martes, julio 17, 2007

GEOPOLÍTICA DEL PETRÓLEO


Por: José Toro Hardy


Antes éramos parte de la solución. Ahora somos parte del problema

A lo largo de muchísimas décadas Venezuela afincó el desarrollo de su industria petrolera sobre un conjunto de grandes ventajas estratégicas. La primera de esas ventajas es el inmenso volumen de nuestras reservas probadas de petróleo, tanto convencional como de crudos extrapesados en la faja del Orinoco.

La segunda ventaja proviene de nuestra extraordinaria ubicación geográfica, al norte de Suramérica y muy cerca de nuestros mercados naturales como lo son EEUU, Europa, el Caribe, Centro y Suramérica. Estábamos cerca de los mercados y lejos de los conflictos.

La tercera ventaja es que éramos percibidos como un productor serio. No violábamos los contratos suscritos y, cuando era necesario, los renegociábamos con firmeza, pero sin traumas para las partes. Éramos un país democrático donde operaba el equilibrio de los poderes. Había seguridad jurídica.

Venezuela era percibida como el abastecedor de petróleo más seguro y confiable del mundo. Esa posición se la ganó a lo largo de muchas décadas. Veamos:

A) Durante la II Guerra Mundial, Venezuela aportó cerca del 60% del petróleo utilizado por las fuerzas aliadas, transformándose así en un factor determinante del triunfo. Mientras la maquinaria bélica del Eje se paralizaba por falta de combustible, los aliados contaban con un suministro inagotable de petróleo que provenía del subsuelo venezolano.

B) En las postrimerías de la Guerra en Corea, se produce la primera caída del Shah de Irán. El suministro petrolero de aquel país se vio interrumpido a raíz de la nacionalización de la Anglo-Iranian por parte de Mossadegh. Sin el petróleo iraní -que era requerido por el esfuerzo bélico- se pensó que el comunismo tomaría el sureste asiático. En aquella ocasión, Venezuela incrementó su producción petrolera y ayudó a resolver la crisis.

C) En junio de 1967 estalla la Guerra de los Seis días entre Israel y las naciones árabes. Al concluir el conflicto, Nasser bloqueó el Canal de Suez, el cual permaneció cerrado hasta 1975. Todo el petróleo del Golfo Pérsico, llegaba hasta ese momento a los mercados a través del Canal de Suez. Al quedar bloqueado, ese mismo petróleo tenía que dar la vuelta a todo el continente africano, lo que implicaba un viaje adicional de 12.000 millas náuticas en viaje redondo y no existían suficientes tanqueros en el mundo para cubrir el trayecto. Bajo tales condiciones, Venezuela incrementó una vez más su producción petrolera.

D) En 1969 Muhamar Gaddafi derroca el rey Idrish en Libia. Poco tiempo después se interrumpe la producción petrolera de aquel país. Una vez más Venezuela incrementó su producción, la cual llegó a superar los 4 millones de barriles por día.

E) En 1973 estalla la Guerra del Yom Kippur entre Israel y sus vecinos árabes. Al finalizar la misma, las naciones árabes aplicaron un embargo a las exportaciones petroleras a occidente. Una vez más el mundo tuvo que confiar en Venezuela para cubrir sus necesidades energéticas.

F) En 1979 tiene lugar el segundo derrocamiento del Shah de Irán y la revolución islámica de Khomeini. La producción petrolera de Irán cae en más de tres millones de barriles por día. Una vez más los mercados petroleros voltearon la mirada hacia Venezuela.

G) En 1991 tiene lugar la invasión de Irak a Kuwait. Al retirarse, Saddam Hussein incendió todos los pozos petroleros de Kuwait y además la ONU le aplicó un embargo a la producción petrolera de Irak. Venezuela reaccionó con un importante incremento de su producción.

Como éramos el único miembro no islámico de la OPEP, siempre nos declaramos neutrales frente a cada uno de los conflictos antes mencionados.

Pero ahora, una a una, estamos destruyendo todas nuestras ventajas estratégicas. Veamos: Seguimos teniendo grandes reservas, pero cada día tenemos menos producción. Seguimos teniendo la misma extraordinaria posición geográfica, pero de nada nos sirve porque cada día amenazamos a nuestro mayor mercado de que no le vamos a suministrar ni un barril más de petróleo. En cuanto al respeto de los contratos, ni qué decir, como tampoco al funcionamiento de las instituciones, al equilibrio de los poderes ni a la seguridad jurídica. Por lo demás, dejamos de ser un abastecedor seguro y confiable, porque aunque seguimos siendo un país no islámico, estamos construyendo alianzas cada vez más cercanas con la más radical de las naciones fundamentalistas islámicas shiítas: Irán.

El mundo siempre había percibido a Venezuela como una parte de la solución. Ahora somos vistos como una parte del problema.

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