POR:LUIS VICENTE LEÓN.
Está claro que esta es la mejor partida que ha tenido la oposición
1- Quién va a ganar la enmienda? Aún no podemos saberlo. Los números de la oposición son positivos, con un gap de más de 10 puntos a favor, pero el voto decidido por el No se ubica en 52%, demasiado cerca de la mitad, con alrededor de 10% de indecisos, lo que indica que aún todo puede pasar y dependerá mucho de la evolución de la campaña. Sin embargo, está claro que esta es la mejor partida que ha tenido la oposición.
2- ¿Cómo puede la oposición consolidar su ventaja? El rechazo a la enmienda viene de la alergia que siente la población a la idea de un Presidente vitalicio y no al rechazo a Chávez o a una campaña opositora. El riesgo de que eso cambie es elevado si se deja al libre albedrío, por lo que la oposición debería trabajar sobre tres mensajes: A) "La población ya se expresó en el referéndum constitucional y la rechazó". B) "Lo que Chávez quiere con la reelección indefinida es quedarse indefinidamente" y C) "Ninguno de los logros sociales de este gobierno estará amenazado por la enmienda, porque vinieron para quedarse, independientemente de quien gobierne el país después de Chávez".
Incluso a aquellos que ven al Presidente como a un padre, debe preguntárseles si les parece buena idea que su padre les controle la vida para siempre. Chávez tratará de esconder su objetivo de permanencia en el poder diciendo que esto no es para eternizarse, pero la oposición debe resaltar lo obvio. Por cierto, el hecho de que la Asamblea Nacional haya sido incapaz de poner en la pregunta para la enmienda el tema de la reelección indefinida y haya tenido que maquillarla tanto que terminó borrando todo vestigio de lo que pretenden, indica que ellos saben que la propuesta no es potable y deben camuflajearla. El objetivo de la oposición es destaparla permanentemente.
3- ¿Puede Chávez ganar la contienda? Por supuesto que Sí y está trabajando duro para lograrlo. La política no es lineal y los favoritos no siempre ganan, por lo que la oposición no debe confiarse. Chávez parece haber interpretado inteligentemente el resultado de las encuestas serias, usando las otras sólo para propaganda a la galería. Los pasos que ha seguido dan fe de esto. Trata de explicarle a la gente que no se quedará por siempre. Incorpora a los gobernadores, alcaldes para bajar el tono personalista y aumentar los aliados que puedan mover votos el día de la elección y, lo más importante de todo, se aprovecha del hecho de que para muchas personas, incluso quienes rechazan la enmienda, el futuro del país sin Chávez es incierto e inestable. No ubican un sustituto concreto, ni en el chavismo ni en la oposición, y son sensibles al chantaje que utiliza el Presidente cuando dice: "después de mí, el vació, el caos, la guerra y la destrucción". No se debe descartar la posibilidad de que algunos voten por la enmienda, aunque no les guste: "porque es mejor malo conocido que bueno por conocer" o "mejor darle a Chávez lo que pide para comprar la paz".
Las abusivas cadenas interminables, el arrope publicitario con recursos públicos, el trillado tema del golpismo y la amenaza de guerra post Chávez, pueden parecer estrategias repetitivas del Presidente, pero le han funcionado en el pasado y podrían volverle a funcionar. No es prudente subestimar su potencia y más vale que la oposición actúe en consecuencia o podría llevarse una gran sorpresa. Chávez podría perder la enmienda, pero aún así el juego no habría terminado para él y volveremos a hablar de la reelección antes del 2012, aunque sin duda con un Chávez más complicado. Pero también podría ganar, lo que no significa tampoco que la oposición estaría destruida y fuera de combate. Esta es una guerra de largo aliento y no estamos ni cerca de la batalla final. Siempre será mejor ganar, pero perder no es el fin del mundo& para ninguna de las dos partes.
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