lunes, enero 05, 2009

"Proyecciones 2.009" (" Panorama de la Economía mundial...")


POR:RICARDO ÁVILA PINTO


Economía mundial seguirá deteriorándose el próximo año y solo tendrá un respiro en el 2010

Tal como lo han sostenido diferentes analistas, el capitalismo atraviesa su peor encrucijada desde la Gran Depresión y todo indica que lo que viene será peor.
Fiel a su talante de decir las cosas sin tapujos, el director-gerente del Fondo Monetario Internacional, el francés Dominique Strauss-Kahn, lo dijo con claridad a mediados de diciembre en un acto en Madrid, organizado por el Banco de España.
"El panorama global continúa deteriorándose -dijo-. El 2009 será muy difícil para la economía mundial y no vemos una recuperación antes de comienzos del 2010".
El FMI predijo hace mes y medio que los países industrializados van a experimentar su primera contracción desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con una caída del 0,3 por ciento en su Producto Interno Bruto.
Ahora la entidad advierte que revisará hacia abajo sus pronósticos a finales de enero, pues el deterioro ha sido más agudo que lo esperado.
Por su parte, el Banco Mundial dijo hace unas semanas que el crecimiento global sería de 0,9 por ciento en el 2009, muy por debajo del 2,5 por ciento esperado para el año que termina y lejos del 5 por ciento del 2007, cuando los diferentes indicadores mostraban señales positivas.
Peor todavía es la sensación de que la debacle no ha tocado fondo. Casi todos los días aparecen noticias que confirman que el círculo vicioso está en pleno movimiento.
Ante la baja en ventas y el aplazamiento de planes de inversión, las empresas del sector real están recortando personal y congelando operaciones, generando reducciones en ventas y mayor desempleo.
Esa dinámica se registra no sólo en Norteamérica, sino en Japón y en las 15 economías de la llamada Zona Euro.
Ni siquiera el espíritu de la Navidad sirvió para disimular la difícil coyuntura. Según la compañía ShopperTrak, el número de visitantes de centros comerciales de E.U. cayó en 23,7 por ciento, y las ventas, 5,3 por ciento. Y los precios de la finca raíz siguen en picada, un elemento fundamental si se tiene en cuenta que la crisis empezó a mediados del 2007, cuando la burbuja especulativa que había inflado los valores se reventó ruidosamente.
Recetas para reaccionar
Debido a que la espiral hacia abajo continúa, es difícil ver la luz al final del túnel, incluso para las economías emergentes en donde el crecimiento es todavía positivo.
La razón es que tanto el menor ritmo esperado en el comercio mundial, como el desplome en los precios de las materias primas, van a impactar negativamente el crecimiento de los países, sin importar el continente. También es previsible una baja en el turismo y en el envío de remesas de dinero que hacen emigrantes a sus sitios de origen, elemento clave en América Latina.
Como consecuencia, la Cepal afirmó que el crecimiento regional bajaría a 1,9 por ciento en el 2009, terminando el ciclo de bonanza que comenzó en el 2003 y que permitió hacer conquistas en la lucha contra la pobreza y la indigencia.
Ante este panorama, el FMI propone tres recetas, algunas de las cuales han sido intentadas con diversos grados de éxito. La primera es destrabar los mercados de crédito internos que siguen relativamente paralizados, sobre todo en las economías más grandes.
Pese a los millonarios paquetes de ayuda y de la compra de acciones de los principales bancos por los gobiernos en Washington, Londres o Berlín, el ritmo de nuevos préstamos se ha detenido, con lo cual las transacciones de finca raíz o de bienes durables han sufrido más que en épocas comparables.
El segundo punto es el desarrollo de planes de estímulo fiscal para compensar la caída abrupta de la demanda, los cuales pueden incluir mayor gasto o menores impuestos.
Los titulares a este respecto abundan, pero el Fondo Monetario cree que son más anuncios que realidades.
Parte del lío es que volver cierta una promesa de invertir más en vías toma tiempo: las obras públicas requieren diseños y licitaciones, antes de empezar a ser tangibles.
También está el caso de gobiernos que se gastaron todo en épocas de bonanza, como parecería ser el caso de Venezuela o Ecuador, seguros dolores de cabeza para la economía colombiana en el 2009.
No menos importante es garantizar que haya liquidez para que países emergentes y sus empresas mantengan el acceso al crédito externo. Al cabo de años de dinero abundante y barato, la situación es diferente y casos recientes muestran que una sequía en ese campo puede arrodillar a cualquier nación o negocio, por boyante que parezca.
Las entidades multilaterales han respondido con fondos, pero la inquietud es que haya suficiente si las cosas pasan de castaño a oscuro. Debido a ello, los especialistas insisten en que hay que redoblar esfuerzos. Tal como dijo Strauss-Kahn en Madrid, "todavía queda mucho por hacer"...

No hay comentarios.: