"... CON MISILES ATÓMICOS" ESTÁ PREPARADO PARA LUCHAR POR LA AUTONOMÍA GOBERNADOR RAMÓN MARTÍNEZ

Entrevista // Ramón Martínez, gobernador del estado Sucre.

UN REFERENDO POR LA AUTONOMÍA REGIONAL.

Martínez otea el horizonte de la (des)centralización y advierte que la pradera se puede incendiar si se desconoce la voluntad de la provincia (Paulo Pérez Zambrano/Enviado especial)

"Nada puede ir contra la voluntad del pueblo de Sucre que es suprema. El general Zamora se alzó y yo estoy con él"

Por: ROBERTO GIUSTIENVIADO ESPECIAL/EL UNIVERSAL

Cumaná.- Bajo la sombra de una frondosa arboleda, en una casa a la orilla del mar, encontramos a Ramón Martínez. Nos invita a un almuerzo de catalanas y coro-coros a la parrilla, acompañada de ensalada fresca, en un comedor abierto a la brisa y donde salpican las olas. Para beber, agua o refrescos, según lo que se quiera, y para conversar el verbo mordaz de este médico convertido en gobernador de Sucre, desde 1992, con un breve interregno. Sólo que Martínez tiene un peculiar estilo para decir las cosas: "no estamos solos. Este es un mensaje a García. Si García dispara y concreta su proyecto, nosotros también le entregamos su mensaje".

García, entendemos, es Chávez y "su proyecto" es la reforma constitucional. Pero Martínez, su partido Podemos y, dice él, aparte de Sucre, un gran movimiento nacional, también se disponen a disparar

-¿En qué consiste su proyecto?

-No es el proyecto de Ramón Martínez, sino un anteproyecto de decreto diririgido a defender la autonomía de los estados, basado en la Constitución de 1999 y sobre todo en artículos fundamentales, 4, 6, 159 (autonomía de los estados) y 189 (planificación), que nos permite decirle al Presidente que él es un poder constituido al igual que yo o cualquier otro gobernador o alcalde. Él debe entender, entonces, que no es un poder constituyente y por tanto resulta un exabrupto saltarse la Constitución sin revisar sus principios fundamentales y los no fundamentales también. Hicimos un análisis global de los pros y los contras de este anteproyecto, contrastándolo con el decreto presidencial sobre la creación de la Comisión Central de Planificación y los anuncios del Presidente en ese sentido. Pero antes presentamos nuestras ideas a la población del estado Sucre, a la Iglesia católica, a la evangélica, a todos los partidos (amigos y enemigos), a los empresarios, profesionales, técnicos, a todo el mundo. Ellos atendieron a nuestro llamado (a la reunión con la Iglesia católica asistieron 800 sacerdotes) y han hecho sugerencias que hemos ido incorporando, de manera que no se trata, como ya dije, de un decreto de Ramón Martínez, sino de toda una sociedad, en caso de que alguien pretenda alterar los límites y autonomía del estado Sucre. Y razones históricas nos sobran: el Mariscal Sucre, Bermúdez, Andrés Eloy Blanco, Ramos Sucre. Poetas y héroes.

-¿Está usted planteando un referéndum para preguntarle a los sucrenses si quieren conservar la actual división política administrativa o si están de acuerdo con el proyecto que Chávez acaricia para modificarla?

-Correcto. Él hasta ahora está en trance de acariciar y la caricia es cuando ya te pasan la mano. Si él presenta su proyecto, nosotros presentaremos el nuestro.

-Y ya ustedes lo tiene listo.

-Listo, preparado, con misiles atómicos.

-¿De qué sirve que el pueblo de Sucre vote a favor de conservar su condición de estado...

-¡Cualquier pendejera..!

-¿ si no lo hace el resto del país?

-Primero, yo no estoy solo y segundo, el resto del país es una periferia no escuchada. Si yo fuera Chávez llamaría a los alcaldes, a los gobernadores, a las juntas parroquiales, a los consejos comunales, a la oposición, a todo el mundo, para presentar una reforma de la Constitución o la ordenación territorial del país. A fin de cuentas yo vivo en Sucre y la suerte del estado le interesa a todos los sucrenses. Ahora, si Chávez quiere enfrentarse a este pueblo, ese es su problema. Yo simplemente voy a una consulta política que nada ni nadie puede evitar.

-¿Qué carácter tendría ese referendo?

-Consultivo y aunque carezca de vinculación legal a mí me interesa, sobre todo, la vinculación política porque si lo pierde (Chávez), sépalo que pierde todo. Nosotros, por ahora, esperamos que él presente su proyecto. Mientras tanto, tranquilos. No embestimos trapos rojos. Ni Ismael (García), ni Didalco (Bolívar). Nosotros somos tipos ya maduros, somos ¿-Zorros viejos?.

-Zorros viejos no, déjate de vainas. Somos algo así como cazadores correctos.

-Por lo que usted afirma, esto va más allá de Sucre y se extendería a todo el país.

-Será inmenso, inmenso.

-¿Cómo van a lograr ustedes que se realice el referéndum en estados donde gobierna el chavismo, es decir, en casi todo el país?

-En el supuesto negado de que Rosales le dijera al pueblo del Zulia que está de acuerdo con la reforma de Chávez, el Zulia no le obedecería. Y si cualquier gobernador, así sea chavista, le dice a la población que está a favor de que le modifiquen su territorio, sin consultarla, eso va a molestarla. El problema no está en quienes gobiernan sino en la soberanía popular.

-¿Cree usted que el CNE se prestaría a organizar ese tipo de comicios?

-Ese decreto está superblindado jurídicamente. Como a mí me están amenazando con una reforma de la Constitución que no conozco, yo también amenazo con principios fundamentales. Lo que es igual no es trampa. Palo ensebado por palo ensebado.

-Si el CNE no organiza el referéndum, ¿lo convocarían ustedes por su cuenta?

-Yo me limito a decir que nada puede ir en contra de la voluntad política del pueblo del estado Sucre. Aquí nadie se va a calar nada de eso. Ni por las buenas ni por las malas. La voluntad política de un pueblo es suprema. Que no se olvide eso jamás. A mí me importa más la vinculación política que la jurídica. Estoy convencido de que si llamamos a un referéndum y montamos un aparato, viendo que podría haber fraude o cualquier cosa, aquí con sólo testificar nosotros la voluntad de este pueblo se puede incendiar la pradera. Ojalá eso no ocurra. Yo estoy con el general Zamora.

-Ud. lo que está es alzado.

-No. El general Zamora se alzó y yo estoy con él.

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