el aparato productivo nacional y a los empresarios privados, sometiéndolos a controles indebidos e innecesarios, a restricciones injustas e ilegales, mediante la aplicación de más impuestos, desplegando persecuciones, hostigamientos, multándolos, sancionándolos y cerrándoles sus negocios por intermediación del Seniat (organismo Tributario nacional) emblematizándolos injustamente ante el país como oligarcas vendidos y lacayos del imperialismo estadounidense, penalizándolos mediante una ley como acaparadores y especuladores, mientras paralelamente realiza amparado por el poder del estado que dice representar, importaciones sin pagar aranceles ni impuestos, compitiendo deslealmente y con ventajas con los productores nacionales de carne, pollo, leche, queso, y toda clase de mercancías con las que no pueden competir por los ínfimos márgenes de ganancia, por lo que se han visto obligados a cambiar de rubro, cerrar sus negocios, o resignarse a la quiebra y hasta irse del país.
Chávez avanza en sus planes, en su empeño de desmontar el viejo modelo económico previsto en la Constitución Nacional a contracorriente de lo que necesita el país y su población. Está ahora acelerando en sus métodos comunistas, nos ha dicho que lo que viene es más radicalización de la revolución y despliega todo el poder del estado para lograrlo, poniendo a la orden del proyecto revolucionario todo el aparato logístico, propagandístico y publicitario del estado, y lo intenta hacer incluso en contra de sus propios copartidarios, gobernadores y alcaldes que no comparten el modelo totalitarista que desea imponernos, y que contiene como receta más estatismo, centralismo, intervencionismo estatal, colectivismo, confiscaciones, lo que significa descabezar conquistas alcanzadas por la sociedad democrática como la descentralización, y las autonomías regionales, municipales y parroquiales, que es igual a concentrar todo el poder en la capital en torno al caudillo revolucionario, lo cual degenerará en totalitarismo de estado, es decir, en menos democracia, lo hace impunemente envalentonado y apuntalado con sectores y facciones militaristas obedientes al líder, para así lograr paulatinamente, por etapas, gradualmente, mayor concentración de poder en la cabeza del caudillo que se cree el estado, porque no distingue entre gobierno, estado y nación, él es el estado.
No somos adivinos para saber qué va a pasar en Venezuela, pero son muchos los signos, las señales y las ordenes encubiertas que ya nos ha mostrado sin ruborizarse el llamado líder del proceso revolucionario, para lograr deducir hacia donde es que quiere llevarnos, por instrucciones de su mentor, tutor y confeso padre político, el amo de la tierra del azúcar a quien sospecha ausente antes de lo esperado, por eso apura la marcha hacia la radicalización, ahora que se siente fuerte e invulnerable, y que cree tenerlo todo para hacerlo: Circunstancias históricas apropiadas, recursos económicos abundantes provenientes del petróleo y el control de PDVSA, para financiar sus planes y proyectos populistas, elementos logísticos de comunicación y mediáticos suficientes, para lograr una hegemonía comunicacional, fuerza y decisión para imponerla, poder político ilimitado, plataforma organizativa de respaldo partidista, organización disciplinada de sus cuadros dirigentes, respaldo popular en sectores que le son afectos a rabiar, comandos militares incondicionales adoctrinados de tropas en el ejercito, que le gritan obedientes y sumisos a sus órdenes “patria, socialismo o muerte”, reservas y milicias armadas entrenadas, armas suficientes, adversarios internos debilitados en la oposición, por la derrota, y la ausencia de coherencia, organización, liderazgo eficaz y proyecto político democrático alternativo. Chávez tiene el viento a su favor, la sociedad democrática luce a su merced, y si ha de hacer el giro violento hacia la revolución comunista, encubierta hasta ahora, edulcorada como socialista moderada, sabe que es el momento, después le sería difícil aplicarla porque probablemente disminuiría pronto su popularidad y lo sabe, por eso se explica su aceleración radical.
