La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, llegó este jueves por la mañana a Brasilia para reunirse con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y el ministro de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, a pocos días de desactivarse una crisis regional entre Colombia y Ecuador, según reseñó la AFP.
Rice tratará con Lula la coyuntura política regional tras la reciente crisis entre Colombia y Ecuador, además de otros temas bilaterales que ya estaban en la agenda de un viaje que fue programado a finales del año pasado.
Los dos países abordarán asimismo “la cuestión de la cooperación en materia de biocombustibles, que Brasil considera muy importante, sobre todo el etanol“, dijo Amorim el miércoles.
La crisis por la operación militar colombiana en Ecuador “será ciertamente parte de los temas en ambas paradas” del viaje, expresó el miércoles en Washington el secretario de Estado adjunto para las Américas, Tom Shannon tal y como cita la AFP.
No obstante, Shannon aseguró que su gobierno se abstendrá de realizar recomendaciones de políticas en relación al episodio.
Además de Brasilia, Rice realizará una corta visita a la ciudad de Salvador, en el Estado de Bahía (nordeste). Posteriormente viajará a Chile donde se reunirá con la presidenta del país, Michelle Bachelet.
Estados Unidos estudiará las informaciones sobre presuntos vínculos de Venezuela con la guerrilla de las FARC, a la que Washington considera un grupo terrorista, “y actuará en consecuencia”, dijo hoy desde Brasil Condoleezza Rice.
“Observaremos la situación y actuaremos en consecuencia“, dijo Rice durante una conferencia de prensa junto a su par brasileño Celso Amorim, sin aclarar si su país considera incluir a Venezuela en la lista de naciones que apoyan el terrorismo como señalaron versiones de prensa. “Estamos muy preocupados con la situación regional (en Suramérica)”
Rice aseguró que Estados Unidos ‘aprecia los esfuerzos por promover la reconciliación y por reducir las tensiones‘ que se han hecho en el marco de la Organización de los Estados Americanos (OEA), pero insistió en que no se puede bajar la guardia en asuntos como ‘terrorismo y seguridad’.
‘Los países no pueden ser amenazados ni desde adentro ni desde afuera. Y debemos evitar que los terroristas sigan matando inocentes’, afirmó.
La secretaria estadounidense insistió en calificar a las FARC como ‘terroristas’ y garantizó que ‘la ley y el orden’ han sido restablecidos en ese país por un ‘presidente democrático’, en alusión a Álvaro Uribe.
Manifestó también la satisfacción de Estados Unidos por apoyar a Colombia ‘en la lucha contra el narcoterrorismo’ y valoró los ‘esfuerzos’ de Brasil para ‘liberar a la región de aquellos que matan’.
Rice insistió en que tanto Colombia como sus vecinos deben mantener la seguridad en las fronteras y aseguró que estas ’son importantes pero no pueden ser usadas como escondites para matar inocentes’.
Rice hizo sus declaraciones tras reunirse con el Canciller Amorim y el Presidente Lula.
Rice se reunió ayer con el Ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos y, en unas declaraciones dadas desde Washington fue prudente con respecto al tema del posible vínculo de Chávez con las FARC.
2 comentarios:
Pedro Lastra comenta el “… y Bush sangra por la herida”
Mientras Hugo Chávez se aproxima al más bajo piso de su carrera política, su Presidencia pende de un hilo y Uribe está más cerca de nunca de terminar con las FARC, la ínclita Cilia Flores grita: “¡Eureka! ¡Bush sangra por la herida!”. Pedro Lastra comenta las declaraciones de hoy de la Presidenta de la Asamblea Nacional.
Cilia Flores, eximia angloparlante y experta en descifrar los mensajes del inquilino de la Casa Blanca, conocedora como nadie en Venezuela del complejo universo de las relaciones internacionales, se permite un juicio categórico, muy propio de ella, su familia – un par de docenas de sus ignaros allegados parasitan de los dineros públicos en la Asamblea bajo su mando y en la cancillería bajo el mando de su ex marido - y descubre la pólvora: “Bush está sangrando por la herida”.
