INSEGURIDAD Y ASESINATOS EN VENEZUELA AUMENTAN

INSEGURIDAD Y ASESINATOS EN VENEZUELA AUMENTAN

A propósito del reciente y lamentable asesinato del profesional de la actuación, el popular actor Yanis Chimaras, el cual ha estremecido y enlutado a la sociedad venezolana, pues al parecer -según las primeras informaciones- fue víctima de la acción criminal de un grupo de atracadores, quienes le habrían provocado la muerte mediante el empleo de armas blancas, al resistirse a la acción bandálica en defensa de una familia relacionada, que era objeto de un atraco a mano armada, en el instante en que el artista llegaba muy temprano en la madrugada de hoy, en compañía de una hija y su yerno, a recoger a una amiga.

Lamentamos profundamente la trágica desaparición del actor yanis Chimaras, lo conocíamos personalmente desde muy jóven, siempre lo veíamos pasar apurado camino a su trabajo, era un ser humano excepcional, desde aquí enviamos nuestra más sentida palabra de condolencia a su esposa, hijos, a toda su familia, relacionados y amigos. Paz a su alma.

En tal virtud, hemos querido destacar entonces, dos publicaciones que nos han parecido pertinentes sobre el tema de la inseguridad y la violencia. La primera denominada como "Conferencia sobre la violencia", que trata sobre el tema aludido en américa latina, publicada en: http://www.rfi.fr/actues/articles/088/article_4143.asp; y la segunda, es un artículo de prensa del articulista que usa el seudónimo de "Marciano", y que es atribuido "normalmente" al ex vicepresidente Periodista y Abogado José Vicente Rangel, quien también conduce un programa televisivo actualmente en Venezuela, luego de dejar el cargo en el gobierno de Chávez, a continuación:

CONFERENCIA SOBRE VIOLENCIA.

La posesión de armas, uno de los elementos de la violencia (© ONU). Funcionarios de 15 países de América Latina y el Caribe discuten en Guatemala, en el marco de la I Conferencia Regional sobre Violencia Armada y Desarrollo, medidas encaminadas a reducir la violencia armada en beneficio de un mayor desarrollo económico y social.

El evento se enmarca dentro de la Declaración de Ginebra sobre Violencia Armada y Desarrollo, firmada en junio de 2006 por 42 países y que establece la necesidad de tomar medidas concretas para enfrentar las problemáticas relativas a la violencia armada y sus graves consecuencias para las sociedades afectadas.

Se ha previsto una agenda de reuniones sobre el tema en setiembre en Kenia y en febrero de 2008 en Tailandia. En junio de 2008 habrá un encuentro de seguimiento en Ginebra que se espera servirá para establecer las bases de una resolución de la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas (ONU.

América Latina presenta índices de homicidio muy altos, que encabeza El Salvador con un promedio de 50,4 muertos anuales por cada 100.000 habitantes, en su mayoría víctimas de ataques armados.

A este país centroamericano le siguen Venezuela con 46,9; Guatemala (44); Colombia (40,4); México (28,7); Brasil (23,8 ); República Dominicana (19,7); Paraguay (19,2); Bolivia (18,1); Nicaragua (12,2) y Panamá (11,8 ). En tanto, los índices de homicidio de países como Argentina, Costa Rica, Uruguay, Perú y Chile, se sitúan por debajo de 10 víctimas por 100.000 habitantes. Según estimaciones de los estudios realizados por la ONU, la violencia en Latinoamérica representa un costo equivalente al 12% del Producto Bruto Interno (PBI) de la región, mientras que en Guatemala, el país anfitrión, dicha cifra se sitúa en un 7,3%.

SEGURIDAD.(MARCIANO).

EL PROBLEMA de la seguridad regresó a primera página con la intervención del ministro Pedro Carreño en la TV. Sin duda, no puede negarse el interés de las más altas autoridades para asumir el problema de la seguridad y de la delincuencia como prioridad del Estado. Sin embargo, los secuestros en los estados fronterizos y los atracos en las ciudades no han cesado. En la calle, especialmente en los barrios pobres más expuestos a la delincuencia, existe la sensación muy generalizada de que muy poco se hace para frenar la delincuencia. En las encuestas, al preguntar a la gente cuál es el problema más sentido por la población, la respuesta por lo general siempre es la misma: la seguridad, la delincuencia. EN VERDAD, una inmensa mayoría de la población no se siente segura. Por supuesto, la prensa manejada por la oposición abulta las noticias, cubre de sensacionalismo la más común de las informaciones sobre un suceso policial, pero el problema existe. ¿Dónde debe colocarse el acento en la lucha contra la delincuencia? En nuestra opinión, no hay plan efectivo para frenar los delitos si las autoridades no logran la más activa participación de la población. Sólo una plena y decidida participación de los ciudadanos y ciudadanas podrá reducir la delincuencia al mínimo. Deben vincularse varios aspectos: no a la impunidad, una policía transparente, ejemplar y eficaz y la participación popular. La participación popular debe surgir de las organizaciones sociales, los consejos comunales y las juntas de condominio. Es preciso elaborar un plan cuyos pasos iniciales deben ser las motivaciones ideológicas. A través de una campaña de prensa, radio, TV, afiches y cuantos medios de propaganda puedan desplegarse se debe incitar a la población a combatir a la delincuencia y garantizar la seguridad de las personas y sus bienes. Es indispensable crear una matriz de opinión a fin de impulsar a la comunidad a compartir la responsabilidad de la lucha contra la corrupción. Un tipo de campaña así requiere importantes recursos para financiarla, pero vale la pena. Si estamos conscientes de la magnitud del problema, no deben faltar recursos. Se nos ocurre una campaña de mucha mayor fuerza a la llevada a cabo por el Seniat contra el contrabando y la evasión de impuestos. Lo primero, es la participación popular y hacia ese objetivo deben dirigirse los principales esfuerzos del Gobierno. Si los vecinos, los habitantes de los barrios, la gente común, la población en general no asume la vigilancia social y colectiva contra la delincuencia, no tendremos nunca éxito. Por supuesto, se requiere una policía ejemplar. Si la población tiene la sensación de no contar con la policía, sino por el contrario la policía es parte de la delincuencia nunca lograremos una amplia participación popular.

Fuente: Diario Vea (Venezuela).