POR:FAUSTO MASÓ.
Hace años se comercializa en Venezuela arroz parboiled. Por razones políticas, Chávez lo descubrió ahora para arrinconar a la agroindustria cuando le faltan dólares para importar y estallan conflictos laborales. Huye hacia adelante.
Todo lo que ocurre en Venezuela es política, como la intención de “polarizar” con los dueños de las areperas, de Polar y de Cargill: no hay enemigo mejor que los “acaparadores” para un Gobierno dedicado únicamente a hacer política. Este es el gobierno más político que haya conocido Venezuela. Chávez dejó chiquitos a AD y a Copei, rechaza mejorar el tráfico de Caracas, descubre súbitamente que a unos metros de Miraflores construyen un gigantesco centro comercial.
Todo lo que ocurre en Venezuela es política, como la intención de “polarizar” con los dueños de las areperas, de Polar y de Cargill: no hay enemigo mejor que los “acaparadores” para un Gobierno dedicado únicamente a hacer política. Este es el gobierno más político que haya conocido Venezuela. Chávez dejó chiquitos a AD y a Copei, rechaza mejorar el tráfico de Caracas, descubre súbitamente que a unos metros de Miraflores construyen un gigantesco centro comercial.
Después del 15 de febrero aprovecha el discurso catastrofista de la oposición para justificar medidas económicas. Recupera a Giordani, disminuye los dólares de los viajeros, limita las remesas de divisas de las empresas, suspende la compra del Banco de Venezuela y posterga el pago de las cementeras y de Sidor: nos quedaremos a este paso sin cabillas y sin cemento. Ni Cemex ni Techint están invirtiendo un centavo en mantener sus plantas de cemento y de acero.
Chávez manda estatizar a Cargill, al día siguiente aclaran que la medida abarca únicamente a una procesadora de arroz parboiled, Elías Jaua califica de amigables las conversaciones con los representantes de la trasnacional.
El socialismo real tuvo su talón de Aquiles en el campo.
Rusia compraba trigo, maíz y soya a Estados Unidos con las divisas que producía el petróleo y cuando cayó el precio del barril se desplomó el comunismo soviético.
Chávez quiere obligar a la agroindustria y a los agricultores a producir a pérdida, pero si se estatizara la Polar o Cargill debería imponer la tarjeta de racionamiento. Chávez hará lo que le dé la gana hasta que se una la oposición.
Todo en Venezuela es política, y ¿qué es la política para Chávez? La búsqueda del poder, para lo cual utiliza el miedo, la militarización y un marxismo de café con leche.
¿Ya se unió la oposición? Mientras no ocurra esa unidad, Chávez hará lo que quiera aunque siga cayendo el precio del barril de petróleo.
Otra sería la historia si la oposición se reuniera cada dos semanas, simplemente para desayunar y ofrecer una simple declaración, sobre un tema como quiénes son los que se favorecen con el contrabando de extracción; quiénes dejan pasar gandolas y gandolas de alimentos hacia Colombia.
La unidad electoral requiere un esfuerzo mucho más arduo y probablemente, como ocurrió el pasado noviembre, no se logre al cien por cien en las elecciones municipales y legislativas, pero los principales líderes de la oposición podrían coincidir regularmente sobre ciertos temas; forjar así un frente popular.
A un gobierno que todo lo convierte en política sólo lo detiene un gran acuerdo nacional.
A un gobierno que todo lo convierte en política sólo lo detiene un gran acuerdo nacional.
Les toca a los partidos, enclenques y golpeados, enfrentar a Chávez.
¿Ya se unió la oposición? Cualquier otra cosa es hablar paja: las declaraciones individuales de algunos líderes sobre los últimos acontecimientos significan poco. La oposición tiene que unirse o a llorar al valle.
Nos dicen que escaseará la mantequilla importada, porque desde Irlanda rechazan enviarla a Venezuela. Les cuesta demasiado que sus barcos frigoríficos demoren hasta tres semanas en descargar la mercancía.