Cilia Flores es el clásico ejemplo de la insólita mediocridad y estupidez reinante. Álvaro Uribe les descabeza a las FARC, bombardea su cuartel general, se lleva los cadáveres de Raúl Reyes y su lugarteniente, recibe el cadáver de Iván Ríos y una caja de anime con su brazo derecho, les detiene a toda su red de financistas, hiere en combate al lugarteniente de Iván Márquez, tiene a las comandancias de las FARC durmiendo con el trasero a dos manos, un ojo cerrado y el otro abierto, que en cualquier momento reciben la puñalada de sus más cercanos colaboradores. Entra y sale del Ecuador arrastrando sus trofeos de guerra. Nadie se atreve a enfrentarlo. Y la ínclita Cilia Flores grita: ¡Eureka! ¡Bush sangra por la herida!
Nunca estuvo Colombia más cerca de terminar con las FARC como ahora, bajo el gobierno de Álvaro Uribe. Nunca una alianza como la del Plan Colombia dio mejores y más demoledores resultados. Nunca un presidente de Colombia tuvo más acorraladas, desconcertadas y desorientadas a las narcoguerrillas, que se desparraman como pisadas por una invencible maquinaria mortífera. ¡Y Bush sangra por la herida!
Lula se distancia discreta aunque perceptiblemente. Amorim, su canciller, rechaza el pedido chavista de otorgarle beligerancia a las narcoguerrillas. La misma decisión la toma Michelle Bachelet. En Santo Domingo nadie respalda el pedido de Chávez de castigar a Uribe y cercar a Colombia. Correa pide su cabeza. Nadie lo aprueba. Deben conformarse con una final de opereta, rascándose la barriga y posando para una foto en familia. ¡Y Bush sangra por la herida!
Castro, el propio Fidel, tercia en el asunto y le pide a Chávez que se deje de pendejadas, reprima la histeria y la alharaca y se porte como un hombre de pantalones largos. Que si se mete en serio con Colombia no soporta el primer round y se acaba la Venezuela pro castrista. ¡Y Bush sangra por la herida!
Los niveles de popularidad de Hugo Chávez han descendido hasta 35 puntos en el lapso de un año. De seguir por ese sendero, termina este año detrasito de Carlos Andrés Pérez. Ya se aproxima al más bajo piso de su carrera política. Pende de un hilo. Y lo que viene es candela. ¡Y Bush sangra por la herida!
No hay caso. Bruto es bruto, aunque lo vistan de seda. ¿Dónde se vestirá Cilia Flores?
¡Y BUSH SANGRÓ POR LA HERIDA!
Pedro Lastra
¿Debe Bush sancionar a Venezuela por los datos de los PC de Raúl Reyes?
Andrés Oppenheimer dice hoy, en su columna de “El Nuevo Herald”, que en los PC de Raúl Reyes “habrá pruebas de sobra contra Venezuela”. Pero, ¿debe Bush usarlas y sancionar a Venezuela o no? Oppenheimer opina al respecto.
Esta es su columna:
He aquí mi humilde consejo para el presidente George W. Bush sobre qué hacer con los explosivos documentos que demuestran el activo apoyo del presidente venezolano Hugo Chávez a la guerrilla de las FARC en Colombia: usted tiene en sus manos el arma más poderosa que haya tenido hasta ahora contra Chávez. ¡No la use!
Si Estados Unidos pone a Venezuela en su lista de naciones ”terroristas” –junto a Cuba, Corea del Norte e Irán– y le impone sanciones económicas, Chávez obtendría un espaldarazo propagandístico en el momento en que más lo necesita. Chávez diría que las medidas de Estados Unidos probarían que es víctima de una conspiración internacional liderada por ”el imperio”, sacaría la carta nacionalista, y se recuperaría de su derrota electoral del 2 de diciembre. De hecho, Bush le haría un gran favor.
