Por: ARCANGEL VULCANO.
Mucha tela que cortar luego de escuchar la propuesta de reforma constitucional del Sr Chávez, ya habrá tiempo para desglosarla, desmenuzarla, estudiarla, explicarla, evaluarla y criticarla. Sin embargo diremos que lo que más nos produjo una grata impresión fue descubrir el parámetro de ilegitimidad electoral para Chávez –un 20%-, lo cual quedó evidenciado al pretender explicar con lujo de detalles el punto sobre la ilegitimidad de algunos alcaldes, y al explayarse en argumentaciones, para justificar los posibles futuros cambios con la implementación de la denominada nueva geometría del poder a nivel municipal, cuestionó la legitimidad de muchos alcaldes electos con un porcentaje de participación electoral muy bajo; pero pareció olvidar el episodio de las elecciones nacionales para elegir a La actual Asamblea Nacional.
Chávez en ese preciso instante, desde la tribuna de honor, muy histriónicamente se volteó hacia el estrado presidido por la presidenta de La Asamblea Nacional, acompañada por el Fiscal General de la República, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, y la presidenta del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena, para dirigirse específicamente a la rectora del máximo ente electoral, e interrogarle particularmente sobre cual era el más bajo porcentaje de votos obtenido por algunos alcaldes electos en las elecciones municipales, a lo que la desprevenida alta funcionaria, sorprendida tal vez, respondió expresando claramente que con “un 20 por ciento de votos” ; inmediatamente, Chávez retomando su discurso, sentenció que esos alcaldes eran “ilegítimos”, dejando claramente establecido su parámetro sobre ilegitimidad electoral.
Pero Chávez no sólo se aventuró a calificar como ilegítimos a algunos funcionarios municipales como los alcaldes, se refirió también a varios gobernadores, incluso recordó el episodio histórico de la elección del presidente Caldera, interrogando a los presentes sobre el porcentaje de votos con el cual fue electo, a lo que varios respondieron que “con un 13%”, para que Chávez terminara asegurando que por eso se justificaban los cambios constitucionales que está proponiendo y que había que procurar la mayor participación de la población en los procesos electorales, para evitar esa ilegitimidad.
Prácticamente Chávez sembró una estela de dudas sobre la legitimidad de muchísimos funcionarios electos con un precario porcentaje de votos, que no alcanzaban ni un 20% de participación popular en las elecciones, pero sin caer en cuenta que estaba mencionando la soga en la casa del ahorcado, pero pareció hacerlo en un circo de focas muy alegres palmeteando sus extremidades ante sus requerimientos, porque hasta esa cabuya denigrante de la ilegitimidad para su propio cuello y que los desnuda ante el país, también se la aplaudieron a rabiar. Tal nivel de adulancia es asombrosamente sorprendente.
Nos hubiera gustado poder ver y escuchar que en ese publicitado escenario, en cadena nacional, ante todos los representantes de los poderes públicos del estado, frente a todo el país y el mundo el Sr Chávez le hubiera preguntado también a la siempre comedida presidenta del CNE Tibisay Lucena ¿con cuantos votos y con qué porcentaje de participación electoral de la población fue electa esa Asamblea Nacional en donde presentaba su proyecto de reforma constitucional? No tanto para por fin saber exactamente las cifras que parecen un secreto muy bien guardado, porque ya las conocemos gracias a las filtraciones del CNE, sino en realidad es para constatar y verificar públicamente la ilegitimidad de esa irrita Asamblea Nacional, que asegura representar a todo el país político. Además, hubiera sido todo un acontecimiento, más bien un poema, escuchar y ver a Chávez reconociéndolo en ese instante, y así poder haberle visto las caras a los 167 diputados ilegítimos que allí están sentados usurpando cínicamente, sin escrúpulos, y sin vergüenza alguna "la soberanía" nacional, por "representación popular".
Lo cierto es que, Chávez con su actitud casi ingenua nos mostró nítidamente su parámetro de ilegitimidad –el 20% de electores- y de acuerdo con ese criterio la Asamblea Nacional al igual que algunos alcaldes también sería ilegítima, tal y como ha quedado evidenciado luego del acertadísimo y pertinente comentario de Chávez sobre la ilegitimidad de los funcionarios electos con un precario 20% de participación electoral. Al fin podemos estar de acuerdo en algo con el Sr Chávez, no podemos sentirnos más contestes con él en este aspecto, porque 20% de participación electoral sin duda revela ilegitimidad, es verdad, Chávez no mintió en eso.
