Otro niño murió en el J.M. de los Ríos
El área de cocina del hospital J.M. de los Ríos presenta inadecuada limpieza para un centro asistencial. (Foto Cheo Pacheco)
Un cartel insinúa la presencia de una situación anormal. En la entrada del servicio de cirugía plástica del Hospital J.M. de los Ríos desde hace 15 días un cartel advierte que las visitas se encuentran restringidas estrictamente hasta nueva orden médica. "Estamos en cuarentena", dicen las enfermeras del lugar.
Un cartel insinúa la presencia de una situación anormal. En la entrada del servicio de cirugía plástica del Hospital J.M. de los Ríos desde hace 15 días un cartel advierte que las visitas se encuentran restringidas estrictamente hasta nueva orden médica. "Estamos en cuarentena", dicen las enfermeras del lugar.
Y es que la muerte de un niño por contaminación con la bacteria pseudomona puso en alerta a los representantes del servicio. Hasta el momento 15 pacientes permanecen en el área; sin embargo, no se están realizando nuevos ingresos ya que la intención es desalojar la zona para su posterior esterilización. Según comentan los especialistas, esta bacteria es común en los niños que presentan quemaduras y se puede tratar con antibióticos. La proliferación de la misma puede obedecer, según expertos, a la ausencia de desinfectantes adecuados en las áreas quirúrgicas del hospital.
Pero esto es sólo una parte de las deficiencias que a diario los galenos deben enfrentar en este centro asistencial. "La infraestructura está colapsada. De ocho quirófanos sólo funcionan cuatro, la terapia intensiva ya está en remodelación y ahora la emergencia sigue esperando por la ejecución del proyecto de recuperación", denunció uno de los galenos, quien también se reservó el nombre.
Mientras tanto, en las salas de hospitalización las madres tienen que dormir en las camas de los niños o si no en el piso, porque no hay espacio para ellas. Asimismo, hace poco una de las salas tuvo que ser desalojada porque se desbordaron las aguas negras.
Las habitaciones de los residentes tampoco escapan del mal estado. "Después de nueve años fue el Ministerio de Infraestructura el que se ofreció para remodelar el hospital, a pesar de que depende de la Alcaldía Mayor", comentó el especialista.
En el área de cocina el abandono también se hace notar. Casi ninguna de las campanas que absorben el humo funciona, las tuberías de vapor presentan numerosas goteras y las neveras y cavas de refrigeración se han convertido en un adorno, pues tienen años sin funcionar.
Y sólo un vistazo al piso es suficiente para entender la falta de higiene: agua y restos de comida son obstáculos que se evitan al caminar. "Las condiciones no están dadas para trabajar correctamente, ni siquiera el piso es el adecuado para una cocina", explicó Orlandi Angarita, nutricionista. quien agregó que las refacciones que les prometieron que iniciarían en enero, ahora se realizarán en junio.
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