¿MATRIMONIO DE DOÑA MERCOSUR Y DON CHÁVEZ?

El controversial asunto que ha surgido en los últimos días, entre Chávez y la entrada de Venezuela al MERCOSUR, en virtud de la ya evidente resistencia que ha encontrado proveniente de algunos importantes sectores económicos que integran el MERCOSUR en Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, tendrían distintas y complejísimas motivaciones, que podrían explicarse de muchas formas para intentar al menos parcialmente comprenderlas. Porque es evidente que las razones de los recientes desencuentros, no son únicamente económicas, sino que también políticas y de distinta naturaleza que deberíamos deducir acuciosamente.

Luego de leer a innumerables analista expertos en la materia, se nos ha ocurrido con todo respeto, ofrecer nuestra visión particular. Hemos querido hacerlo mediante un cuento de novios, el cual podría insinuar las auténticas motivaciones de los más recientes problemas entre Chávez y MERCOSUR. Sugerimos aquí, mediante un personalísimo enfoque, como si las relaciones entre Chávez y MERCOSUR, fueran un desencuentro entre novios comprometidos en matrimonio. Porque al final surge un inesperado evento que les impide concretar la anunciada y esperada unión.

El caso de Chávez y MERCOSUR se nos asemeja entonces a este cuento:

Había una vez una hermosa dama de origen sureña llamada MERCOSUR, muy deseable, apetecible, pulcra, con características virtuosas. Tenía riqueza familiar, abolengo, historia, tradición, cultura, buenos modales, con un gran potencial; de repente encuentra un pretendiente casado con la Señora CAN, pero en trámites de divorcio, él caribeño, de proveniencia muy humilde, trabajador, muy simpático y prometedor, porque es dicharachero, histriónico, de buen verbo, persuasivo, con ideas revolucionarias “presuntamente” de avanzada y democráticas, quien se había hecho popular en la comarca por consecuencia de algunos logros, hazañas personales y muy buenos negocios, luego de asumir grandes riesgos enfrentando el acoso de sus notorios competidores, que intentaron despojarlo de sus bienes, logrando alcanzar notoriedad, obteniendo un dudoso prestigio, pero consiguiendo un relativo éxito personal y financiero, que le valió además, haberse enriquecido repentinamente junto a su familia a niveles insospechados, producto de las ventajosas circunstancias geopolíticas.

Aconteció que este pretendiente tan peculiar, prendado de admiración por tan digna dama, se esmeró en engalanarla, cortejarla y conquistarla a todo evento, en vista de que secretamente la codiciaba, y en virtud de que deseaba divorciarse de su antigua esposa la Señora CAN, para entablar con aquella nueva prometedora ilusión, a la que consideraba más esbelta, atractiva y apetecible Doña MERCOSUR, persiguiendo entablar con ella excelentes relaciones de noviazgo, hasta concretarlas en matrimonio, y así rehacer su vida, mejorar sus futuros negocios, establecer alianzas comerciales con sus aventajados familiares, y formar e integrar una estable y unida familia, que se convirtiera en una potencia.

Para tales fines emprende la conquista de la Doña MERCOSUR, la comienza a visitar insistentemente y repetidas veces, la persigue, acosa, envía flores, le canta románticas serenatas, le manda cartas, mensajes amorosos, a través de emisarios, procurando un acercamiento, quien al principio ni atención le prestaba, le resultaba algo exótico, estridente y poco convencional por audaz y atrevido.

Ella lo observa con discreción, él al fin logra llamar poderosamente su atención al rodearla “aparentemente” de desprendidos y desinteresados costosísimos obsequios, halagos, así logró envolverla, seduciéndola con respetuosas insinuaciones y provocadoras promesas, que le hacían presagiarle a ella un excelente tratamiento para siempre, así se entregó rendida ante el sortilegio que le propuso su dulce querubín, y aceptó ser su novia.

