POR:FRANCISCO ZARATE.
El tiempo pasa, la crisis originada por las hipotecas subprime se agrava y los medios de comunicación comienzan a darse cuenta de que no todos sus lectores entienden cómo el default de unos cuantos compradores de casas ha desencadenado una tormenta que algunos se atreven a comparar con la Depresión del '29.
Del Récord a los mínimos. Evolución del Dow Jones, desde que se desató la crisis.
En un intento de explicar los laberintos de la crisis que sacude los mercados financieros de Estados Unidos, el diario estadounidense The New York Times publicó esta semana una nota de David Leonhardt que muy bien podría titularse La crisis de los subprime para inexpertos. Este es un resumen de su explicación:
Del Récord a los mínimos. Evolución del Dow Jones, desde que se desató la crisis.
En un intento de explicar los laberintos de la crisis que sacude los mercados financieros de Estados Unidos, el diario estadounidense The New York Times publicó esta semana una nota de David Leonhardt que muy bien podría titularse La crisis de los subprime para inexpertos. Este es un resumen de su explicación:
Todo empezó en 1998, el año en que Wall Street popularizó una innovación financiera que terminó con el monopolio de los bancos en la concesión de préstamos hipotecarios para adquirir propiedades inmobiliarias. La innovación consistía en abrir el juego a todo tipo de inversores externos que, a través de la Bolsa, financiaban con su dinero nuevos préstamos hipotecarios.
Como dice Leonhardt, "el de las hipotecas dejó de ser un negocio local, centrado en torno a los bancos, para convertirse en uno global, en el que los inversores de casi cualquier parte juntaban el dinero para prestar".
Con la llegada de competidores al que hasta entonces había sido coto de caza de los bancos, la primera consecuencia fue el abaratamiento de las comisiones y otros gastos. La segunda, que estos nuevos inversores buscaran mejores rendimientos para su dinero. Había llegado el momento de las hipotecas subprime, solicitadas por clientes cuyo nivel de ingresos los hacía demasiado riesgosos como para obtener un crédito tradicional.
El problema vino, como siempre, con la valoración de ese riesgo. Normalmente los inversores saben exactamente cuánta dinamita tienen entre las manos y se manejan con cuidado. Pero en el caso de las propiedades inmobiliarias, la apreciación de este riesgo estaba distorsionada por la creencia de que "los precios de las casas nunca habían bajado antes".
Los inversores cometieron el humano error de predecir el futuro escuchando solo esa parte de la canción y olvidando la que dice que "cuando los precios suben demasiado, están destinados a caer".
Para el inversor que vive en la creencia de que las casas de sus deudores sólo pueden encarecerse, el peor escenario no parece tan terrible: si mi deudor se declara en default, que se venda la casa y recupero el dinero. Por eso y porque, gracias a Alan Greenspan, las tasas estaban bajísimas desde el boom de las puntocom, decidieron maximizar el rendimiento de sus inversiones financiándolas con deuda en vez de con recursos propios:
"Se hacían apuestas de 100 millones de dólares con 1 millón en recursos propios y 99 en deuda. Si el valor de la inversión crecía hasta 101 millones, el inversor había doblado el dinero que puso de su bolsillo", dice Leonhardt.
Si todo va bien (los precios de las casas siguen subiendo), el efecto multiplicador de rendimientos que permite la compra financiada con deuda parece magia. El problema ocurre cuando empieza a ir mal (los compradores de casas se declaran en default en un escenario de caída de precios inmobiliarios). Entonces el efecto multiplicador es el infierno: basta que esa inversión de 100 millones pierda un 1% y se convierta en 99 millones para que eso implique una pérdida del 100% de lo que puso el inversor de su bolsillo.
La creencia extendida de que el mercado inmobiliario estadounidense era una apuesta segura llevó a una gran parte del sistema financiero global a meterse en él.
En el verano boreal de 2007, todavía se pensaba que la debacle no se extendería hasta bancos tradicionales como el Citibank, que habían vendido sus hipotecas a otros inversores. Pero después se descubrió que estos bancos también se habían embarrado vendiendo complejas pólizas vinculadas al pago de los préstamos hipotecarios.
Con los precios de las propiedades inmobiliarias en baja y la crisis desatada, el problema ahora es de confianza. La reputación de fondos y bancos de inversión depende principalmente de que el resto perciba que tiene activos detrás de sus inversiones y no solo deuda. De ahí que en estas épocas turbulentas acumulen caja y se muestren menos proclives a prestar su dinero, hasta que sepan cuán expuestos están a la crisis.