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Conversaciones con Teodoro Petkoff en Analítica Premium
Redacción: María Eugenia Rodríguez - Fotografía: Ana Luisa Figueredo
Sábado, 28 de febrero de 2009
Con su hablar característico, Teodoro Petkoff, desnudó el panorama político, económico y electoral, ante el equipo de Analítica Premium. “Chávez puede simular que aquí no está pasando un carajo”, fue una de las expresiones que utilizó para describir la crisis económica que posiblemente enfrente el país, tras la caída de los precios del petróleo. Demostrando su experiencia en el área de la administración, no dudó en asegurar que el Gobierno está colocado frente al umbral de medidas económicas, que tienen un costo político. “Seguramente lo denominará –con alguno de sus nombres épicos- Campaña Admirable económica, o cualquier vaina de esa”, señaló.
Sus manos entrecruzadas parecían ir al mismo ritmo de sus pensamientos, pausados y contundentes. Criticó con fuerza el derroche, el abuso de poder y la propaganda descarada del Gobierno en las pasadas elecciones del 15F. “¡Eso fue una vaina de una vulgaridad impresionante¡”, dijo con énfasis. A su vez, mostró su apoyo condicionado a los partidos políticos, quienes han ido avanzando en su proceso de reconstrucción, con el paso de los años. “Creo que los partidos tienen que hacer un esfuerzo por darle al país una razón para votar sí, por la oposición. Y no solamente no, contra el Gobierno. Tienen que dejar de ser oposición, para transformarse en una alternativa democrática”, comentó.
No fuma, prefiere respirar un aire menos viciado que el político. Petkoff, cuyo rostro se enrojecía y volvía a la normalidad en el transcurso de la conversación, realizó una exposición reflexiva sobre el futuro del país. “Esto no es posible resolverlo con un golpe milagroso, con un golpe de suerte, o algo así. Esto requiere de mucha tenacidad, mucha paciencia y, efectivamente, de arrear con los bueyes que tenemos. No podemos inventar de la noche a la mañana otros dirigentes, ésos son. Y tener conciencia de que están apareciendo los nuevos. Eso es lo grande y lo importante del país en este momento”, aseguró con tono esperanzador.
AP.- ¿Vamos a tener elecciones de concejales este año o tú piensas que las van a unir con las de diputados? ¿Cómo vienen las próximas lides electorales del Gobierno y qué tiene que hacer la oposición en ese sentido para organizarse desde ya?
TP.-Las elecciones en principio van a ser en octubre, pero está rodando ya en el CNE –lo que significa que está rodando en el Gobierno- la posibilidad de juntarlas con las parlamentarias el año que viene.
Ahora, respecto a lo que pasó, hay un aspecto que yo quisiera que insistieran y que nos hagamos un cierto plancito de acción, que es la cuestión del CNE. En esta elección, la verdad es que hubo un ventajismo que se desbordó de una manera tan salvaje, tan brutal que, o tratamos de ponerle coto o, en las próximas elecciones, en particular las presidenciales, es prácticamente imposible ganar.
Yo creo que aquí habría que combinar lo que se haga dentro de Venezuela con el ejercicio de cierto tipo de presión internacional. Por ejemplo, pedirle a la gente del Centro Carter que deben tomar nota de lo que pasó en estas elecciones porque fue, tan desmesurado, que ellos no podrían hacerse los pendejos, y ya. Ellos debían elaborar algún tipo de informe o pedir que el viejo Carter intervenga, no necesitan hacerlo públicamente. Que lo hagan en privado –como quieran-, pero que se metan. Además, le sugerí a Vicente Díaz que, tal vez sería conveniente una gira de él por América Latina, para comenzar a divulgar.
Por otra parte, creo que los partidos políticos tendrían que hacer un esfuerzo muy grande, para explicar qué es lo que pasó acá. De verdad, el clima político de la campaña fue el de Zimbawue o el de Bielorrusia. Mucho más el de Bielorrusia. Presiones, chantajes, desmesura propagandística, etc. Yo creo que ése es un aspecto que no debería dejarse pasar. Todo lo que ocurrió con el ventajismo, con el abuso del poder, desbordó los límites. Creo que nosotros tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para garantizar la mayor equidad posible, en los procesos electorales. Siempre va a haber ventajismo, pero por lo menos un ventajismo digerible, y no lo que ocurrió el 15-F. Yo no creo que Chávez ganó por el ventajismo, pero hay unos cuantos centenares de miles de votos que son atribuibles a la extorsión que se gestó con los trabajadores públicos. ¡Eso es una vaina de una vulgaridad impresionante¡. En fin, creo que hay algunas cuantas gestiones importantes a hacer de carácter divulgativo y organizativo.
Yo creo que nosotros tenemos que hablar con los partidos, para que el proceso de montaje del aparato electoral, no se haga en el mes anterior a las elecciones. Partidos como AD, COPEI, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, que tienen ya una cierta estructura nacional, deben hacer un acuerdo de coordinación que permita desde ya, tener hasta en Pedernales, testigos bien entrenados. Pero sí, el montaje del aparato electoral tiene que ser una cosa con vista a las presidenciales, que se tome estos dos años. Y las preliminares, antes de la pelea estelar que son las municipales y, las otras preliminares, que son las parlamentarias, deben servir para ir ensayando el aparato electoral. Sé que en cada elección, hemos mejorado. En cada elección, el porcentaje cubierto de mesas ha sido mayor que en la anterior, y ésta vez, fue bastante elevado.
Yo creo que Chávez está colocado entre dos umbrales. El umbral de un ajuste que, seguramente nominará con alguno de sus nombres épicos, Campaña Admirable económica o cualquier vaina de esa. Y, el umbral, del ejercicio mucho más duro del poder.
El país ha sufrido una caída de más de dos tercios del precio del barril de petróleo, producto que le suministra el 95% de las divisas que percibe, por lo que este año tendrá de ingresos por exportaciones petroleras, posiblemente alrededor de 30.000 millones de dólares. Además, necesita financiar un presupuesto que requiere de un barril en 60 dólares. Si no lo tiene, entonces estamos en presencia de una perspectiva deficitaria considerable, con una gran potencia inflacionaria, a pesar de los ahorros –que no se sabe cuántos son- en el FONDEN y otros fondos.
Chávez está esperando que los precios reboten hacia mediados de año. Y que, por lo tanto, él puede ir haciendo lo de Lusinchi, comerse las reservas internacionales y los activos de los fondos, para así intentar mantener el nivel de gastos del año 2008. Además, Chávez tiene que pensar un poco también que él no puede dejar la botija vacía, porque él espera ser el que viene detrás, así que algunas medidas, tendrá que tomar. El Gobierno está frente a ese dilema, tiene que reducir gastos, dónde va a reducir, dónde va a recortar. Tiene que aumentar ingresos por otro lado, qué va a hacer, subir el IVA otra vez, crear impuestos, subir el Impuesto sobre la Renta y, finalmente, rendirse y devaluar. No sé. Yo no sé, porque él no ha anunciado un carajo. Obviamente, el Gobierno está colocado frente al umbral de medidas de carácter económico, que tienen un costo político. Va a tratar de cubrir las medidas con alguna fantasía de “ajuste socialista”. ¡Esa pendejada¡ No lo sé.