Desde luego, otro asunto es que eso que él quiere imponernos y aplicarnos, sea lo que necesitamos realmente, y en segundo lugar, si es lo que deseamos la mayoría. Porque si la mayoría del pueblo quiere eso, no habrá fuerza humana capaz de impedírselo, pero si es lo contrario, simplemente “la salsa que es buena para el pavo es buena para la pava”. Otro problema es, si eso que él quiere es bueno o malo, si es lo correcto, lo acertado, si lo hará o no, y si el pueblo venezolano lo permitirá obligado en caso de que no lo anhele. Pienso que la respuesta nadie la puede saber, para determinarlo habrá que aguardar para escribir la historia entre todos, pero lo que si sabemos, es que el timonel nos lleva por un rumbo que anticipan una gran tormenta, y vemos insinuarse algunas nubes negras en el horizonte, que presagian truenos, rayos, y centellas, a lo mejor sólo llueva y escampe, o tal vez nos tropezamos con una ola gigantesca que haga dar marcha atrás al bucanero ensimismado que solo suele hablar con el loro del buque, y hacer monólogos bajo la lluvia, esperemos que nadie ose arrojar al timonel por la borda, ni que perezcamos todos a merced de una marejada, y que jamás se hunda el barco, para que todos podamos navegar juntos en paz, a fin de cuentas, el sol siempre sale todas las mañanas.
Lo más grave que en Venezuela está ocurriendo y seguirá ocurriendo en el sector económico interno, es la pérdida de la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, porque se ha logrado ahuyentar a los inversionistas nacionales y extranjeros, y se ha creado artificialmente un clima de miedo, vértigo, desconfianza, porque el gobierno privilegia sus proyectos cooperativistas y colectivistas, identificados con sus causas socialistas y revolucionarias comandados por activistas políticos afectos al régimen, en detrimento de los derechos del resto de los ciudadanos. El Sr. Chávez progresivamente está asfixiando el aparato productivo nacional y a los empresarios privados, sometiéndolos a controles indebidos e innecesarios, a restricciones injustas e ilegales, mediante la aplicación de más impuestos, desplegando persecuciones, hostigamientos, multándolos, sancionándolos y cerrándoles sus negocios por intermediación del Seniat (organismo Tributario nacional) emblematizándolos injustamente ante el país como oligarcas vendidos y lacayos del imperialismo estadounidense, penalizándolos mediante una ley como acaparadores y especuladores, mientras paralelamente realiza amparado por el poder del estado que dice representar, importaciones sin pagar aranceles ni impuestos, compitiendo deslealmente y con ventajas con los productores nacionales de carne, pollo, leche, queso, y toda clase de mercancías con las que no pueden competir por los ínfimos márgenes de ganancia, por lo que se han visto obligados a cambiar de rubro, cerrar sus negocios, o resignarse a la quiebra y hasta irse del país.
Chávez avanza en sus planes, en su empeño de desmontar el viejo modelo económico previsto en la Constitución Nacional a contracorriente de lo que necesita el país y su población. Está ahora acelerando en sus métodos comunistas, nos ha dicho que lo que viene es más radicalización de la revolución y despliega todo el poder del estado para lograrlo, poniendo a la orden del proyecto revolucionario todo el aparato logístico, propagandístico y publicitario del estado, y lo intenta hacer incluso en contra de sus propios copartidarios, gobernadores y alcaldes que no comparten el modelo totalitarista que desea imponernos, y que contiene como receta más estatismo, centralismo, intervencionismo estatal, colectivismo, confiscaciones, lo que significa descabezar conquistas alcanzadas por la sociedad democrática como la descentralización, y las autonomías regionales, municipales y parroquiales, que es igual a concentrar todo el poder en la capital en torno al caudillo revolucionario, lo cual degenerará en totalitarismo de estado, es decir, en menos democracia, lo hace impunemente envalentonado y apuntalado con sectores y facciones militaristas obedientes al líder, para así lograr paulatinamente, por etapas, gradualmente, mayor concentración de poder en la cabeza del caudillo que se cree el estado, porque no distingue entre gobierno, estado y nación, él es el estado.
