POR:OSCAR LUCIEN.
Todo indica, concluida la pantomima de debate parlamentario sobre la modificación de un principio fundamental de nuestra carta magna, como lo es el de la alternabilidad en los cargos de elección popular, que entramos en un momento crucial en el propósito de burlar la voluntad popular expresada el 2 de diciembre de 2007, cuando los venezolanos rechazamos la reelección indefinida del teniente coronel Chávez.
Todo indica, concluida la pantomima de debate parlamentario sobre la modificación de un principio fundamental de nuestra carta magna, como lo es el de la alternabilidad en los cargos de elección popular, que entramos en un momento crucial en el propósito de burlar la voluntad popular expresada el 2 de diciembre de 2007, cuando los venezolanos rechazamos la reelección indefinida del teniente coronel Chávez.
Sondeos de opinión de alta credibilidad indican que existe un rechazo mayoritario de los venezolanos a la reelección presidencial. El mismo Chávez lo reconoce cuando, luego de meses de insistir con empeño rabioso en que la reelección sólo sería para el cargo de presidente, es decir, para él mismo, el líder único, indispensable e insustituible de la revolución (sic), de que no quería reyezuelos regionales, recula y permite que la reelección sea para todos los cargos.
¿En qué condiciones psicológicas estará el militante chavista ordinario que no pertenece al enriquecido y bien acomodado entorno del jefe del Estado, ese chavista pobre a quien se le solicitó su firma para apoyar la reelección sólo del Presidente y ahora resulta que la reelección también será para los “reyezuelos” de quienes Chávez ha estado despotricando todo el tiempo? Qué triste y grotesco espectáculo el de esta Asamblea Nacional aprobando la reelección indefinida para todos los cargos de elección popular cuando en la primera discusión sólo había recibido la orden de Chávez de proceder a una pregunta sencillita relativa al artículo 230 de la Constitución sobre la reelección del presidente. Para poder responder a la improvisación y al desespero presidencial, la Asamblea Nacional tuvo que convertir la “pregunta sencillita” en el siguiente adefesio: ¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República tramitada por la Asamblea Nacional que amplía los derechos políticos del pueblo con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana, en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo por el tiempo establecido constitucionalmente, dependiendo su posible elección exclusivamente del voto popular? De manera astuta se esconde el tema de fondo que es la reelección presidencial; se busca camuflar la violación de la Constitución, se burla la voluntad popular expresada el 2D; igual que Chávez, traicionan el pensamiento del Libertador que advierte sobre los peligros de la reelección indefinida porque conduce a la usurpación y a la tiranía.
La pregunta para el referéndum que finalmente aprobó la Asamblea Nacional abona el camino para que un CNE obsecuente y cómplice consume la burla al pueblo. Ya los cuatro rectores oficialistas han anunciado que toda la maquinaria está aceitada (sic) para la consulta. No deja de ser curioso que apenas el 15 el Directorio del CNE recibiría la solicitud y ya tengan todo aceitado. También la señora Janeth, vicepresidente del ente electoral, a partir de la noticia de prensa con borrador de la pregunta, de hecho diferente al finalmente aprobado, se aventuró a decir que la pregunta le parecía bien y que en su opinión no recibiría cambios. También adelantaran que el referéndum será el 15 de febrero, la fecha que ordenó Chávez. En fin, como suele decir el susodicho, “por más que se tongoneen siempre se les ve el bojote”.
Un amable lector me sugiere que la pregunta más sincera y transparente tendría que ser: ¿Está usted de acuerdo en que se viole la Constitución en su artículo 345 y no se respete al pueblo que el 2 de diciembre de 2007 ya rechazó la propuesta de reforma inconstitucional de reelección indefinida? Comenté el tema con amigos y surgen otras preguntas que valdría la pena considerar si contáramos con un CNE autónomo y comprometido con la democracia y no con el totalitarismo del siglo XXI. ¿Está usted de acuerdo con la terquedad y el apuro para realizar una consulta que ya fue rechazada por los venezolanos apenas hace un año? ¿Está usted de acuerdo en conculcarle los derechos políticos a más de 400.000 jóvenes que cumplen 18 años, pero a los que el CNE impide su derecho al voto al cerrar ilegalmente el RE? ¿Está usted de acuerdo con que se irrespete el pensamiento de Simón Bolívar y se pretenda perpetuar a gobernantes, con el riesgo de la usurpación y de la tiranía? ¿Está usted de acuerdo en que el Gobierno siga derrochando dinero en campañas electorales para complacer el capricho de una sola persona mientras no se resuelven los graves problemas de inseguridad, vivienda, niños en la calle? Fuente:http://venezuelanoticia.com/archives/10121#more-10121
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