"Cualquier institución que parezca tener una cartera de alto riesgo, aunque tenga suficientes activos para sostenerla, se enfrenta a la doble dificultad de inversores que quieren recuperar su dinero y de prestamistas que les cierran la puerta en la cara (...) El conservadurismo ha ido tan lejos que está afectando a muchos tomadores de préstamos que sí son fiables lo que, a su vez, daña a toda la economía y agrava los miedos de Wall Street", termina Leonhardt.
2 comentarios:
Gracias amigo Vulcano. Este es con mucho uno de los articulos mas interesantes que has publicado, diria yo, en 365 dias.
Sin embargo, estoy seguro que esta crisis financiera en USA sera solventada rapidamente. Estamos en dias electorales por alla asi que hay que esperar hasta despues de Noviembre para poder mirar mas claro lo que el futuro nos depara.
Saludos,
Un anonimo.
La actual crisis es la peor desde la Gran Depresión, dice Stiglitz, premio nobel de economía
Por: La Jornada
Fecha de publicación: 21/03/08
■ El problema es que 2 millones de estadunidenses van a perder sus casas porque no pueden pagar sus créditos, advierte
■ Flexibiliza EU regulaciones sobre grandes financieras hipotecarias
Wellington, 19 de marzo. El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, aseguró hoy en Nueva Zelanda que la actual crisis financiera es la peor que atraviesa el mundo desde la Gran Depresión de los años 30.
En su opinión, el recorte de tasas que el martes realizó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no tendrá relevancia alguna. Stiglitz lamentó que el gobierno del presidente George W. Bush asistiera económicamente a bancos, pero no hiciera nada para que la gente pobre pueda permanecer en su casa, lo que contribuiría a estabilizar el mercado de la vivienda.
“Tendrá algo de impacto, contendrá un poco la sangre, pero no está enfocado a los problemas fundamentales que subyacen al colapso del sector financiero”, explicó.
Stiglitz, distinguido con el Nobel de Economía en 2001, estuvo al frente del Banco Mundial y dirigió el comité de asesores económicos del ex presidente estadunidense Bill Clinton.
Para el economista, que se encuentra en Nueva Zelanda para impartir unas conferencias, el problema principal es el hecho de que se calcula que unos 2 millones de estadunidenses van a perder sus casas porque no pueden pagar sus créditos, que exceden el valor de las propiedades, ya que los precios de la vivienda han sufrido un considerable retroceso.
“Es muy sencillo hacer algo al respecto”, añadió, y propuso que el gobierno estadunidense ayude a reducir el valor de las hipotecas hasta 90 por ciento del valor de una vivienda, lo que permitiría a la gente a conservar sus propiedades.
En Washington, el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, dijo que la economía atraviesa “un sendero turbulento”, un día después de que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, reconoció que la economía de Estados Unidos está en un “fuerte declive”, y luego que la Fed recortó las tasas de interés en tres cuartos de punto (0.75 por ciento) para dejar la tasa rectora en 2.25 por ciento.
En otro intento por incentivar el sistema financiero de la principal economía del mundo, el gobierno estadunidense flexibilizó este miércoles las regulaciones sobre las dos mayores financieras hipotecarias del país, Fannie Mae y Freddie Mac, para permitirles comprar más hipotecas e inyectar unos 200 mil millones de dólares al mercado hipotecario.
La Oficina Federal de Supervisión de Mercado Inmobiliario (OFHEO, por sus siglas en inglés, y órgano regulador del gobierno) levantó con efecto inmediato restricciones a las firmas Fannie Mae y Freddie Mac para que jueguen un papel más importante en estabilizar a los mercados hipotecarios. La OFHEO dijo que las financieras podrán comprar o garantizar hasta 2 billones de dólares en hipotecas este año, al reducirles a 20 por ciento, desde el 30 por ciento anterior, el monto de capital extra que las compañías eran obligadas a retener, luego de irregularidades contables en ambas firmas.
Por otro lado, la Asociación de Banqueros Hipotecarios dijo que las solicitudes de hipotecas disminuyeron 2.9 por ciento, a 652, en la semana concluida el 14 de marzo, el nivel más bajo desde diciembre.
Además, el banco Lehman Brothers Holding recibió un préstamo de una nueva línea de crédito de la Fed que abrió directamente para los bancos de inversión. El diario New York Post informó que el presidente de Bear Stearns busca un comprador que mejore la oferta de 2 dólares por acción que anunció JP Morgan el pasado domingo.
Tomado de Aporrea.org
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