Miles de parejas en el mundo quieren casarse el séptimo día del séptimo mes de este año. Según astrólogos y expertos numerólogos, la coincidencia de los tres números forman la conjunción astral perfecta para lograr el amor eterno.
El siete ha sido considerado desde la antigüedad como un número mágico y misterioso. Astrólogos y expertos numerólogos han determinado que este número rige muchas cosas de la vida de los seres humanos. En la cultura judía el número siete es el que domina el ciclo del año.
Cada séptimo día es su sabbat; el séptimo mes es sagrado; el séptimo año es un año sabático.
En la religión católica son siete los días de la Creación, los dones del Espíritu Santo, las Trompetas que anuncian el juicio de Dios sobre Roma, las Copas de la Ira, así como las Siete Plagas Postreras que anuncian el Apocalipsis y los pecados capitales.
En las culturas antiguas de América Latina aparece este número también. Los aztecas y los incas tenían el siete como un número sagrado. Dante describe siete infiernos, los metafísicos hablan de siete niveles de conciencia, los hindúes de siete chacras y siete puntos energéticos.
Muchos le otorgan poderes mágicos, de perfección, de realización espiritual y sobre todo de mucha, mucha suerte. Y es por eso que miles de enamorados en el mundo quieren comprobar las maravillas de este número en carne propia. Cientos de parejas de varios países escogieron casarse el siete de julio de 2007 porque ese día se dará la triple conjunción de la cifra perfecta: 777 y ese es signo inequívoco de felicidad y el amor eterno...
LOS SIETE PLANES
Empresas que organizan bodas, así como las agencias de viajes, han informado que el número de reservas para ese día ya alcanzó una cifra récord y hasta ya advirtieron que no podrán satisfacer la demanda para la fecha.
“Tenemos 31.000 matrimonios previstos para ese día, mientras que, comúnmente un sábado de julio, el mes más popular para las bodas en Estados Unidos, organizamos 12.000 matrimonios”, aseguró Kathleen Murray, una organizadora de bodas de Miami. “Es la mayor demanda por una fecha que he visto en los últimos años”, añadió.
Nicole Hendrickson, de 24 años, y oriunda del estado de Massachusetts, dijo que quiere ser una “novia del 777 porque le gusta y porque tiene la esperanza de que así su novio recuerde siempre su aniversario de matrimonio. “Sabía que quería casarme un sábado. Con el triple 7, que es número de suerte, es perfecto”, señaló. “Mi novio no tendrá ninguna excusa para olvidarse de la fecha”.
En Las Vegas, uno de los destinos favoritos de los que se quieren casar, las capillas de la ciudad prevén seguir abiertas más allá de las horas habituales para poder realizar las numerosas uniones.
Además las empresas crearon tarifas especiales, como el “paquete del siete de la suerte” en el Ritz-Carlton, a 7.707 dólares o 777 dólares. “Recibimos de dos a seis llamadas promedio por semana para bodas el 7 de julio”, contó Marina Nicola, vocera del Ritz-Carlton de Las Vegas.
Muchas de las parejas que se casarán en esa fecha decidieron incorporar la cifra siete a todos los aspectos del acontecimiento: siete invitados por mesa en el banquete, siete damas de honor y siete rosas rojas y blancas para los ramos de flores.
En Francia, Japón, China y España también se está viviendo este fenómeno. Se calcula que cerca de 20.000 parejas pretenden casarse ese día. También se han diseñado paquetes especiales en las aerolíneas y en los principales hoteles.
En Colombia, por el contrario, la fiebre aún no ha llegado. Las novias quieren casarse, no importa la fecha. “El mes de julio es uno de los más propicios para matrimonios, sin embargo, todavía no se ha incrementado el número de solicitudes”, explicó una de las secretarias de una iglesia del norte de Bogotá.
Amelia Piedrahíta, una organizadora de bodas en Bogotá, dice que sin duda el número de matrimonios aumentará cuando la gente caiga en cuenta de la fecha especial. “Aquí somos muy agoreros y sin duda muchas parejas querrán casarse ese día. El amor no basta, una ayudita astral para que sea una pareja feliz y el amor les dure mucho no está de más”, aseguró.
El astrólogo Pierre Delima explica que el número inicialmente era considerado de demonios. Sin embargo, después los hebreos hicieron desaparecer el sentido maléfico del siete y lograron darle el significado mágico que hoy tiene. “Antes no se podía casar nadie un 7, 14 ó 28 porque era de mala suerte. Ahora es diferente. La gente adoptó el 7 como un número de suerte, por eso es el número que más acogida tiene entre los apostadores de loterías y juegos de azar”, dice.
De acuerdo con Delima, el siete es un número de destino. A quienes están regidos por esta cifra les gusta la soledad, son filósofos y bastante desapegados al dinero. “Este número tiene más que ver con lo espiritual y el desarrollo armónico del conocimiento que con la vida material”, dice.
Aconseja a los futuros matrimonios “aplicar las siete virtudes del Espíritu Santo, evitar los siete pecados capitales, ver la vida con los siete colores del arco iris y ver al otro como si fuera una de las siete maravillas del mundo”.
Fuente: El Espectador (Colombia). El Espectador.com.
1 comentario:
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