Por: ANDRÉS OPPENHEIMER
El presidente narcisista leninista de Venezuela, Hugo Chávez, quien hace titulares a diario tratando de provocar un pleito con Estados Unidos, ahora está en las noticias por encontrarse enredado en el mayor enfrentamiento que se recuerde con sus propios vecinos sudamericanos.
Chávez amenazó con retirarse del Mercosur si los Congresos de Brasil y Paraguay no ratifican la entrada de Venezuela en el bloque en los próximos tres meses. Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay habían admitido a Venezuela en el Mercosur el año pasado, pero el tratado necesita ser ratificado por todos los Congresos de los países miembros.
''No estamos desesperados por entrar a un viejo Mercosur que no quiera cambiar'', dijo Chávez, añadiendo que el bloque comercial de Sudámerica está ``signado por el capitalismo y la competencia feroz''.
En una creciente guerra de palabras con Brasil, Chávez había acusado anteriormente a los legisladores brasileños de ser ''loros'' de Estados Unidos por no ratificar la entrada de Venezuela en el Mercosur. El Congreso brasileño había aplazado la ratificación por la reciente decision de Chávez de no renovar la licencia de la estación de televisión privada más independiente de Venezuela, RCTV.
Brasil pidió a través de su canciller Celso Amorim que Chávez haga un gesto de buena voluntad hacia el Congreso de Brasil. Chávez respondió diciendo que las declaraciones de Amorim eran ``impertinentes''.
El miércoles, le pregunté a dos conocidos columnistas políticos -uno en Caracas, la otra en Brasilia-, si los últimos encontronazos de Chávez con sus vecinos significan el fin de su proyecto de liderazgo sudamericano, o si es una tormenta en un vaso de agua.
Alberto Garrido, columnista del diario Venezolano El Universal y autor de varios libros sobre Chávez, me dijo que la confrontación va a cambiar el rumbo de la política de Venezuela en América del Sur.
Chávez se ha estrellado contra un muro de ladrillos al tratar de convertir al Mercosur en un bloque ''revolucionario'', y Brasil y Argentina han chocado con un muro semejante en su intento de lograr que la incorporación de Chávez al Mercosur ayude a moderar su retórica ahuyentadora de inversiones, dijo Garrido. Como resultado, los grandes planes de Venezuela de una alianza sudamericana contra Estados Unidos no están yendo a ningún lado.
''Se acabó el proyecto del Mercosur revolucionario, lo que Chávez llamó ``el eje de liberación estratégico del Sur'' Caracas-Brasilia-Buenos Aires", me dijo Garrido. ``Lo que le queda es encabezar la Alternativa Bolivariana de las Americas (ALBA) de Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.''.
Efectivamente, Chávez dijo el fin de semana pasado, hablando sobre los problemas de Venezuela para entrar en Mercosur, que su prioridad principal en la región será fortalecer el ALBA.
Pero Eliane Cantanhede, columnista política del diario brasileño Folha de Sao Paulo en Brasilia, tiene una visión ligeramente diferente. Según ella, el Congreso brasileño quizás termine ratificando la entrada de Venezuela en el Mercosur, y las tensiones de Chávez con Brasil quizás disminuyan, por tres motivos: el presidente Lula es un conciliador por naturaleza, Brasil tiene grandes inversiones en Venezuela, y el Congreso brasileño está fragmentado y debilitado por escándalos de corrupción.
El presidente del Senado de Brasil, Renan Calherias, está enfrentando cargos de corrupción por pagos de una compañía constructora a una periodista con quien tiene un hijo, y muchos otros legisladores han sido acusados en otros casos de corrupción.
''Al final del día, es probable que el Congreso brasileño vote a favor de la entrada de Venezuela en Mercosur'', dijo Cantanhede. ``El Congreso está aburrido de Chávez, pero es un Congreso muy frágil, y su debilidad le permitirá al gobierno incidir más en el voto sobre Venezuela''.
