sábado, enero 24, 2009

"¿Está unida la oposición?"("...Llega la hora de resucitar una Coordinadora sin los pecados de la primera...")


POR:FAUSTO MASÓ.

Como para dejarlo claro, el presidente Hugo Chávez repitió ayer la frase de utilizar el “gas del bueno” contra los “pitiyanquis”. La primera vez que lanzó esa amenaza no fue un exceso verbal sino la expresión de una nueva política; sólo le queda un camino a la oposición: unirse de verdad verdad.
¿Está unida la oposición más allá de la intención de votar por el “No”? Con el petróleo a 35 dólares el barril Chávez no sacará la bandera blanca sino el puño cerrado.
Esta nueva estrategia sigue identificando a la oposición con Washington, amenaza a Globovisión y presenta a los estudiantes como unos sifrinos violentos. La prédica de la lucha de clases penetra en el pueblo más de lo que algunos creen: para llevarse una sorpresa desagradable basta viajar a ciertas zonas del país; por ejemplo, cerca de Caracas a algunos pueblos del Litoral.

La verdadera unidad no se reduce a alianzas en las que se pierden el 80% de las alcaldías. ¿Está trabajando unitariamente la oposición en el referéndum? Semanalmente se reúnen y se coordinan los representantes de los partidos y de algunas ONG, pero no existe un comando real. Los chilenos demoraron 17 años en dejar de desconfiar unos de otros y unirse frente a Pinochet. En la calle, bajo el gas del bueno, la unidad de la oposición surgirá al fin.
El escandaloso asalto al Ateneo de Caracas, los disturbios en Caracas y en Mérida, el acoso violento contra la alcaldía de Antonio Ledezma, los paramilitares de La Piedrita, envían un mensaje: están en peligro los espacios políticos no chavistas.
A las universidades privadas Chávez les advirtió que sus dueños perderán sus negocios si no controlan a sus estudiantes.
A los estudiantes les limitan las rutas de sus desfiles; siempre a última hora, una organización chavista ya obtuvo primero el permiso para marchar hacia el centro de Caracas: a la oposición la confinan en su ghetto del este de la ciudad.
Aunque perdiera el 15 de febrero Chávez no abandonará el poder. ¿Y si ganara? ¡A correr! En caso de una derrota, ¿convocará a una constituyente? ¿Una elección anticipada? ¿Imitará a Putin e inventará su Medvedev? El 15 de febrero se dará otra batalla en una guerra larga. Hay, pues, que votar y avanzar en esa unidad. Llega la hora de resucitar una Coordinadora sin los pecados de la primera, de contar con un verdadero comando unitario dispuesto a arrebatarle a Chávez el tema de la Patria, la Justicia, la Igualdad. No basta con el “vete ya”, ni siquiera con hablar de democracia y libertad si no se le quita al chavismo el tema social.

En España, la brutal caída del empleo no ha colocado a Rajoy a la puerta del palacio de la Zarzuela sino puesto de manifiesto la torpeza del líder del Partido Popular, que no cesa de señalar a Aznar.
Cuando se insiste en la baja del precio del barril de petróleo, se le proporciona un elemento a Chávez para justificar las dificultades que aguardan el país. Hay que preguntar más bien qué ocurrió con los fondos de reserva de divisas.
Hay dos Chávez. Uno con dinero, y otro sin dinero.
No porque la botija se vacíe saldrá de Miraflores. El país se cae a pedazos. En Barinas el secuestro express incluye ahora a los niños.
¿Está unidad la oposición? Por lo menos, digamos que no lo suficiente y que los tiempos borrascosos que se avecinan exigen abrir los ojos y unirnos.
Otra cosa, ¿por qué no hay ya un movimiento nacional a favor del Ateneo?

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