jueves, abril 05, 2007

EL DILEMA DE VENEZUELA: ETANOL Y PETRÓLEO




Si tuviéramos la oportunidad de hacer alguna sugerencia sobre el actual dilema del etanol petróleo, haríamos sin duda varias. Respecto a la estrategia que parecieran tener Brasil y los Estados Unidos, para realizar nueva geopolítica mundial con el tema del incremento de la producción de etanol, como eventual sustituto progresivo del petróleo. Diríamos que Venezuela puede y debe producir etanol también.

Cualquiera nos replicaría: “Pero eso es cuchillo para nuestra propia garganta”. Responderíamos, que ¡no!, que Venezuela es un país privilegiado, que puede hacer perfectamente las dos cosas a la vez y optimizar su situación económica, mejorar integralmente, jugando las dos cartas con habilidad, audacia y sagacidad.

Podemos extraer, refinar y vender petróleo, pero también montarnos en el tren del etanol. Podríamos aprovechar las inmensas posibilidades que tenemos para producir caña de azúcar y maíz, en bastas extensiones de tierras ociosas, no productivas, en el sur del país. Hay que sincerarse y dejarse de “paguatadas”, admitir que se tienen planes, acuerdos con Cuba y Brasil, para perfeccionar y mejorar la producción de etanol.

Venezuela podría también ahorrar sus reservas petroleras, tenemos la faja del Orinoco repleta, hay muchos países necesitando ese combustible fósil. Debemos producir, negociar etanol, lo que nos permitiría extender nuestro dominio como futura potencia petrolera, cuando se agoten las reservas de México que ya anunció a través del presidente Felipe Calderón, que sólo les quedan para diez años más; esto no debe alegrarnos, pero es obvio que nuestras reservas petroleras están calculadas para muchísimo más tiempo.

De tal manera que, con etanol o sin él, Venezuela tiene asegurada la venta de ese petróleo, “eso no se pudre”, como dicen en mi pueblo. Más aún entonces, Venezuela puede y debe también montarse conveniente y estratégicamente, en el tren del etanol; sin dejarse intimidar por nadie, mucho menos, por quienes sabemos que nos comprarán a todo evento ese petróleo.

Brasil quiere mantener la supremacía económica, y su liderazgo en América latina, por su condición de gigante económico, por eso asume últimamente una actitud más activa, y ha emprendido la carrera hacia la reafirmación de su liderazgo. Venezuela en vez de dejarse asesorar por Fidel Castro, debe entrar junto a Brasil en el negocio del etanol; ya lo está haciendo muy convenientemente el Ecuador, con su nuevo presidente Rafael Correa a la cabeza, auspiciando una política económica diversificada, sin complejos ideológicos, atendiendo al interés lógico de su país.

Las Cartas de Fidel Castro, son esta vez de una gran distracción, ellos son un país con una economía pequeña y contraída, bloqueada injustamente por el embargo inhumano estadounidense, se lo han debido tolerar a regaña dientes, gracias a la ceguera de su caudillo ortodoxo, en su empeño por mantener a esa hermana nación aislada, para prevalecer en el poder, pero Venezuela no tendría por qué seguir ciegamente ese viejo y vetusto libreto. Le está llegando la hora de reaccionar y ponerse al lado de Lula, un líder moderno, aventajado, con visión futurista, sin falsas posturas ideológicas, que no ha "cedido" sus ideales al gigante imperialista, como torpemente algunos seudo izquierdistas trasnochados lo han querido dibujar y emblematizar, sino que está jugando hábilmente su juego político con gran sagacidad y audacia, con las piezas de que dispone y sin vacilar.

