"Año 2009: derrota y crisis económica"

POR:ARGELIA RÍOS.

Ahora es cuando Chávez se enfrentará a las peores críticas, no le perdonarán la escasez.

Si el referendo no se concreta en febrero, como es el deseo del Presidente, se incrementaría la probabilidad de una derrota. Chávez deseaba que la enmienda fuera sometida a votación lo más pronto posible. Esperaba que sus adversarios no pudieran responder a lo que consideró un “ataque sorpresa” con efectos “fulminantes”. Pero, por el camino que marchan las cosas, el jefe del Estado no logrará ni una cosa ni la otra. Su idea original era encadenar el resultado del 23N con el de la consulta para conseguir el derecho a postularse nuevamente. Aspiraba que el mapa rojo -derivado de los comicios de gobernadores y alcaldes- generara una sensación de irreversibilidad alrededor de la revolución y, en consecuencia, de su próxima candidatura.Los últimos acontecimientos vuelven a probar que Chávez sí se equivoca. En esta ocasión, el mandatario tampoco acertó en el cálculo: el retraso de la enmienda está fuera de su control. Las vacaciones decembrinas y el receso carnestolendo le han trastocado la programación. Mientras el conteo se aleje más del mes de noviembre, la victoria se le hará también más distante. Adicionalmente, el oficialismo no ha conseguido crear un ambiente auspicioso para que se concreten las pretensiones del líder único. A la oposición, en cambio, la pausa navideña no le impidió adelantar acciones para el posicionamiento del NO. Los primeros estudios de opinión pública realizados tras el anuncio del jefe no han producido buenas noticias para el campo de la revolución. Las tendencias son peores que los mismos números. El propio Chávez ha dejado ver que los vientos no le soplan a favor y que cualquier cosa pudiera suceder.

En este momento, nada es más importante para el mandatario que definir su agenda, en caso de que se materialice otro revés. Si el Presidente rueda aparatosamente, la tendrá cuesta arriba hasta para hacer frente a la crisis económica. No hay que hacer un gran esfuerzo para detectar el clima de inquietud que reina en el país, a causa de la postergación de las medidas asociadas a la caída de los precios petroleros y a la coyuntura financiera internacional. El jefe del Estado ha tenido que admitir que las circunstancias mundiales afectarán el desempeño de su gobierno. Entretanto, todos los sectores de la nación están acumulando sus facturas. Los problemas que se han quedado sin resolver en la época de las vacas gordas acentuarán los juicios contrarios a la administración del Presidente y las presiones populares.El año 2009 comienza con un desmejoramiento de las expectativas. Ahora es cuando Chávez se enfrentará a las peores críticas: no le perdonarán fácilmente la escasez de recursos para la atención de asuntos desatendidos en los momentos del boom petrolero. El feliz año venezolano depende de las tretas que deben estar inventándose en el gobierno para enfrentar el temporal de una derrota que coincidirá con la crisis económica.

Fuente:http://www.noticierodigital.com/?p=12292