Y, el otro umbral, es cómo voy a manejar –se preguntará Chávez- un país donde seguramente las dificultades económicas van a tener una traducción social. Yo creo que puede aguantar como unos ocho meses sin nuevas medidas, con las reservas internacionales y los fondos. Supongo que él puede simular que no está pasando un carajo. Pero en algún momento tendrá que pasearse porque la realidad lo golpea y, al mismo tiempo, en el curso de esos ocho meses, lo que no va a poder detener es la inflación, ni sus efectos sobre la gente. Por lo tanto, podemos intuir que el país va a vivir dificultades sociales, con traducción política, un Gobierno que está conociendo una declinación, por ahora lenta, pero que, en mi opinión, se va a acentuar en los próximos meses y años.
Entonces, en esas condiciones, qué va a hacer Chávez, va a seguir manteniendo este régimen que no es una dictadura pero tampoco es una democracia. Yo no sé, me planteo el tema, pero la incógnita no la despejo porque no sé cómo despejarla. Ahora, la cuestión es: ¿Está Chávez en condiciones de ponerse más duro aún? No lo sé.
LCP.- Primero la situación mundial de la economía. El último comunicado de la Reserva Federal de Estados Unidos dice que posiblemente se agrave la recesión de la economía norteamericana para el 2009. El último trimestre de 2008, fue la tasa más violenta de decrecimiento, después de la gran depresión. Esa es la opinión que también tiene el FMI. Todas las economías desarrolladas están en recesión. El ritmo de crecimiento de China, está bajando abruptamente. Y lo que se espera es que el escenario mundial, sea prácticamente de recesión y estancamiento en el 2009. No hay muchas expectativas de recuperación fuerte para el 2010, sino de inicio de la recuperación. El sistema financiero mundial, está en pésimas condiciones. Y se espera, una tercera ronda de nacionalizaciones bancarias.
El plan de los 800.000 millones de dólares americanos que aprobó la nueva administración, pasó –por así decirlo- por debajo de la mesa. Hay un conjunto de economistas que suponen que es insuficiente.
En el contexto internacional, no hay nada que permita suponer una recuperación rápida. Puede que la haya, pero quién sabe qué va a pasar. Digamos que puede esperarse un precio del petróleo este año alrededor de los 40 dólares o algo más para el WTI. Eso para Venezuela quiere decir que, dependiendo de cuál sea la diferencia entre el WTI (crudo marcador) y las exportaciones venezolanas, algunos dicen que son diez dólares otros que son como ocho, pero significa que el precio de exportación de la canasta venezolana estaría relativamente bajo. Se supone que el crudo venezolano estará alrededor de 30 dólares o algo más, y con unas exportaciones que podrían rondar los 2 millones de barriles diarios, los ingresos por exportaciones petroleras, estarían por debajo de 30.000 millones de dólares.
Hay muchas incógnitas en cuanto a cómo se pueda afrontar esa situación, porque no hay información creíble. Ya comenzaron a instrumentar un financiamiento monetario. La impresión que tengo yo, es que van a aguantar un poco el ajuste, no sé por cuanto tiempo, que lo van a hacer muy mal, por lo que el panorama va a empeorar de forma importante.
PDVSA está en una situación mala, tiene deudas y su capacidad es limitada. Las empresas públicas, básicamente las de Guayana, están casi en la quiebra. Es muy difícil que el Gobierno baje el gasto nominal. Es posible que a través de un financiamiento monetario importante y utilizando recursos de los fondos, pueda abrirse el campo para endeudarse internamente, y así pasar el trago del 2009.
La impresión que tengo, es que eso va a traer una contracción del producto, o al menos muy poco crecimiento, con alta inflación, algo similar a la estanflación. Y no descarto que se puedan presentar situaciones de repercusiones en el sistema financiero. Entonces, es una situación que podría comenzar a ponerse realmente negativa para finales de este año, si no se recupera la economía mundial. Ahora, nadie tiene una bola de cristal y las estimaciones hacia el futuro, siempre son inciertas.
TP.- Entre los recortes que puede tener pensado el Presidente, es dejar de pagar la deuda externa, que son como 3.000 millones este año. Puede tirarse un tronco de discurso antiimperialista contra los bancos, saqueadores del universo y, no pagamos.