En tal virtud, y como quiera que ha quedado evidenciada la ilegitimidad de esa irrita Asamblea Nacional de acuerdo con el parámetro de ilegitimidad confesado por Chávez, sencillamente también nos parece como consecuencia de esto, que la propuesta de reforma constitucional hecha por ante esa Asamblea evidentemente ilegitima, y la sola pretensión de presentarla ante esa instancia para su discusión, debate y posterior aprobación, no sólo es insolente e insultante a la inteligencia del resto de la población nacional, sino su discusión debería ser considerada nula, porque el pueblo soberano ya le hizo la más descomunal demostración de rechazo realizando la mayor y más contundente manifestación y expresión de gigantesca abstención, materializada el día de las elecciones para elegirla, dejando los centros electorales y las urnas prácticamente desiertos. Esa Asamblea Nacional fue electa con un irrisorio porcentaje de votos que no llegó ni siquiera al 20 % de participación popular, por lo que obviamente se ajusta al parámetro de ilegitimidad expresado por Chávez en su discurso, es por lo que pareció nombrar la soga en la casa del ahorcado, ¿o en el circo de las focas?
Chávez en ese preciso instante, desde la tribuna de honor, muy histriónicamente se volteó hacia el estrado presidido por la presidenta de La Asamblea Nacional, acompañada por el Fiscal General de la República, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, y la presidenta del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena, para dirigirse específicamente a la rectora del máximo ente electoral, e interrogarle particularmente sobre cual era el más bajo porcentaje de votos obtenido por algunos alcaldes electos en las elecciones municipales, a lo que la desprevenida alta funcionaria, sorprendida tal vez, respondió expresando claramente que con “un 20 por ciento de votos” ; inmediatamente, Chávez retomando su discurso, sentenció que esos alcaldes eran “ilegítimos”, dejando claramente establecido su parámetro sobre ilegitimidad electoral.
Pero Chávez no sólo se aventuró a calificar como ilegítimos a algunos funcionarios municipales como los alcaldes, se refirió también a varios gobernadores, incluso recordó el episodio histórico de la elección del presidente Caldera, interrogando a los presentes sobre el porcentaje de votos con el cual fue electo, a lo que varios respondieron que “con un 13%”, para que Chávez terminara asegurando que por eso se justificaban los cambios constitucionales que está proponiendo y que había que procurar la mayor participación de la población en los procesos electorales, para evitar esa ilegitimidad.
Prácticamente Chávez sembró una estela de dudas sobre la legitimidad de muchísimos funcionarios electos con un precario porcentaje de votos, que no alcanzaban ni un 20% de participación popular en las elecciones, pero sin caer en cuenta que estaba mencionando la soga en la casa del ahorcado, pero pareció hacerlo en un circo de focas muy alegres palmeteando sus extremidades ante sus requerimientos, porque hasta esa cabuya denigrante de la ilegitimidad para su propio cuello y que los desnuda ante el país, también se la aplaudieron a rabiar. Tal nivel de adulancia es asombrosamente sorprendente.
Nos hubiera gustado poder ver y escuchar que en ese publicitado escenario, en cadena nacional, ante todos los representantes de los poderes públicos del estado, frente a todo el país y el mundo el Sr Chávez le hubiera preguntado también a la siempre comedida presidenta del CNE Tibisay Lucena ¿con cuantos votos y con qué porcentaje de participación electoral de la población fue electa esa Asamblea Nacional en donde presentaba su proyecto de reforma constitucional? No tanto para por fin saber exactamente las cifras que parecen un secreto muy bien guardado, porque ya las conocemos gracias a las filtraciones del CNE, sino en realidad es para constatar y verificar públicamente la ilegitimidad de esa irrita Asamblea Nacional, que asegura representar a todo el país político. Además, hubiera sido todo un acontecimiento, más bien un poema, escuchar y ver a Chávez reconociéndolo en ese instante, y así poder haberle visto las caras a los 167 diputados ilegítimos que allí están sentados usurpando cínicamente, sin escrúpulos, y sin vergüenza alguna "la soberanía" nacional, por "representación popular".
Lo cierto es que, Chávez con su actitud casi ingenua nos mostró nítidamente su parámetro de ilegitimidad –el 20% de electores- y de acuerdo con ese criterio la Asamblea Nacional al igual que algunos alcaldes también sería ilegítima, tal y como ha quedado evidenciado luego del acertadísimo y pertinente comentario de Chávez sobre la ilegitimidad de los funcionarios electos con un precario 20% de participación electoral. Al fin podemos estar de acuerdo en algo con el Sr Chávez, no podemos sentirnos más contestes con él en este aspecto, porque 20% de participación electoral sin duda revela ilegitimidad, es verdad, Chávez no mintió en eso.
En tal virtud, y como quiera que ha quedado evidenciada la ilegitimidad de esa irrita Asamblea Nacional de acuerdo con el parámetro de ilegitimidad confesado por Chávez, sencillamente también nos parece como consecuencia de esto, que la propuesta de reforma constitucional hecha por ante esa Asamblea evidentemente ilegitima, y la sola pretensión de presentarla ante esa instancia para su discusión, debate y posterior aprobación, no sólo es insolente e insultante a la inteligencia del resto de la población nacional, sino su discusión debería ser considerada nula, porque el pueblo soberano ya le hizo la más descomunal demostración de rechazo realizando la mayor y más contundente manifestación y expresión de gigantesca abstención, materializada el día de las elecciones para elegirla, dejando los centros electorales y las urnas prácticamente desiertos. Esa Asamblea Nacional fue electa con un irrisorio porcentaje de votos que no llegó ni siquiera al 20 % de participación popular, por lo que obviamente se ajusta al parámetro de ilegitimidad expresado por Chávez en su discurso, es por lo que pareció nombrar la soga en la casa del ahorcado, ¿o en el circo de las focas?