Mi opinión: si los Congresos de Brasil y Paraguay ratifican la entrada de Venezuela en Mercosur, el bloque sudamericano probablemente termine paralizado por tensiones internas.
Chávez va a tratar constantemente de convertirlo en un bloque ''revolucionario'', y Brasil de mantener su estatus original de pacto aduanero. Como resultado, Mercosur tratará de ser una cosa y otra, y terminará no siendo nada.
De manera que lo más probable es que, en los próximos meses, Chávez concentre todos sus esfuerzos en fortalecer el ALBA, la alianza de Venezuela con Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, con ayuda exterior de Irán. El mismo Chávez lo dijo el fin de semana pasado, y - considerando sus últimos roces con Brasil - es el único camino que le queda.
Fuente:elNuevoHerald.com.
1 comentario:
Arcángel, qué buenas gráficas, que acompañan el post que publicas.
Parecerían insinuar al fuerte oponente Lula, un civil, sindicalista obrero, acostumbrado a dar el combate político con guantes blancos democráticos, jugando limpio, siempre frontal, desafiando a un Chávez jactancioso a hacer lo mismo, o al menos a actuar del modo en el que él suele hacerlo frente a su país.
Por su parte Chávez, quien se seguramente debe sentirse como si fuera un "cosaco ruso" sin caballo, y hace permanente, abusivo y falso alarde de ser el heredero de la estirpe gloriosa del Libertador Simón Bolívar, y de poseer el privilegio exclusivo de ser el portador de su gloriosa y libertaria espada, haciendo repetir a sus mercenarios y fanatizados adeptos la ya decadente y manipuladora frase: "Alerta que camina la espada de Bolívar por América latina", pero sin advertir, o ignorando deliberadamente como se expande de modo espontáneo, casi silvestre y natural, el poderoso grito de libertad ensordecedor del glorioso pueblo venezolano, que retumba en todos los estadios en los que se juegan los partidos de la Copa América, y resuenan en eco interminable en todo el continente y el mundo, y que ya comienza a desbaratar y desnudar al pretendido gendarme continental como lo que es: un dictador populista, demagógico y mentiroso, que pretende hacerle creer al resto de América que su pueblo lo ama incondicionalmente, y que lo ha elegido democráticamente en elecciones transparentes y limpias, por el tiempo en que él estime necesario, creando el falso mito de un ídolo, pewro con pies de barro que se derrumbará algún día por voluntad del ya hastiado pueblo venezolano.
Resuena el nuevo grito en los estadios de fútbol, y viaja por toda América y dice así: ¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer, y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer,¡libertad, libertad, libertad!...entonces tiembla el régimen totalitario, se cae el mito de “la espada de Bolívar que camina por América latina”, porque si la espada camina, el grito de libertad del indoblegable y digno pueblo venezolano, viaja a velocidad inverosímil por las ondas invisibles de la transmisión televisiva del fútbol, y llega sin demora a todas partes.
Por eso, se caen las mascaras, se derrumban los falsos eslogan de una seudo revolución que ofrece una liberación que no es tal, sino que en realidad es una vulgar y grosera esclavitud a la bota militarista, y al comunismo más grotesco y primitivo. Queda demostrado ahora, que Chávez, obligado por las circunstancias, se ha quitado la muy conveniente careta de demócrata, que llevó puesta cínicamente por algún tiempo, mientras sabía que crecía en la ejecución de sus planes y su proyecto político, para ahora dejarnos ver y mostrarnos su verdadero horroroso rostro de tiranía.
Queda también demostrado que la espada que intentaba hacer caminar por todas partes en América Latina, es verdaderamente la de un cosaco ruso comunista periclitado, trasnochado, que ansia y añora las viejas andanzas de la extinta Unión Soviética comunista.
Chávez ha quedado como un farsante, queriendo revivir a Lenín en nuestras sociedades con auténtica vocación democrática. En el MERCOSUR no son ciegos, ni sordos, ni mudos, pero mucho menos péndejos....
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