POR:FRANCISCO OLIVARES.
Los efectos del paquete bajarán en cascada hacia los sectores populares.
Finalmente el Gobierno anunciará hoy el esperado “paquete económico” que aunque pueda camuflarse como “política económica bolivariana” seguirá siendo paquete de medidas que bolivariano o neoliberal, se toman cuando el agua llega al cuello.
El Gobierno busca desesperadamente dinero fresco para tapar el déficit fiscal y paliar las deudas acumuladas cuando se desviaron inmensos recursos en dos campañas electorales y en la ayuda internacional a los países amigos ideológicos.
A una combinación letal: despilfarro, corrupción y socialismo, le han agregado al hueco fiscal 11 mil millones de dólares que no se han pagado por empresas nacionalizadas y que ahora, la mayoría entrarán en el perverso círculo de empresas que operan con pérdidas mil millonarias. Más que la crisis mundial en la que se escuda la ineficiencia, es la acumulación de errores lo que le impide al Estado operar con un barril de petróleo a 40 dólares.
El agregado “bolivariano” en las medidas, apunta a ir contra la clase media por la vía de Cadivi, IDB, IVA y otros posibles impuestos. Tal vez se amplíe la inamovilidad laboral que sólo cumplen las empresas privadas mientras en el sector público se cancelan proyectos y se despide al personal que trabaja bajo la figura de contratado.
Garantizar el proyecto centralizador y la reelección presidencial, obligaron al Gobierno a realizar primero el referendo. Ahora trabaja “vía libre” para imponer el paquete. No necesariamente se tomen todas las medidas de un solo golpe. Otras acciones pueden venir progresivamente.
Lo que no parece haber evaluado el Gobierno es que aunque el peso de las medidas vayan en contra de la clase media y las grandes empresas, inevitablemente los efectos bajarán en cascada hacia todos los sectores populares y las pequeñas o medianas empresas. De allí que una vez más la propaganda y el gran comunicador deberán hacer uso de las mejores técnicas para que los sectores populares asimilen como bueno el “paquete bolivariano”.
Estas acciones profundizarán los problemas económicos y sociales del país. De allí que otro aspecto del problema para Hugo Chávez sea cerrarle el paso a cualquier opción opositora que despunte como liderazgo alternativo para el 2012.
¿Cómo lo hace? Ahogando económicamente alcaldías y gobernaciones opositoras y utilizando la “justicia” para abrirle juicio a los dirigentes opositores. Detrás de Manuel Rosales, vendrán los gobernadores, Pérez Vivas y Salas Feo, el alcalde Antonio Ledezma y seguirán las inhabilitaciones como la que se le aplica a Leopoldo López. Esto ha sido posible gracias a los privilegios económicos de los que goza la burocracia gubernamental y la cúpula militar.
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