3 comentarios:
¡Caramba! en verdad ese argumento de la ilegitimidad esgrimido por el mismo Chávez, mata todo los demás, pues nos plantea una pregunta lógica:¿Si los alcaldes que fueron electos con un 20% son ilegitimos, no es también ilegítima la Asamblea Nacional que fue elegida con menos del 20% de electores?
Igualmente nos viene otra pregunta más importante: ¿Es entonces legitimo proponer para la discusión de esa Asamblea Nacional, el debate y posterior aprobación una reforma cosntitucional? ¿Cual debate, si allí lo que hay son representantes del gobierno? ¿Cual discusión puede darse allí? Además someterlo luego a referendum con una campaña ventajista del régimen en todos los medios, y con el CNE parcializado? Aquí nos están es imponiendo un golpe de estado constitucional.Con la fuerza de las armas.Esto no es legal, ni lícito, ni legitimo, es un fraude.
Es más, se plantea otra interrogante: ¿De ser aprobada por esa Asamblea Nacional la propuesta de reforma de Chávez es válida, no sería nula?.
Lo más importnate es que Chávez al nombrar "la soga en la casa del ahorcado" dejó entrever que esa Asamblea es ilegitima. Además, los dipustados serviles, aduladores y cómplices actúean realmente como focas en un circo. Esos diputados serviles pasarán a la historia como los cohenestadores del mayor fraude constitucional jamás visto en Venezuela, si es que el pueblo se los permite.
Rector Díaz advierte que cambios a la Constitución requerirían Constituyente
Caracas.- El vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, Vicente Díaz, advirtió hoy a la Asamblea Nacional (AN) que los cambios a la Carta Magna propuestos ayer por el Presidente de la República podrían sobrepasar a una reforma constitucional.
El representante de Poder Electoral pidió al Parlamento revisar "con cuidado" las propuestas, de manera que se garantice a los venezolanos no afectar los principios fundamentales de la actual Constitución, pues de lo contrario dejaría de ser una "reforma constitucional" para convertirse en una modificación de mayor alcance.
"Si los principios fundamentales son tocados en una reforma, el camino ya no es una Reforma Constitucional, sino que el camino es una Asamblea Constituyente", explicó Díaz.
Precisó que el artículo 342 de la Constitución Bolivariana de Venezuela establece la vía de la reforma constitucional sólo para la realización de una "revisión parcial" del Texto Fundamental siempre que ello no represente una modificación de la estructura y principios fundamentales de la misma.
El rector comicial enfatizó que el proceso que se inició el día de ayer con la presentación de la propuesta presidencial de cambios a la Constitución Nacional "va a impactar profundamente en la vida del país y de los venezolanos", por lo que estima necesario seguir con atención el desarrollo de este debate y participar activamente en él.
Aclarando de antemano que no está pronunciándose sobre el contenido de la propuesta, Díaz consideró pertinente alertar sobre el método que se utilizará para su ejecución.
Subrayó que no haría comentarios sobre el contenido del planteamiento presidencial para no comprometer su imparcialidad como árbitro electoral.
Karina Arteaga Cifra. EL UNIVERSAL.
Con un duro editorial en Tal Cual, titulado “NO”, Teodoro Petkoff critica hoy duramente la propuesta de reforma constitucional presentada ayer por Chávez. Petkoff se pregunta: “¿Por qué no se deja de “tecnicismos legislativos” y propone de una vez un artículo de una sola línea: “Hugo Chávez será presidente hasta que le dé la gana”?”
Para el editor de Tal Cual: “toda la reforma constitucional no es sino un “estúpido pote de humo” (Jorge Rodríguez dixit) para adornar lo único que le interesa a Yo-El-Supremo: establecer constitucionalmente la reelección “indefinida”, “continúa”, “periódica” o como quieran denominar lo que no es sino su aspiración a la presidencia vitalicia“.
Critica la forma en que Chávez se presentó ante la Asamblea Nacional: “más charlatán que nunca, prepotente, sobrancero y derrochando océanos de cinismo”
Censura temas como la eliminación de la autonomía del BCV, el manejo de las reservas internacionales y la inclusión de la Reserva Militar.
Petkoff no se cae a engaños y califica la jornada de 6 horas como “carnada para pendejos”.
Sus únicos objetivos son “acabar con los últimos vestigios de descentralización, colocando a gobernadores y alcaldes en el puño del presidente, tal como hoy están los otros poderes”
“Todo lo demás fue el gamelotal de costumbre“. Petkoff concluye diciendo que la propuesta de reforma “es un golpe de estado constitucional y hay que decirle no. Más nada”.
Publicado por noticias24.
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