AP.- ¿Cuál es tú opinión sobre el problema de los partidos?. En estas últimas elecciones, demostraron un deterioro en relación al manejo político partidista de la escogencia de la dirección de campaña, dirección publicitaria, coordinación del aparato electoral y coordinación de las escasas finanzas. Creo que en eso estamos echando para atrás y no se ve mucha perspectiva de que haya intención de mejorar.
TP.- Estoy de acuerdo de que con los partidos habría que conversar desde ahora mismo, no solo para la difusión internacional, sino para el tema de la metodología para la escogencia de los cargos. Yo no tengo una visión negativa de los partidos.
En relación con los partidos, en esta oportunidad, hubo un acercamiento de manera inteligente con los estudiantes. Que fue una cosa deliberada, de permitir que los estudiantes tomaran la escena y dieran la cara. Probablemente se exageró, en el sentido de que todos los partidos se quedaron demasiado atrás, y reaparecieron sólo para decir que reconocían el triunfo. Los partidos aceptaron quedarse detrás del escenario, mientras los muchachos le daban la cara al asunto, con todo lo que se les atribuye, frescura, novedad, etc. Yo creo que en el seguimiento de los escrutinios el pasado 15 de febrero, los partidos no estuvieron por debajo de la expectativa. Quizás, públicamente, no era tan visible esto, pero fue así.
Además, hay un aspecto que es la parte de abajo del iceberg y que es muy injusto no reconocerlo. El aparato electoral, son más de 100.000 personas, eso lo montan los partidos, no los estudiantes. No hay manera de que queden registrados 5.200.000 votos, si no hay testigos entre el 80 y 90% de las mesas. Si no, puedes estar seguro, de que te jodiste. Yo insisto ahora en que habría que hablar con los partidos que ya tienen una base, para que se tome el modelo copeyano del gobierno de Leoni y trabajar con tiempo, no en el último mes.
Nosotros tenemos que tener claro que Venezuela ha vivido una tragedia histórica, que es que se quedó sin referentes políticos. La elección de Chávez en el año 98, significó el colapso de dos partidos que copaban el 90% de la opinión política electoral de los venezolanos. ¡Eso es demasiado arrecho¡. Y eso arrastró también a los pequeños partidos de izquierda. Entonces, el mundo adversario al presidente, se quedó sin referentes políticos. A nadie en Venezuela le importa un carajo la opinión de AD, COPEI, del MAS, a nadie le importa nada hoy, le importa muy poco, porque el sistema colapsó.
Reconstruir un sistema de partidos políticos, comenzó en serio a partir del 2006. Ahora eso es un proceso lento, muy lento. No es fácil reconstruir un sistema de partidos políticos, en un país que los perdió casi completamente. Hoy tenemos Un Nuevo Tiempo, que es un partido con una cierta cobertura nacional, al igual que Primero Justicia. Todo es muy precario, yo no me engaño. AD por supuesto que existe como partido, en todo el país y de una manera homogénea. Y COPEI también demostró una cierta recuperación interesante, y retomó su tradicional base andina.
Ese proceso de reconstrucción de partidos, va avanzando lenta y precariamente, pero va avanzando. Creo que estamos mejor que el 2005. Y creo que, si logramos una relativa equidad en la campaña electoral, entonces las elecciones parlamentarias pueden ser vistas con relativa certidumbre de que un porcentaje muy elevado de los parlamentarios puede ser de la oposición, y por lo menos un tercio, en el peor de los casos.
Creo que los partidos tienen que hacer un esfuerzo por darle al país una razón para votar sí, por la oposición. Y no solamente, no, contra el Gobierno. Tienen que dejar de ser oposición, para transformarse en una alternativa democrática. Para darle al país la sensación de que hay con qué, eso significa comenzar a divulgar políticas públicas, divulgar un poco qué es lo que es cada una de estas formaciones y, sobre todo, tratar de articular alguna cosa que pueda servir como base de una eventual candidatura única presidencial, del año 2012.