No somos adivinos para saber qué va a pasar en Venezuela, pero son muchos los signos, las señales y las ordenes encubiertas que ya nos ha mostrado sin ruborizarse el llamado líder del proceso revolucionario, para lograr deducir hacia donde es que quiere llevarnos, por instrucciones de su mentor, tutor y confeso padre político, el amo de la tierra del azúcar a quien sospecha ausente antes de lo esperado, por eso apura la marcha hacia la radicalización, ahora que se siente fuerte e invulnerable, y que cree tenerlo todo para hacerlo: Circunstancias históricas apropiadas, recursos económicos abundantes provenientes del petróleo y el control de PDVSA, para financiar sus planes y proyectos populistas, elementos logísticos de comunicación y mediáticos suficientes, para lograr una hegemonía comunicacional, fuerza y decisión para imponerla, poder político ilimitado, plataforma organizativa de respaldo partidista, organización disciplinada de sus cuadros dirigentes, respaldo popular en sectores que le son afectos a rabiar, comandos militares incondicionales adoctrinados de tropas en el ejercito, que le gritan obedientes y sumisos a sus órdenes “patria, socialismo o muerte”, reservas y milicias armadas entrenadas, armas suficientes, adversarios internos debilitados en la oposición, por la derrota, y la ausencia de coherencia, organización, liderazgo eficaz y proyecto político democrático alternativo. Chávez tiene el viento a su favor, la sociedad democrática luce a su merced, y si ha de hacer el giro violento hacia la revolución comunista, encubierta hasta ahora, edulcorada como socialista moderada, sabe que es el momento, después le sería difícil aplicarla porque probablemente disminuiría pronto su popularidad y lo sabe, por eso se explica su aceleración radical.
Desde luego, otro asunto es que eso que él quiere imponernos y aplicarnos, sea lo que necesitamos realmente, y en segundo lugar, si es lo que deseamos la mayoría. Porque si la mayoría del pueblo quiere eso, no habrá fuerza humana capaz de impedírselo, pero si es lo contrario, simplemente “la salsa que es buena para el pavo es buena para la pava”. Otro problema es, si eso que él quiere es bueno o malo, si es lo correcto, lo acertado, si lo hará o no, y si el pueblo venezolano lo permitirá obligado en caso de que no lo anhele. Pienso que la respuesta nadie la puede saber, para determinarlo habrá que aguardar para escribir la historia entre todos, pero lo que si sabemos, es que el timonel nos lleva por un rumbo que anticipan una gran tormenta, y vemos insinuarse algunas nubes negras en el horizonte, que presagian truenos, rayos, y centellas, a lo mejor sólo llueva y escampe, o tal vez nos tropezamos con una ola gigantesca que haga dar marcha atrás al bucanero ensimismado que solo suele hablar con el loro del buque, y hacer monólogos bajo la lluvia, esperemos que nadie ose arrojar al timonel por la borda, ni que perezcamos todos a merced de una marejada, y que jamás se hunda el barco, para que todos podamos navegar juntos en paz, a fin de cuentas, el sol siempre sale todas las mañanas.
4 comentarios:
Santo Dios, me he tenido que parar a buscar mi copita diaria de vino tinto para evitar que el corazon no se me detenga,.
Estamos en las mismas, tu que lo llamas Sr Chavez y yo que lo llamo seudo-presidente, ya no lo reconozco como tal, el representa el peor liderazgo que ha habido en Venezuela y no por que sea seudo-presidente le acepto todo lo que hace en nombre de nuestro bien. No le acepto nada.
Solo puedo darte las gracias Arcangel por este analisis tan exacto de lo que estamos en puerta y pareciera que son tantos los venezolanos que parecen ignorar esto, todo el mundo que se te acerca y pregunta ¿Que va a pasar en Venezuela? es por que obviamente no hay lideres de lado y lado, que sepan dirigir las ideas y acciones de forma congruente, como consecuencia la preocupacion esta llegando a niveles altisimos pero no le vemos una solucion viable y democratica a todo esto, que realmente son muchisimas cosas por las que estamos pasando y aun asi no terminamos de reaccionar. Solo le reconozco que este seudo-presidente quiere instaurar y legalizar una dictadura en Venezuela con tantas leyes escritas en la madrugada, para que sean aprobadas y avaladas de dia por un CNE comprado y viciado que todos sabemos existe.
