La presidenta Cristina Fernández enviará al Congreso la propuesta para su aprobación.- Busca evitar el impacto negativo entre el electorado de la crisis internacional
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha anunciado hoy el adelanto de las elecciones legislativas, que se celebrarán el próximo 28 de junio, en lugar del 25 de octubre, como estaba previsto. Fernández ha justificado su decisión en la necesidad de "despejar" el panorama y unir esfuerzos frente a la gravedad de la crisis económica que azota al mundo y amenaza Argentina. La oposición, muy crítica con el adelanto, que le cogió completamente desprevenida, cree, por el contrario, que la presidenta está únicamente preocupada por el deterioro de sus expectativas electorales y por el efecto que tenga la crisis en sus votantes.
La decisión de adelantar las elecciones se atribuye, no a la mandataria, sino a su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, jefe del Partido Justicialista, muy aficionado y experto en movimientos tácticos. Kirchner ha hecho coincidir las legislativas con los comicios para la asamblea de la ciudad de Buenos Aires, que acababa de convocar uno de sus oponentes políticos, Mauricio Macri, intendente de la capital. Las encuestas y sondeos predicen una importante derrota oficialista en Buenos Aires ciudad, un dato que se uniría al reciente fracaso en Catamarca y profundizaría la sangría de votos y apoyos que ha empezado a sufrir el kirchnerismo.
Al juntar los comicios, el ex presidente apuesta por jugárselo todo a las elecciones en la poderosa provincia de Buenos Aires, en la que él mismo será probablemente candidato. Una clara derrota en las elecciones legislativas colocaría a la presidenta, con mandato hasta 2011, en una posición extremadamente complicada. El adelanto electoral les permite, además, acudir a las urnas antes de que la crisis económica golpee de lleno en el conurbano de Buenos Aires, su mayor granero de voto.
Al juntar los comicios, el ex presidente apuesta por jugárselo todo a las elecciones en la poderosa provincia de Buenos Aires, en la que él mismo será probablemente candidato. Una clara derrota en las elecciones legislativas colocaría a la presidenta, con mandato hasta 2011, en una posición extremadamente complicada. El adelanto electoral les permite, además, acudir a las urnas antes de que la crisis económica golpee de lleno en el conurbano de Buenos Aires, su mayor granero de voto.
Modificar la ley
Para adelantar las elecciones, la presidenta tendrá que modificar la ley que determina que deben celebrarse el último domingo de octubre. El calendario es muy justo, porque la convocatoria debe hacerse 90 días antes de la fecha de los comicios, es decir el 28 de este mes de marzo, como máximo, lo que implica que el Congreso tiene menos de dos semanas para discutir, y aprobar, la nueva ley.
Cristina Fernández, que ha asistido hoy a un acto en la provincia de Chubut, junto con su marido, ha usado tintes muy negros para describir la situación de emergencia que justificaba el adelanto electoral. "Estamos ante una crisis sin precedentes. No se sabe su magnitud ni su profundidad. Lo que está pasando, argentinos y argentinas, es mucho más grave de lo que parece". La presidenta ha alegado que éste era un momento para "aunar esfuerzos" y que el adelanto electoral permitiría superar "el escollo electoral y conseguir la tranquilidad y clima de diálogo necesario para afrontar la crisis".
"El mundo se cae a pedazos", ha dicho con tonos dramáticos, "y sería suicida embarcarnos en sucesivos enfrentamientos electorales".
Condena de la oposición
La oposición, por su parte, ha lamentado que se utilice una crisis económica negada hasta hace pocas semanas por el Gobierno como argumento para cambiar las reglas de juego. "Lo que está claro es el debilitamiento de la gestión del gobierno de Cristina Kirchner", ha asegurado el jefe de la bancada radical en el Senado, Ernesto Sanz. "Si hay crisis económica, lo que hay que hacer es tomar las medidas necesarias, no cambiar la ley porque la presidenta se sienta más o menos débil", ha protestado. La también radical Margarita Stolbizer ha calificado la decisión de "locura institucional" y ha señalado que "es una confesión de la propia debilidad del oficialismo". Más duro aún ha sido su compañero Gerardo Morales: "Me parece una irresponsabilidad. La mejor manera de establecer relaciones de diálogo y tolerancia para encarar la crisis que viene no es romper las reglas de convivencia".
Mauricio Macri.
En cualquier caso, el rápido movimiento de Kirchner obliga a la oposición a adelantar todos sus debates y decisiones. En la codiciada provincia de Buenos Aires, por ejemplo, el trío opositor integrado por el peronista Felipe Solá, el mencionado Mauricio Macri y Francisco de Narváez, que debatía con calma como integrar listas comunes deberá plantearse ahora un rápido acuerdo, que transmita una impresión de firmeza y solidez, capaz de enfrentarse a unos Kichner que se presentan como los únicos capaces de hacer frente al desastre que ellos mismos vaticinan. "Pura viveza criolla", ha calificado despectivamente el adelanto electoral uno de los jefes de la oposición.
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