Castro ahora quiere enrolar a Venezuela en sus planes, usando un discurso demagógico e hipócrita, insiste en que producir etanol es un “genocidio”; ¡mentiras! él lo está produciendo en Cuba, y sueña con poder producir a los niveles con los que lo hace Brasil. Le ha dado por hacer artículos de política para polemizar con EEUU y Brasil, y así meternos a los venezolanos en sus cavilaciones, pero su reducido territorio y posibilidades no le dan para tanto. En cambio Venezuela, si podría compensar el consumo de gasolina con la producción de etanol, tiene suficiente territorio ocioso para sembrar caña, maíz y extraerlo, incluso aprovechar el grano del maíz también, tal vez no en las misma proporciones que Brasil, pero si en niveles suficientes para autoabastecernos y ahorrar así parte de nuestro consumo de gasolina.

Venezuela puede ser el dueño del equipo y el novio de la madrina a la vez, tenemos para hacer las dos cosas, eso si, con estrategia adecuada, con políticas económicas bien dirigidas, con prudencia, con mucha cautela, "sin dejarse maniatar por nadie", lo cual no pareciera ocurrir bajo la conducción del actual régimen, sería una lástima desperdiciar estas infinitas posibilidades por insensatez y por falta de adecuada visión política a futuro.
El biocombustible etanol, lejos de ser una "piedra en el zapato" para nuestro país, podría convertirse en un poderoso aliciente y estímulo para diversificar nuestra economía petrolera rentista, y asegurarnos la extensión del término de la extinción de nuestro petróleo. Pero habría que diseñar también, programas para adaptar como en Brasil, un porcentaje importante del parque automotor. Debemos bailar al mismo tiempo con las "dos hermosas doncellas, etanol y petróleo", convertir el aparente peligroso y comprometedor dilema en valiosa oportunidad, y dejarnos de discursos hipócritas, para impulsar al país hacia el verdadero desarrollo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Epicentro, lamentablemente Ud no ha entendido como se produce el etanol.
Por tanto dejeme explicarle que es una red de productores privados que se mueven a us anchas por leyes de mercado. La verdad es que no puedo imaginarme como podría Venezuela en su actual condición ponerse a producir algo donde el estado sería de perse mas bien un ente toche y desgarbado.
Además, lo que dice Fidel es bien cierto en el caso de Venezuela. Porque la prioridad en Venezuela sería primero producir alimentos. Cosa que Brasil y EEUU ya tienen muy bien hecha incluso siendo potencias exportadoras de granos.

Arcangel Vulcano dijo...

Respetado Bruz, gracias por la explicación; sin embargo, pienso que Venezuela posee las potencialidades a futuro para producir etanol y lo que se proponga.

Venezuela dispone de adecuado territorio y gente muy capaz y competente, lo ha demostrado a pesar de la política y de los políticos. Venezuela posee excelentes científicos, muy preparados, graduados en las mejores universidades del mundo; disponemos de una situación geográfica privilegiada,recursos económicos cuantiosos, excelentes relaciones diplomáticas y comerciales con Brasil; claro que si se podría producir etanol, tal vez no en los niveles con los que produce Brasil es lógico, pero si para iniciar un proceso interesante que garantice al menos una compensación.

Además, coincido plenamente y absolutamente contigo, en que actualmente es difícil que eso ocurra, y es lo que precisamente estoy expresando en mi artículo, que no estamos haciendo lo que deberíamos, por lo que ya sabemos que está ocurriendo a nivel político; pero también es verdad que si en Venezuela tuvieramos una visión política distinta que prevaleciera por encima de lo rastrero de los egoismos y el juego político subalterno, sería posible encausar al país hacia su desarrollo integral, que es en definitiva nuestra postura en el artículo.

Es lógico que la prioridad tendría que ser producir alimentos, pero es que eso tampoco pareciera ser el objetivo del gobierno, por el contrario, pareciera que el objetivo fuera destruir el aparato productivo nacional para imponer un sistema colectivista aún más rentista y estatista que el actual. Venezuela no poroduce los alimentos suficientes que consume, pero no es porque no puede y no quiera, sino porque los modelos implementados hasta ahora han fracasado.Eso es lo que sugerimos que hay que cambiar...

Un gran saludo.