lunes, julio 02, 2007

"LA CARTA MAGNA NO SE PUEDE HACER EN UN LABORATORIO" DICE CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA




Obispos analizan reforma constitucional, socialismo del siglo XXI e inseguridad

Este lunes se instaló la LXXXVIII Asamblea Ordinaria Plenaria de Obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana, donde se abordará el informe sobre la Quinta Conferencia General de Episcopado Latinoamericano, celebrado en Brasil y temas relacionados con la situación actual del país.

El Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Ubaldo Santana, informó que se reflexionará en esta ocasión sobre la implantación de un modelo como el Socialismo del Siglo XXI, el proyecto de reforma de la Constitución que aún no se conoce con certeza y también el tema de la inseguridad.
Dijo, refiriéndose a la reforma constitucional que la carta magna “no se puede hacer en laboratorios”. Desean mantener un diálogo abierto y constitucional con el poder ejecutivo y todos los demás poderes.

Sobre el problema de la inseguridad en Venezuela, los obispos esperan poder intercambiar ideas con el ministro del Interior y Justicia, Pedro Carreño.

Fuente:www.globovision.com.

2 comentarios:

Espiritureal dijo...

Hay va Campoamor: " En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira "
La Carta Magna no se puede hacer en un laboratorio,dijo la Conferencia Episcopal. La Biblia la hicieron en un laboratorio, primero Esdras y Nehemías. Finalmente Constantino en Cartago. Sin embargo pienso que toda modificación, pues aún lo bueno es suceptible de mejorarse, debe someterse a referendo popular.

Arcangel Vulcano dijo...

Abén, bienvenido, gracias por la visita y tu interesante comentario, el cual me permite exponer algunas ideas sobre este importante asunto, sin ánimo de polemizar, sólo de aportar mi humilde opinión.

No soy teólogo, y no defiendo a ultranza a ninguna institución humana, aunque soy católico bautizado y confieso públicamente mi fe en Jesucristo, también tengo mis reservas sobre la institución de la iglesia Católica, pero ese es otro asunto; sin embargo, en el presente caso el tema es la reforma constitucional que pretende aprobar el presidente Chávez.

Por otra parte, en mi opinión si la Biblia hubiera sido hecha en "un laboratorio" (cosa que ignoro), pareciera que el Sr. Chávez pretendiera entonces imitar o copiar ese mismo procedimiento, lo cual sería injustificable e inaceptable.

Por otro lado, más allá del tema de la posible realización del referendo popular, hay que acotar, que la Constitución se podría reformar por ese método siempre que los cambios sean parciales, y no se produjeran cambios sustanciales en los principios constitucionales. De lo contrario se requeriría convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, para realizar eficazmente y legalmente la reforma constitucional. Y esto no es porque lo diga yo, un ciudadano venezolano, sino lo establece la misma Constitución Nacional.

En mi criterio, realizar una reforma Constitucional tal y como la pretende hacer el sr. Chávez, sin convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que la discuta y apruebe, estaría viciada de nulidad absoluta, lo que quiere decir, que esa pretendida reforma debería ser considerada como inexistente, por lo que no produciría efectos jurídicos. Es decir, no ha nacido y ya es nula por ilegal e ilegítima, al violar los principios constitucionales que rigen la materia. Por lo que si no se cumplen los requisitos legales para realizar una reforma Constitucional de esas características, previstos en la Constitución Nacional, esa reforma no tiene validez.¡Sería nula!

Pienso que hay mucha gente con profundo conocimiento jurídico en esta materia en el país, que lo saben, y sólo esperan que se cometa ese garrafal error desde el gobierno, para entonces desconocer esa reforma y demandar su nulidad, lo cual sería una terrible derrota política para el régimen y seguramente traería graves consecuencias de toda índole.

En verdad, en este asunto tan delicado, no podemos cometer el error de ignorar o perder de vista los principios jurídicos constitucionales esenciales, principalmente los constitucionales.

Sin duda este es un tema complejísimo jurídicamente hablando, que merecería ser tratado con mayor amplitud; sin embargo, sólo daré una razón jurídica de fondo y de gran peso, para sustentar lo que he expresado.

Por ejemplo, se ha filtrado por el propio presidente la idea de aprobar en una eventual propuesta de reforma constitucional, cambios "sustanciales" en cuanto al reordenamiento territorial; la centralización del poder público; y la reelección indefinida; es obvio que dichos cambios "no serían parciales sino de fondo". Una reforma constitucional que cambie sustancialmente esas especificidades, alteraría y afectaría principios fundamentales previstos en la Constitución Nacional, como por ejemplo el principio de la alternabilidad en el poder, el principio de la descentralización; alteraría la autonomía de las regiones, porque Venezuela es una república federal, y en mi opinión para ser alterados requerirían de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente si lo que se pretende es drástica y terminantemente, cambiarlos o simplemente suprimirlos.

De tal manera, que este es un tema demasiado importante, como para resolverlo únicamente mediante la propuesta de reforma que haga un solo y único sector político del país, usando el eufemismo del referendo popular, y mucho menos sin realizar un debate ante el país nacional, encerrados en un cenáculo de seudo intelectuales de izquierda, serviles al gobierno. Creo que de eso habla la Conferencia Episcopal Venezolana muy responsablemente y por lo demás en esta ocasión acertadísimamente. Porque es inaceptable en un país verdaderamente democrático, que se pretenda realizar una reforma Constitucional de espaldas al país, mediante la imposición de un criterio único de una comisión servil a los designios de un sólo hombre con una visión radical de la sociedad (socialista colectivista), que pretende imponérsenos aprovechando el transitorio poder que detenta, al influir inescrupulosamente en las funciones del resto de los poderes públicos tal y como ha quedado evidenciado más recientemente, con motivo de la toma de decisiones arbitrarias a contracorriente de la opinión pública nacional. Además, ese pretendido referendo popular sería de nuevo llevado adelante por el mismo CNE al que ya estamos acostumbrados a ver actuar de forma poco imparcial y transparente, por decir lo menos.

Lo que los venezolanos queremos en realidad es, que si la Constitución Nacional ha de ser reformada (no y que era la mejor Constitución del mundo, bastaría cumplirla) que se haga legalmente como corresponde a un país civilizado que tiene un estado de derecho, y no mediante artificios y muy convenientes e interesadas maniobras políticas, es decir, hecha en la oscuridad, en un "laboratorio" entre gallos y media noche, sino a la luz pública, frente al país, y en donde participen los venezolanos con mayor nivel de conocimientos en la materia. Que se discuta en una Asamblea Nacional Constituyente, eso sería lo lógico, justo y más conveniente para todos.

Mis respetos. Un gran saludo