Luego ella, entusiasmada, lo invita a su casa familiar a conocer a sus padres y familiares, le muestra sus escenarios privados, lo recibe con grandes atenciones dignas de su alto rango social, con brindis, almuerzos, cenas, festejos, amenizados con toda clase de manjares y bebidas exquisitas. El novio conoce a la familia, discurre hábilmente entre ellos, les narra interesantísimas anécdotas, comparten experiencias, pasan juntos emocionantes e interesantes tertulias, les cae muy agradable, se regodean entre halagos, apretones de manos, abrazos, se producen las típicas poses para las fotos de los álbum familiares, todo transcurre amenamente.

Se formaliza el noviazgo, y el novio auspicia un compromiso, solicitando la mano de la virtuosa novia. Realiza la solicitud formal ante el padre, la cual aceptó, y se concreta el compromiso, aceptando al novio en el seno de la familia. La novia lucirá a partir de ese día un esplendoroso anillo, hasta que logre concretarse la legalización del vínculo matrimonial, para así considerarse casados ante la ley, y finalmente consumar el matrimonio en la intimidad.

El novio aprovecha el compromiso y logra el divorcio de su esposa la Sra CAN, entabla un largo noviazgo con su prestigiosa novia, se desarrollan muchísimos eventos sociales que permiten apuntalar vínculos y relaciones estrechísimas entre el novio, sus familiares y toda la familia de la novia –lazos de familia-

El prometedor y aventajado prospecto de marido se muestra obsequioso con todos, se extralimita en gastos, realiza fiestas, extraordinarios encuentros, se muestra fuerte, dadivoso, generoso, realiza obras en los patios ajenos, sacrifica tiempo, dedica largas jornadas a atender a su novia y su familia, ganándose el visto bueno de todos. Vendría aún más bonanza para la integrada familia sin excepciones discriminatorias, todos como hermanos latinoamericanos -siempre que sean rojos rojitos-

Pero como nunca falta un eventual e inesperado evento que genere conflictos “familiares”, y se suponía que el pretendiente al ser tan virtuoso, mostrarse solicito, desprendido, generoso, con tan rectas intenciones de ayudar a toda la familia de la novia, estos tal vez supusieron -con honrrosas excepciones- que jamás pondría condiciones para el casorio, ni pediría nunca nada a cambio por su generosidad.

Y ocurrió entonces tal evento inesperado, el afortunadísimo aspirante a los favores de su novia MERCOSUR , engolosinado, embriagado de poder, creyéndose tal vez omnipotente, todopoderoso, habiendo sido ratificado en el comando de su propia casa por su confiada familia, se apresuró a imponer su auténtica visión de vida que antes solía disimular muy convenientemente, y comenzó a cometer excesos, arbitrariedades y atropellos contra sus propios familiares que antes no se permitía, logrando alcanzar resonancia en el resto de las comarcas vecinas, y generando la repulsa colectiva masiva mundial de las familias democráticas del mundo. Como quien dice, el novio se rayó, desprestigiándose ante todos, quedando como alguien distinto de lo que había pregonado, revelándose ante todos los familiares de su novia como un sospechoso farsante manipulador y mentiroso, que sólo deseaba acrecentar ambiciosamente su poder, usando el prestigio de la familia de su novia, sin atender a escrúpulos, sin detenerse a considerar principios de ninguna índole, que no fueran el saciar sus propias apetencias e intereses, y sin respetar los valores de la convivencia democrática, inspiradores y regidores de toda la colectividad, sino haciendo privar sus mezquinas ambiciones.

Ante esos excesos cometidos en su casa, el novio como era natural, recibió el oportuno, conveniente y necesario consejo del padre de la novia, así como el de los tíos, que cumpliendo con su deber familiar le sugirieron al trasgresor rectificar a fin de corregir la situación antes de que se desencadenaran consecuencias lamentables, persiguiendo el bien para todas las familias que se integraban con motivo del compromiso nupcial.