No se como aun sus seguidores no saben identificar que es lo que esta pasando a ciencia cierta pero con tanta incertidumbre, tanto caos, es como estar en una eterna confucion, miedo y susto, impuesta por este regimen, eso no los deja reaccionar y actuar.
Gracias Alcangel por tratar de hacer valer un derecho al cual aun podemos recurrir: estar informados.
Estimado Arcangel,
Mi nombre es Pedro Nuno Monteiro y soy un portugués que, a través de un conjunto poco habitual de circunstancias ha tenido contacto con ese país fantástico que es Venezuela.
Hace ya algún tiempo que sigo tus comentarios en este blog y me siento, de verdad, muy contento por todavía existir en Venezuela personas con una objetividad y clarividencia de pensamiento político, i.e., democrático, que creo ser absolutamente esencial para hacer frente a los desafíos que el pueblo venezolano tendrá que ultrapasar en el futuro.
He que ser honrado y decirte que mi afiliación política es socialista. Pero hay que subrayar que la izquierda europea, y sobretodo la izquierda moderna y democrática no tiene nada que ver con las intenciones autocráticas del Señor Chávez.
El comunismo está muerto, pero, mismo que no estuviera, eso no es relevante para comprender las intenciones personales de Chávez.
Chávez solo tiene una “agenda”… mantener-se en el poder, haciendo de todo para agradar a su base electoral, poco esclarecida y instrumentalizada al servicio de una causa personal y no nacional.
Chávez no tiene la intención de desarrollar su país, ni de crear condiciones de sostenimiento social que puedan permitir una real mejoría del nivel de vida de la población venezolana.
Lo que Chávez desea es, solamente, que su base electoral se mantenga, a través de una situación de subsidio-dependencia, que no contribuye para la situación económica de su país.
Cuando llegué a Venezuela me quedé impresionado con los fenomenales paisajes que ustedes tienen y con la simpatía natural de la gente. Pero me de cuenta, de inmediato, de la no existencia de una clase media fuerte, que es esencial para mantener un régimen democrático viable. También me sorprendieron las infraestructuras del país, (carreteras, puentes, edificios públicos, etc.) que son absolutamente anticuadas y inadecuadas a la realidad actual.
La pregunta se imponía: Para donde va la plata del petróleo?
Cuando Chávez llegó al poder, ingenuamente pensé que Venezuela podría encontrar su camino.
Desafortunadamente, no ha sido así.
Las privatizaciones, el combate al sector privado, los constantes atropellos á la libertad de expresión, el instrumentalizar de una población poco instruida al servicio de intereses subjetivos y poco claros, han sido el estandarte político de vuestro presidente.
Pero Chávez es particularmente inteligente. Todas sus actuaciones son siempre en el límite del constitucional, en la frontera de la democracia. De hecho, sus decisiones políticas son siempre legalmente sostenidas, aunque no tiene ningún embarazo en alterar las reglas del juego democrático, cambiando la ley a su placer y de acuerdo con sus intereses.
Aprovechándose del sentimiento internacional de desagrado por las políticas de W. Bush – que ha cometido errores políticos incomprensibles, solo imputables a alguien que no tiene la formación adecuada para el cargo que ocupa – Chávez es ahora en algunos sectores de la opinión publica internacional, una verdadera “popstar”.
Pero para todos los que siguen, más cerco, la realidad venezolana, es notorio que el Señor Chávez se aprovecha del déficit cultural/social y educacional de su pueblo.
Donde está la plata del petróleo, Señor Chávez?
Venezuela es uno de los pocos países en el mondo que tiene materias primas suficientes para tener una economía de las más fuertes de la comunidad internacional.
Portugal no tiene petróleo, no tiene minas de hierro ni de cobre, no tiene toda esa inmensidad de territorio y, con todo, tiene una clase media más fuerte que en Venezuela, infraestructuras incomparablemente mejores y una economía más sustentada. Aquí se vive mejor!
Pero con todas esas materias primas puestas al servicio de la población, Venezuela tendría que ser un país con las condiciones económicas de Canadá, de Australia, de Japón o de Inglaterra.
Para donde va la plata?
