POR:MANUEL FELIPE SIERRA. Del lenguaje amenazante y provocador (que se corresponde con su obsesión belicista), Chávez ha pasado a la aplicación de la estrategia del terror. Sin duda, la derrota de la reforma constitucional el 2-D de 2007 y la recuperación de la votación opositora en regiones políticamente neurálgicas el 23 de noviembre pasado, son datos demasiado reveladores del resquebrajamiento de la base de sustentación del régimen.
Diez años en el poder es tiempo suficiente para que asomen signos de fatiga en una gestión, más aún como la chavista, incapaz de compensar su intemperancia con una obra medianamente eficiente.
Pero es erróneo atribuir la ofensiva represiva y el obsceno ventajismo de los últimos días solamente al miedo o al temor de sufrir un nuevo revés electoral, que implicaría un costo político y un desgaste en términos de popularidad, pero que de ninguna manera supondría una catástrofe para el plan continuista.
Pero es erróneo atribuir la ofensiva represiva y el obsceno ventajismo de los últimos días solamente al miedo o al temor de sufrir un nuevo revés electoral, que implicaría un costo político y un desgaste en términos de popularidad, pero que de ninguna manera supondría una catástrofe para el plan continuista.
Chávez a despecho de lo que ocurra el 15 de febrero tiene un horizonte despejado para avanzar en su proyecto. La propuesta del referéndum para la reelección indefinida es una típica emboscada. Se asemeja mucho a la versión de la “Batalla de Santa Inés” que anunció en los días previos a la consulta revocatoria de 2004. En este caso, Chávez ha ganado tiempo y ha decretado las reglas del juego.
Demostró como si ello hiciera falta la manera abusiva e insolente como maneja la Asamblea Nacional, el TSJ y el CNE. Ha convertido a la Fuerza Armada Bolivariana en un instrumento de intimidación y una facción fanatizada. Ha desatado la más furiosa represión contra un movimiento estudiantil que demuestra madurez y temple para la lucha. Envió emisarios de la Asamblea Nacional a treinta países para explicar lo que es un referéndum, como si el mundo padeciera de un agudo analfabetismo político. Les ha hecho la vida imposible a los gobernadores y alcaldes opositores electos por unos votos que son igualmente legítimos como los que escogieron a sus partidarios y a él mismo.
¿Garantiza semejante abuso la victoria del Sí? ¿Se trata de una operación concebida con fines estrictamente electorales? Es mucho más que eso. Con los decretos leyes vigentes y las leyes que nacerán de una AN sumisa, Chávez dispondrá del marco que requiere para radicalizar su revolución. Ese es el reto de la mayoría democrática antes y después del 15 de febrero.
Entradas
.png)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario