¿BADUELAZO O HARA kIRI SAMURAI?

EL ÚLTIMO SAMURAI.

Por:Luis Chumaceiro.

Parece que sucedió en uno de los patios de Fuerte Tiuna. El mistico Ministro de la Defensa dio el adios con un discurso impregnado de espiritualidad. Citas iban y venían, todo para dejar un cierto e incrementado sabor de angustia entre aquellos que han visto como la seguridad de la Nación esta en manos de generales que solo tienen tres soles por esféricas. ¡Ojala a nadie se le ocurra invadirnos de verdad!

Primero anunciaron la renuncia, “la cual acepto”. Después pidieron perdón. Conspiraron, dieron un golpe y se escondieron. Ahora, los más cercanos, los primeros que gritan “patria, socialismo y muerte”; son los últimos que cumpliran su palabra y lo traicionaran. Porque nacieron y se criaron traidores. Y lo seguirán haciendo.

Pero volvamos al senor Toranaga y su despedida. Logro su cometido.

Los incautos, los mismos que aseveran que este problema causado por militares lo resolverá un militar, interpretan un acto de desobediencia en su performance, una crítica velada; creen ver a un rebelde que esperó demasiado, hasta el último momento. ¡Tarde piaste pajarito en grama!

Otros, los más abesados, observan a un loro, por lo verde, malinterpretado. Quería aferrarse a la cuerda para seguir en aquello que le gusta al jefe, esa jaladera inconmensurable, inimitable, inmutable. Pero tan bruto fue que pareció lo contrario y el hombre salió molesto; así se quedó sin la embajada en Rusia, si acaso un consulado en Siberia.

Pero analicemos el contenido textual del panegírico. Él se aventuró a sugerir que ese Socialismo del Siglo XXI es pura paja de esas que comen los burros porque “hay que admitir que este modelo teórico hasta los momentos, ni existe ni ha sido formulado y estimo que mientras esto sea así, persistirá la incertidumbre en algunos de nuestros grupos sociales”. Él hombre por fin descubrió que nadie entiende lo que significa la idea, ni siquiera los que la definden.

También cometió la equivocación de recordar que, en el Aló Presidente del 27 de marzo de 2005, el Histrión indicó: “el Socialismo de Venezuela se construiría en concordancia con las ideas originales de Carlos Marx y Federico Engels”. El propio comunismo pues. Y quién lo autorizó para citar al jefe y menos delante de los cadetes. Ese era un horario restringido para mentes débiles.

Para rematar la faena, puso en boca de terceros, quizás para evitar confesar que así piensa él, “lo inconveniente que sería repetir los errores cometidos en los países del llamado `socialismo realmente existente’, entre ellos, la extinta Unión Soviética”. Todo para fotografiar el momento actual: “En el pasado, durante la IV República, los gobiernos emplearon la riqueza excesiva generada por el `boom’ petrolero para financiar todo tipo de ayudas económicas y subsidios. Numerosos venezolanos llegaron a depender enteramente de la ayuda oficial. En vez de enseñarle a los venezolanos cómo generar riqueza a través del trabajo y el esfuerzo, se les enseñó a pedirle ayuda al gobierno de turno”. Pero, ¡qué caradura!

La verdad es que hay que ser bien ocioso para escribir un artículo sobre un discurso en el que se mezcla la parábola de los talentos que se encuentra en el evangelio según San Mateo con los siete principios que rigen el Código de Bushido, la guía moral de los Samurais. Lo confieso, soy ese sin oficio, pero ustedes son peores que yo porque me leen.

Es cierto, las palabras de un hombre son como sus huellas; puede seguirlas donde quiera que él vaya. Por eso lamento que el final haya sido invocar a a Yahvé, Elohim de los Ejércitos, Supremo hacedor de todas las cosas. Dios no merece que lo manipulen tanto. Yo hubiera preferido un buen final samurai con hara kiri incluido.

Con gusto hubiera sostenido la espada para descabezarlo. Pero es demasiado ridículo rematar a los que se bajan los pantalones. Ya veremos si Chávez piensa lo mismo.

Fuente:www.elnacional.com.