Un alto funcionario estadounidense le confirmó esta semana al corresponsal del Miami Herald en Washington, Pablo Bachelet, que el gobierno de Bush está consultando con los abogados de la Casa Blanca la posiblidad de agregar a Venezuela a la lista del Departamento de Estado de países que apoyan al terrorismo.
A Bush no le resultará fácil resistir la tentación de poner a Venezuela en esa lista, especialmente en un año electoral, cuando su partido republicano necesita aparecer como el más duro en la guerra contra el terrorismo.
Y hay tantas revelaciones sobre los nexos de Chávez con las FARC en las tres computadoras laptop Toshiba encontradas por el ejército colombiano tras su ataque del 1 de marzo al campamento de la FARC en Ecuador, que –si expertos forenses en computación internacionales confirman la autenticidad de los archivos, como es probable– habrá pruebas de sobra contra Venezuela.
Según los documentos encontrados en las computadoras, Chávez había acordado crear un fondo de $300 millones para las FARC, y recibió más de $100,000 del grupo guerrillero colombiano cuando estuvo en prisión tras su fallido golpe militar en Venezuela, en 1992. Además, los documentos demuestran una activa protección de Chávez a campamentos de la FARC en Venezuela.
Chávez y el presidente ecuatoriano Rafael Correa, un seguidor de Chávez que también aparece prominentemente en los archivos de las tres computadoras, han negado las acusaciones. Funcionarios venezolanos y ecuatorianos aducen que los documentos son falsos.
Sin embargo, Colombia afirma tener la absoluta certeza que las tres laptops pertenecían al líder de las FARC Raúl Reyes y a sus asistentes, muertos durante el ataque al campamento guerrillero, y ha invitado a un equipo de expertos forenses de la sede de Interpol en Francia a que examinen las computadoras con toda libertad. El equipo de Interpol, según se informó, ya está en Colombia.
Los encuestadores coinciden en que Chávez se beneficiaría desde un punto de vista propagandístico si Estados Unidos agrega a Venezuela a su lista de países que apoyan al terrorismo. Según afirman, Chávez aún no se ha recobrado de su derrota electoral del 2 de diciembre, y su popularidad ha caído a menos del 50 por ciento.
Cuando le pregunte a Luis Vicente León, director de Datanalisis, una de las principales encuestadoras de Venezuela, cuál sería el impacto en ese país si Estados Unidos lo califica como aliado del terrorismo, repondió que Chávez le sacaría un enorme rédito propagandístico a la medida.
”Por supuesto que eso lo ayudaría”, dijo León. “Todos los eventos que permitan a Chávez defender la tesis de que hay una conspiración contra Venezuela, o que sean leídos por la población como actos hostiles contra Venezuela, juegan a su favor”.
Según León, el discurso izquierdista radical de Chávez no ha calado para nada en Venezuela, pero el nacionalismo sí. Las encuestas muestran que el 86 por ciento de los venezolanos rechazan la idea de que Venezuela siga el modelo cubano, pero las mismas encuestas demuestran que la gente apoya la defensa que dice hacer Chávez de la soberanía venezolana.
Mi opinión: la medida de Estados Unidos sería contraproducente. El presidente Bush debería respirar hondo y abstenerse de seguir los consejos de la línea dura de su partido de que designe a Venezuela como país terrorista, y le imponga sanciones económicas.
En cambio, lo mejor que podría hacer Estados Unidos es quedarse quieto por ahora, esperar que el equipo de expertos de Interpol certifiquen la autenticidad de los documentos de la FARC, y permitir que el pueblo venezolano pueda contrastar por sí mismo lo que dicen esos documentos con los discursos de Chávez en que afirma que ”juro por Dios y mi madre santa” que ”nunca, jamás” apoyó o dio protección a la FARC.
Esa flagrante mentira –que cualquier venezolano puede ver en You Tube– haría más daño a la credibilidad de Chávez en Venezuela que cualquier cosa que pueda decir o hacer Bush.
Bush, Venezuela y las FARC
Andrés Oppenheimer
El Nuevo Herald
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