Calderón refuerza el pragmatismo de su agenda exterior con últimas visitas
Con la llegada mañana a México del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva serán cuatro los presidentes de talante progresista que el conservador Felipe Calderón reciba en poco más de un mes, una muestra de su pragmática agenda exterior, coincidieron hoy varios expertos.
Según los analistas, las recientes visitas de los gobernantes de Nicaragua, Daniel Ortega; de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Argentina, Néstor Kirchner, plasman el viraje imprimido por Calderón a la política externa tras las polémicas actuaciones de su sucesor, Vicente Fox (2000-2006).
Sin embargo, advirtieron que los intereses comerciales y empresariales subyacen también en el reiterado afán del gobernante mexicano de dirigir nuevamente la mirada de su país hacia Latinoamérica, además de hacia EE.UU., su vecino y principal socio comercial.
"Aunque estas visitas de estado son muchas veces histriónicas, pueden ser detonadores de la vinculación de puntos en común y de la resolución de diferencias", afirmó a Efe Humberto Hernández Vela, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para Hernández, Fox, del Partido Acción Nacional (PAN), mostró en su política exterior "una gran ignorancia, desconocimiento, desprecio y desdén por todo este tipo de cuestiones" y carecía de "una percepción de la necesidad de fomentar los vínculos con otros países", algo que ha cambiado con Calderón.
"Además, los visitantes están reconociendo la importancia del país, políticamente, su desarrollo económico, y la posibilidad de hacer negocios, por eso siempre vienen acompañados de empresarios", consideró.
El socialista Rodríguez Zapatero estuvo en México a mediados de julio con su ministro de Industria, Joan Clos, y una misión empresarial del sector turístico y de la construcción con la que participó en un encuentro en Cancún, el balneario del Caribe mexicano donde se concentran importantes inversiones españolas.
Uno de los puntos culminantes de la visita del peronista Kirchner, desarrollada a principios de esta semana, fue un foro en el que compartió mesa con el magnate mexicano Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo, y empresarios de ambos países.
"La política exterior mexicana cambió en el momento en que llegó el presidente Calderón, porque se empezó a hacer política", opinó, por su parte, la subdirectora de la revista Foreign Affairs en español, Rossana Fuentes Beraín.
Según Fuentes, a diferencia de Fox, el actual mandatario es "un político profesional" que "está buscando mayor interlocución y de una manera más vigorosa, más intencionada, y abriendo conductos que han estado allí siempre", indicó en alusión a la tradicional imagen de neutralidad de la diplomacia mexicana.
Fuentes alertó también que es erróneo "seguir subrayando por encima de los estados la naturaleza ideológica de los políticos que temporalmente los dirigen, salvo en el caso de Venezuela".
Precisamente fue con el presidente venezolano, Hugo Chávez, con el que Fox protagonizó uno de los incidentes más ásperos de su gestión en materia de política exterior, cuando en 2005 ambos retiraron a sus embajadores tras un intercambio de descalificaciones en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (Argentina).
Entonces, el gobernante mexicano protagonizó también un roce con Kirchner, aunque algo menor, que el argentino y Calderón dieron por zanjado el pasado lunes al firmar un Acuerdo de Asociación Estratégica.
Calderón incluso ha expresado en varias ocasiones su intención de tener "relaciones constructivas" con Venezuela, a pesar de que Chávez no reconoció su triunfo electoral y le ha llamado "caballerito" al servicio del imperio, comparándolo con Fox.
Fuente:www.elnacional.com
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