Yo solo puedo esperar que Venezuela pueda se reencontrar con su destino… ser un país con los mejores niveles de vida del mondo… pero sé que eso solo podrá suceder si existir un cambio de mentalidad de la población. Y eso es lo más difícil.
Educar su población, abriéndole su espirito y criándole hábitos de cuestionar… creo ser ese el mayor desafío de Venezuela.
Y tu blog, Arcángel, es sin duda una real contribución al esclarecimiento y al debate. Son iniciativas como estas que permitirán à Venezuela vencer los desafíos del futuro.
Mucha suerte e sigue en este camino.
Saludos del otro lado del Océano….
Pedro
Carola, ¡qué alegría! por tu visita. Gracias por tus siempre interesantes comentarios; hoy son particularmente agudos y pertinentes. Un abrazo.
Pedro Nuno Monteiro, bienvenido, gracias por la visita y tus explícitos comentarios.Tus palabras me animan a continuar en esta difícil labor, no siempre bien comprendida por algunos, que no respetan el derecho a expresarnos libremente.
He de admitir que comparto gran parte de sus conceptos excetuando algunos, como por ejemplo uno en especial, sobre el comunismo, cuando dices " Que el comunismo está muerto", entiendo el contexto de esa opinión, sin embargo, con el mayor respeto, la más alta consideración por tu opinión y sin ningún ánimo de polemizar, he de decirte que acabo de escribir y publicar un artículo inspirado en tu aseveración,titulado: "El comunismo no estaba muerto andaba de parranda", deseo y espero que lo leas, y analices, y me digas que te parece.
Por lo demás, me han parecido muy interesantes e importantes tus observaciones y opiniones. Te cuento que aquí en Venezuela en mi caso, tengo grandes amigos portugueses, (muchos)con quienes tengo compartiendo largos años de amistad y camaradería.
Sobre tu filiación política socialista, te diré que aunque no especificas, imagino que el socialismo al que te refieres es al socialismo moderado con tendencia hacia al centro. En América Latina hay interesantes experiencias de gobiernos encabezados por líderes socialistas como Lagos en Chile, Lula en Brasil, las cuales nos han parecido muy exitosas. Igualmente, actualmente en chile la presidenta Bachelet es socialista y está siendo apoyada por una alianza de partidos en los que se encuentran los socialcristianos, lo cual quiere decir que es perfectamente compatible el socialismo de izquierda con los sectores de centro derecha, siempre que se complementen con una filosofía democrática de respeto de los derechos humanos.
En cambio en Cuba el socialismo que se implementa es comunista totalitario cien por ciento, y en Venezuela el Sr. Chávez no disimula ya hacia donde es que desea enrumbar al país, sin duda es hacia un modelo totalitario, desde esa perspectiva, la de los métodos, las estrategias y tácticas comunistas estalinistas leninistas que están Castro y Chávez empleando es que decimos que nos intentan conducir deliberdamente mediante el método o sistema comunista.
Mis respetos y un gran saludo.
Hola a todos. De vez en cuando visito este blog para ver que opinana sobre lo que ocurre en mi pais (en el cual no estoy), y porque las opiniones de Arcangel siempte me parecen muy acertadas. Solo quisiera hacer un comentario pequeño. Lo que arcangel dice que paso y esta pasando en Venezuela es todo absolutamente cierto. Ya no queda duda del destino que Chavez le tiene preparado al pais, ahora mi pregunta es: Por que nadie hace nada para evitarlo? Por que parece que todo el mundo hubiera perdido la fuerza y creyera que lo inminente es irrevocable?
Eso me asusta mas. Cuando leo algun comentario de los propios partidarios de Chavez que al parecer por fin se dieron cuenta de que el loco solo tiene un proyecto personal y no un proyecto de pais, me consuelo y digo: "algo va a pasar pronto", pero luego ocurre que veo como mansamente la gente se deja imponer toda suerte de barbaridades ilegales a ojos vista sin mover un dedo y murmurando por lo bajo su disgusto. Que es lo que pasa?
El proyecto de Chavez lo sabemos porque el mismito nos lo cuenta, pero no puedo entender la impunidad de sus desmanes.
Me podrias explicar eso Arcangel?
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