Pero ¡sorpresa!, el novio transfigurándose en un energúmeno irreconocible, prefirió emprenderla contra su suegro (Brasil), y los tíos de su novia (congresistas brasileños), insultándoles en público, denominándolos como “loros, muchachos de mandados del imperialismo, lacayos…” y con cuanto epíteto desconsiderado encontró disponible, hasta el punto de causar el lógico malestar en gran parte de la familia de la novia, y la consabida actitud de asombro ante tan desproporcionada reacción.

Fue entonces cuando un emisario del Suegro, le propuso a viva voz al encolerizado pretendiente una simple disculpa frente a la ofendida familia, ante lo que éste replicó que “él no tenía nada de que disculparse”, produciéndose un lógico distanciamiento con su enamorada.

Posteriormente, debía producirse un preconcebido reencuentro familiar en casa de un hermano de la novia (Paraguay) en el que se pretendía y esperaba un posible acercamiento entre los novios para intentar dirimir sus pequeñas diferencias y desencuentros. La novia muy hermosamente ataviada para la ocasión aspirando seguramente la trascendental reconciliación, debió amargamente soportar en lugar del desmesurado novio esperado ansiosamente, con un suplente nada agradable ni convincente, que jamás podía haber suplido de ninguna forma al insustituible.

Fue cuando se comprendió en el Sur, que el novio no vendría y que se había ido en su avión ultra moderno a volar muy lejos, en primer lugar a visitar a su amiga íntima la poderosa señora Rusia, para concluir por allá en el lejano oriente, en las bellísimas y mágicas tierras de las mil y una noches, a reunirse con otra enamorada, la infalible señorona llamada IRÁN, a quien el novio le ha hecho públicamente toda clase de elogios y amorosas lisonjas, con quien ya es obvio que mantiene un tórrido romance público y notorio.

Desde esas lejanas tierras, disfrutando su cálido y ardiente verano, habiéndoles realizado un evidente desprecio, un inesperado desaire, a su esperado reencuentro, el ufanado pretendiente, envía un mensaje insólito a su novia MERCOSUR, una increíble confesión, le expresa prácticamente esta perlita: “No estoy desesperado por casarme contigo”, es más chica, tu eres muy vieja, muy fea, tienes familiares horrendos que parecen unos loros, o cambias o no vale la pena que yo me case contigo. Como dicen los zulianos, ¡Vergación ve que molleja chica, se te salió una lagrima!

El famosísimo novio regresa crecido e inflado en su ego de su viaje, convertido en Don Chávez, trayendo sus maletas repletas con facturas de compra que pagó con su chequera petrolera, que dan cuenta de submarinos, helicópteros, aviones y fusiles rusos, así como de carpetas con múltiples contratos seguramente de acuerdos de asociaciones comerciales con Rusia e Irán, convenios, estratégicos, planes nucleares, etc. Pero atención, ¿que es lo primero que el párvulo enamorado hace al apenas llegar a casa?: Enviarle un mensajito muy particular a su novia MERCOSUR, digno de analizar, estudiar, evaluar y discutir profundamente, y que quedará para la historia de este atormentado noviazgo, vimos pasmados en cadena nacional ese caramelito picante que le mandó el enfebrecido pretendiente vía satélite, a su adoradísima novia, con tan desprendido amor, y en tirabuzón ¡que lindo detallito! Doy por reproducido el mensaje, sintetizado en el conocido ultimátum que lanzó el Don para que le sea aceptado su matrimonio en un mínimo de tres meses, sin condiciones ni irrespetos. Porque su casa familiar es soberana. –la de él, la de los demás no se-