AP.- Hay un lenguaje nuevo entre los estudiantes, que se diferencia muchísimo del lenguaje tradicional de los partidos. Creo que los estudiantes están haciendo un esfuerzo. Ellos, sin mucha alharaca, están tratando de encontrar el metamensaje que llegue a los barrios, a la gente que no se preocupa de leer los programas de gobierno, pero que está esperando que le digan qué es eso. Me da la impresión de que estamos ante una transformación que se va a tomar su tiempo. Eso tiene un tiempo sociopolítico, vamos a llamarlo así. Que no sabemos ahorita cuánto va a llevar, ya lleva diez años. Estamos en una transformación, y va a surgir un nuevo lenguaje político y unos nuevos protagonistas que ya se ven. A lo mejor, la situación económica mundial, va a hacer que esos tiempos se reduzcan. Pero definitivamente, de aquí va a surgir otra cosa que todavía no la podemos definir, porque además, hay mucha inercia de lo pasado que está todavía queriendo perpetuarse de alguna forma. Yo creo que la transformación, es algo que está ya planteada, y que va a llegar.
TP.- Yo creo que hay un proceso en el cual lenta pero visiblemente y como parte de la reconstrucción de un sistema de partidos políticos en Venezuela, está saliendo un nuevo liderazgo. Y está emergiendo de esta sinergia que se ha dado entre los estudiantes y los viejos partidos políticos. Muchos de esos muchachos han hecho una opción política, partidista, y están comenzando ese proceso de hacer aparecer las nuevas figuras. Ahora, no mitifiquemos a los estudiantes. Los muchachos son parte de un proceso que se dio en este país, donde el estudiantado desapareció como agente social y político durante doce años por lo menos, y ha reaparecido, con base en la coyuntura. Y ha reaparecido con una gran diferencia política, entre otras cosas, porque no son antipartidos. Tienen una clara comprensión del rol del partido, de la necesidad de fortalecerlos, de vincularse a ellos y de su militancia. Y eso me parece a mí, de una enorme importancia, porque ellos van a proporcionar el liderazgo que va a surgir.
Creo que los que dirigen los partidos, son la gente que dentro del colapso del partidismo venezolano han poco a poco empeñado su fuerza en ir reconstruyendo algo. Y que es la base de ese encuentro con la Venezuela nueva. Yo, por supuesto, si me cuento entre los que van a seguir ayudando a los partidos políticos. Estoy en desacuerdo con la idea de que hay que abandonar los partidos, de que hay que dedicarse a otra cosa. Yo sí creo que los partidos valen la pena precisamente en el momento en que comienzan a ser una referencia, a readquirir cierta fortaleza y ahora tenemos algunos nuevos que, mal que bien, se están extendiendo por el país. Sin los partidos, no hay hecho electoral.
Ustedes no se dan cuenta el cambio que ha habido en Venezuela. No se dan cuenta de ese momento de inflexión en el que una élite que lo gobernó durante casi medio siglo, suelta el poder. Y hay otra, mucho más inculta, que es la que tiene los elementos del poder en la mano. Esto no es posible resolverlo con un golpe milagroso, con un golpe de suerte, o algo así. Esto requiere de mucha tenacidad, mucha paciencia y, efectivamente, de arrear con los bueyes que tenemos. No podemos inventar de la noche a la mañana otros dirigentes, ésos son. Y tener conciencia de que están apareciendo los nuevos. Eso es lo grande y lo importante del país en este momento.
Presentes: Carlos Armando Figueredo, Alonso Palacios, Fernando Martínez Mottola, Freddy Muñoz, Gustavo Tarre, Alfredo Maldonado, Heinz Sonntag, Emilio Figueredo, Ana Luisa Figueredo, Luis Carlos Palacios (LCP), Aníbal Romero, César Manzano.
maria.rodriguez@analitica.com
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