Fue algo así como haber dicho a su novia MERCOSUR algo más o menos como esto: Mi amor, te amo mucho, deseo casarme contigo, siempre que tú dejes de ser una vieja obsoleta y periclitada y te adaptes a los cambios que promuevo, sin picarle los ojos a los gringos capitalistas, ni a nadie que se les parezca, judíos incluidos; siempre que te comportes, te vistas y reacciones como yo quiera, atendiendo oportuna y adecuadamente todos mis requerimientos, necesidades y exigencias, sin objetarme. Siguiendo eso si, mi visión y planes personales, ciñéndote a mis apreciaciones y jamás a las tuyas ni las de tu familia. Yo seré el Rey de tu vida y toda tu familia, de tu existencia y de tu corazón, si tienes algún problema para eso me tienes a mi, no recurrirás jamás a más nadie, vivirás según mis designios y aceptarás mi particular visión que tengo del mundo, su economía, de la política porque, yo soy el dueño absoluto de la verdad y represento genuinamente a los pobres de todo el mundo, estoy comprometido hasta la muerte con ellos, los demás están equivocados, nosotros venceremos, los ricos jamás porque así lo establece la Biblia, porque son oligarcas, egoístas, y representan al diablo, al capitalismo, son la perdición, yo soy en cambio el redentor de los pueblos de América y encarno la liberación de los pueblos y estoy inspirado en mi comandante Jesucristo, más nadie.

Además tu papá, es un viejo decrepito que no termina de comprender los cambios trascendentales que debo imprimirle al negocio familiar, él está confundido por el discurso de nuestros enemigos derechistas, sus socios son unos consumados capitalistas explotadores que solo persiguen la riqueza yo no la busco, ellos me odian porque soy un auténtico socialista que si amo inconmensurablemente a los pueblos del mundo y lo que quiero es crear al hombre nuevo, para así salvar al mundo mismo; por otro lado, tus tíos y familiares son una cuerda de “loros lacayos”, que hagan lo que quieran no me importan.

Igualmente, te ratifico que yo no estoy desesperado por casarme, la desesperada eres tú; además, tú sabes que todo lo hago, lo he hecho y lo seguiré haciendo por desprendido amor, y si he querido casarme contigo es porque siempre he soñado ayudarte desinteresadamente buscando la unión de la familia dispersa, dividida, desunida, porque así es que nos han esclavizado siempre los “capitalistas salvajes”, poniéndonos a pelear entre nosotros mismos. Mientras que yo lo que en realidad quiero es compartir contigo y tus familiares parte de mis bienes, hacerte toda clase de servicios gratuitamente sin esperar ninguna contraprestación, solamente porque yo soy así, ¡tan buen gente”, fíjate que hasta he estado dispuesto a perder dinero en esta nuestra asociación porque podría venderle mi petróleo a los capitalistas a mejor precio y me pagan de contado no a crédito, como se los he dado a ustedes, a cambio únicamente de lograr la unidad y la integración familiar que es mi sueño, el mismo de Bolívar (bajo mi liderazgo), prefiero dárselos a ustedes.

Pero eso si, aunque soy honesto y no suelo condicionar ni obligar jamás a nadie, -“qué cada quien asuma su responsabilidad”-, diles a todos tus familiares que acepten mis condiciones y que no se metan conmigo jamás, porque los aparto a un lado, “porque yo soy como el espinito, que en la sabana florea le doy aroma al que pasa y espino al que me menea”, porque si no me aceptan la fecha del matrimonio que ya está acordada ¡no me caso un carajo!, pero claro, no es que yo esté loco por casarme tampoco, ya ni me acordaba, no me hace falta, es a ti a quien te hace falta estar conmigo, ¡te conviene!, te doy tres meses para que me aceptes mis condiciones y te cases conmigo, no lo olvides, siempre que cambies y me dejes hacer lo que quiera, si no me aceptas, pues te mandaré a un emisario para que me devuelvas el anillo de compromiso, porque ya estoy considerando rejuntarme de nuevo con mi ex esposa CAN, que todavía me adora, me extraña y me vive llamando a cada rato para que le vuelva a dar lo suyo, pero yo no he querido. ¡Tú Verás chica! ¡Ya voy Fidel! Muchachos, llamen a Evo, Rafael y a Daniel, necesito contarles esto…¡he!

Es el cuento de Don Chávez y Doña MERCOSUR, ¿se casarán finalmente?.